Mariano Paracuellos & Juan Carlos Nevado |
Departamento de Conservación de la Naturaleza. Consejería de Medio Ambiente (Junta de Andalucía). |
RESUMEN
En la presente comunicación se exponen los resultados preliminares relacionados con los muestreos de población y zonación de Vertebrados terrestres que se están llevando a cabo en la Isla de Alborán (Almería), con el fín de evaluar las características del citado grupo faunístico en la ínsula, así como de analizar la posible incidencia humana sobre el mismo. Hasta la fecha, el único poblamiento de fauna superior encontrado en Alborán es el correspondiente al de ciertas aves marinas, principalmente representadas por la colonia reproductora de gaviotas (Gaviota patiamarilla, Larus cachinnans, y Gaviota de Audouin, Larus audouinii), así como al del conjunto ornítico, donde destacan los paseriformes, que utiliza estratégicamente el islote para sus migraciones entre Europa y Africa. Se describen los principales impactos provocados por el hombre sobre los mencionados grupos zoológicos en Alborán, así como las medidas correctoras necesarias para disminuir y minimizar a los mismos.
INTRODUCCIÓN
Las peculiaridades geográficas y fisonómicas de la Isla de Alborán (Almería), con una reducida superficie emergente y muy alejada de los bordes continentales más próximos a ella (África y Europa), han sido los principales factores originarios de su singularidad florística y faunística. No obstante, también debido a su posición estratégica en el extremo oeste del Mar Mediterráneo y a encontrarse localizada a igual distancia entre la costa sur de la Península Ibérica y el litoral norte de la región magrebí, ha sido tradicionalmente utilizada para diversos usos humanos a lo largo de la historia: acondicionamiento militar, instalación de un faro marítimo en su superficie, etc. Por otro lado, y aún habiendo sido declaradas recientemente sus aguas periféricas como Reservas Marina y de Pesca (Orden de 31 de julio de 1997 por la que se establece una reserva marina y una reserva de pesca en el entorno de la isla de Alborán; BOE nº 204, de martes 26 de agosto de 1997; Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), el hecho de encontrarse situada en las inmediaciones de una zona marítima con gran productividad en sus caladeros (Templado et al., 1986), le ha valido para que, por parte de marineros de ambas costas del Mar de Alborán, su superficie terrestre haya sido usualmente concurrida por el hombre (por ejemplo, Yus & Cabo, 1986). Pese a tan alta originalidad biocenótica y al impacto que puede ocasionar sobre la misma dicha presencia antrópica, hasta el momento no se han realizado análisis que discriminen directrices de gestión con el objeto de evaluar y corregir las alteraciones humanas provocadas en el hábitat terrestre, encaminadas a garantizar la conservación de sus particular biodiversidad.
En la presente comunicación, se aportan los resultados preliminares relacionados con los estudios que se están desarrollando en la actualidad, dirigidos a cuantificar y zonificar el estatus poblacional de las especies de vertebrados terrestres actualmente presentes en la Isla de Alborán.
Por otro lado, se dictaminan propuestas de actuación como herramientas útiles para la futura conservación de tal conjunto animal.
ÁREA DE ESTUDIO
La Isla de Alborán (Almería, 35º55´N, 3º40´W) se sitúa en el extremo oeste del Mar Mediterráneo (Mar de Alborán), frente al Estrecho de Gibraltar, a 48 millas al sur de Adra (Almería) y a 29 millas al norte del Cabo Tres Forcas (en las inmediaciones de Melilla), siendo éstas sus costas continentales más próximas (Fig. 1). Tal localización le otorga un clima con un componente marítimo muy elevado, ubicándose en el bioclima Termomediterráneo con gran humedad relativa en el ambiente por acción marina, pese a la baja pluviometría presente en la zona (Yus & Cabo, 1986). Su reducida superficie triangular es eminentemente llana, encontrándose a 15 m s.n.m. y rodeada de un reborde de pequeños acantilados con diversas grietas y orificios provocados por la abrasión marina, presentando un área total de 7,1 ha, con una longitud y anchura máximas de 605 y 265 m respectivamente (Fig. 1). Tales peculiaridades ambientales, junto a la naturaleza de su suelo (esencialmente volcánico y con características limo-arcilloso-arenosas), la presencia del hombre y de aves marinas, son las responsables de que sobre su superficie se desarrolle de forma espontánea una comunidad vegetal predominantemente arbustiva y con componentes halófilos, nitrófilos y sammófilos (Univ. de Granada, 1972; ver también Urios & Martín, 1997), de una altura media en torno a los 13 cm y con una cobertura total promedio del 54,8%. El gran aislamiento marítimo a que se ve sometida su composición vegetal, ha sido suficiente para que en la misma se hayan provocado procesos de especiación y subespeciación que han conducido al origen de endemismos florísticos exclusivos de la isla (Diplotaxis siettiana, Senecio alboranicus, Anacyclus alboranensis y Frankenia corymbosa alboranensis; Esteve & Varo, 1972). De igual modo, entre la fauna invertebrada asociada, también se encuentran endemismos propios de Alborán (Tylenchorhynchus alboranensis, Teba pisana alboranensis, Zophosis alborana; Yus & Cabo, 1986).
Por otro lado y teniendo en cuenta la descripción de la presencia antrópica en Alborán, en el extremo sur y a ambos lados de la isla se han construido dos muelles de embarcadero para barcas con poco calado, así como una sólida edificación correspondiente a las antiguas dependencias militares y a la torre del faro que tradicionalmente han operado en la ínsula, además de otras instalaciones accesorias. Al norte de la construcción principal existe una extensa área cementada correspondiente al helipuerto, quedando a levante un barracón de uso por el pequeño destacamento militar que habita la isla en la actualidad (Fig. 1).
Fig. 1.- Localización geográfica, mapas de perfíl y planta, así como características fisonómicas más relevantes de la Isla de Alborán.
MATERIAL Y METODOS
Con el fin de proceder a la evaluación poblacional de vertebrados en el ámbito terrestre de Alborán, se han desarrollado diferentes técnicas de muestreo repartidas en las seis visitas, de un día de duración, llevadas a cabo hasta la fecha y correspondientes al intervalo 1994-1997.
Debido a la ausencia de masa superficial de agua dulce en la ínsula, se ha descartado de antemano la presencia de peces continentales y anfibios en ella, quedando el protocolo de muestreo restringido al registro de reptiles, aves y mamíferos.
Para el rastreo de especies de reptiles, se ha procedido durante todas las visitas a la búsqueda intensiva de ejemplares, dedicándole especial atención a las familias de gecónidos (salamanquesas), lacértidos (lagartijas) y colúbridos (culebras) como usuales habitantes de tal tipo de ambientes (Marteo, 1997a). Para ello se han explorado las edificaciones, llanura y acantilados de la isla mediante itinerarios en toda su extensión. Las poblaciones orníticas han sido muestreadas en base a tres modalidades metodológicas: i) por un lado se han llevado a cabo censos absolutos "en dos tiempos" de individuos para las colonias de láridos (gaviotas), así como conteo exhaustivo de nidos del año, mapeando su situación en la ínsula; ii) por otro, para el resto de la avifauna presente se han realizado transectos en un recorrido de ida y vuelta a lo largo del extremo más extenso de Alborán, anotando todas las especies de aves vistas u oidas; iii) también se han rastreado las grietas y orificios de los acantilados y edificios, con el objeto de encontrar posibles indicios de aves que las pudiesen utilizar. Por último y en relación con los mamíferos, se han desarrollado así mismo dos tipos de muestreo: i) búsqueda activa de restos orgánicos, huellas y rastros de los mismos, tanto en las edificaciones como en la llanura o acantilados, con la intención de encontrar presencia de insectívoros (musarañas), quirópteros (murciélagos), roedores (ratas y/o ratones), lagomorfos (conejos) u otros especímenes de posible origen doméstico; ii) instalación de trampas con cebo tanto para ratas como para ratones, que se dejaban principalmente en las edificaciones antrópicas y se recogían a la siguiente visita. Para una descripción más detallada de los métodos empleados de censo, ver Tellería (1986).
Por otro lado, se ha revisado la bibliografía existente sobre biocenosis de Alborán en años precedentes, con el fin de comparar los resultados obtenidos en nuestras campañas de muestreo con la información allí aportada.
Para finalizar, también se han identificado las principales fuentes de alteración en el hábitat, provocadas por la presencia humana en la isla, tanto para el ámbito presente como futuro. Basándonos en los resultados de tal investigación, discutimos las medidas correctoras que puedan hacer posible la conservación y mejora de los mencionados efectivos biológicos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Cuantificación y zonación poblacional de vertebrados terrestres
Pese a desarrollar los procedimientos de muestreo arriba expuestos, no se han encontrado indicios con presencia de reptiles o mamíferos en la isla para el período de estudio. Dichos resultados ya han sido reiteradamente descritos por diferentes autores en la bibliografía consultada (Archiduque Luis Salvador de Austria, 1898, en Puig, 1912; García-Raso & Salas, 1984; Mateo, 1997b; ver no obstante, Yus & Cabo, 1986). El hecho de tratarse de una ínsula con mínimo areal muy alejado de costa, probablemente ha incidido para que su capacidad de carga en relación con tales grupos zoológicos sea nula (MacArthur & Wilson, 1967). Otro hecho que ha podido provocar la total ausencia histórica de la mencionada fauna, es la no existencia de puerto en ella para embarcaciones de mayor calado, hecho que debe de imposibilitar normalmente la entrada a tierra, entre otros, de reptiles y roedores foráneos como ha sucedido en diferentes islas con tal tipo de instalaciones (por ejemplo, Mayol, 1997). No obstante, y pese a no haber sido identificados restos orgánicos correspondientes a quirópteros, no se descarta la posibilidad de que alguna especie de murciélago utilice los orificios de acantilados o edificaciones, como puntos de descanso en sus probables viajes migratorios entre el sur de la Península Ibérica y el norte del Magreb (Corbet & Ovenden, 1982). En años precedentes al intervalo de estudio, por otro lado, se cita la existencia de conejos o cerdos en la isla como animales semidomésticos habitantes en ella (personal militar, com. pers.).
Fig. 2.- Áreas de interés para la Isla de Alborán, en relación con la conservación de aves del entorno terrestre (ver texto). Area punteada, zona principal de cría para Gaviota de Audouin; áreas rayadas, zonas con Malva mauritánica para paseriformes.
En relación con el grupo ornítico, hemos observado la utilización de la isla por dos gremios distintos de aves: i) El correspondiente al de la colonia de gaviotas que utilizan su superficie para descansar o, principalmente, para la nidificación. Así, nos encontramos una colonia mixta de Gaviota patiamarilla (Larus cachinnans) y Gaviota de Audouin (Larus audouinii) (por ejemplo, de Juana & Varela, 1993; Paracuellos & Nevado, 1995). Tales especies, aunque se pueden presentar en Alborán a lo largo del año, abundan en ella principalmente durante la época de cría, dándose en la actualidad un total en torno a 300 parejas reproductoras de G. patiamarilla y más de 150 de G. de Audouin que colonizan principalmente el extremo noreste de la misma, de carácter menos antropizado (Fig. 2). También se han observado posadas sobre la superficie emergente otras especies de aves marinas como cormoranes (Phalacrocorax sp.) y Gaviota sombría (Larus fuscus). ii) Y el del conjunto de especies (principalmente no planeadoras) que se detectan normalmente sedimentando en la isla como punto de reposo y avituallamiento durante sus viajes migratorios directos entre el sureste ibérico (por ej., Wiltschko & Wiltschko, 1988) y la costa africana (D. Jerez, com. pers.). En tal agregado, aunque hemos encontrado aves no paseriformes como Garceta común (Egretta garzetta), Halcón peregrino (Falco peregrinus), Abubilla (Upupa epops) o Vencejo común (Apus apus), el cuerpo principal lo componen especies paseriformes migratorias, principalmente de carácter transahariano (ver también Yus & Cabo, 1986). Como se puede observar en la Fig. 3, el conjunto de pájaros, casi ausente en otros períodos anuales, es sustancialmente diverso en el paso migratorio prenupcial (hasta la fecha no se ha cuantificado el postnupcial). También se ha podido observar el hecho de que, mientras las especies migratorias sedimentadas de carácter estepario o de áreas abiertas que se alimentan principalmente en el suelo (por ejemplo, Bisbita común Anthus pratensis, Colirrojo tizón Phoenicurus ochruros, Collalba gris Oenanthe oenanthe) se asocian al extenso matorral que se extiende a lo largo de toda la ínsula, aquellas otras normalmente ligadas a estratos arbóreos, arbustivos o de mayor porte y cobertura (por ejemplo, Mosquitero común Philloscopus collybita, Zarcero común Hippolais polyglotta, Carricerín común Acrocephalus schoenobaenus), utilizan normalmente para alimentarse los localizados cinturones de Malva mauritánica (Lavatera mauritanica) que esencialmente rodean al barracón y al helipuerto en gran parte de su perímetro (Fig. 2), como únicas formaciones de destacado porte y cobertura vegetal. Por otro lado, la total ausencia de aves no marinas nidificantes en Alborán, también debe de achacarse a la restringida superficie y al significativo aislamiento de la misma (MacArthur & Wilson, 1967; Grup Balear dOrnitologia i Defensa de la Naturaleza, 1997).
Fig. 3.- Riqueza total de especies terrestres de paseriformes y no paseriformes detectadas en la Isla de Alborán durante los meses de estudio.
Identificación de impactos antrópicos potenciales sobre vertebrados terrestres
Tras el análisis de búsqueda de posibles causas de incidencia negativa sobre el grupo zoológico en Alborán, se pueden señalar como principales:
i.- La continua presencia humana pasada y presente. Hasta principios de los años 90 ha existido en Alborán una pequeña guarnición militar que ha incidido de forma continua y reiterada sobre la biocenosis insular (debido por ejemplo a la realización de movimientos de tierras, vertido incontrolado de basuras, obras de construcción, presencia continua de personal, etc., en la superficie de reducido tamaño), operando negativamente sobre ella (desaparición de formaciones vegetales y fauna asociada en ciertas áreas, molestias directas a aves en paso, reposo o nidificación, etc.). Tal incidencia ha debido provocar una regresión ecológica asociada con algunas especies de vertebrados presentes (por ejemplo, en relación con las gaviotas nidificantes; Paracuellos & Nevado, 1995; Hernández-Gil, 1997). Aunque tras dicho período se ha producido un abandono militar de Alborán, en 1997 ha vuelto a restablecerse la guarnición permanente que está actuando hasta la fecha, sin ningún tipo de uso restrictivo en la misma.
ii.- El futuro proyecto para construcción de puerto de refugio y nuevas naves de equipamiento y seguridad. El gobierno central ha estimado de interés (mediante un convenio de colaboración suscrito y en ejecución, entre la Secretaria General de Pesca Marítima del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Diputación Provincial de Almería) la instalación de naves de nueva creación que se habilitaran para usos auxiliares variados, además de la realización inmediata, entre otras obras, de un puerto-refugio de atraque para barcos de mayor embergadura (La Voz de Almería, 9 de enero de 1998, pp. 5). Mientras que las primeras actuaciones, de ejecutarse sin evaluar el posible impacto que posiblemente ocasionen en la comunidad florístico-faunística ligada a su entorno, pueden unirse al conjunto de acciones de incidencia negativa en el medio ambiente que ya se han venido llevando a cabo tradicionalmente en la superficie insular; la última puede acarrear probablemente la introducción involuntaria de especies zoológicas alóctonas (Mateo, 1997c; Mayol, 1997; Olmedo, 1997), en algunos casos extremadamente perjudiciales para las especies faunísticas autóctonas (aves en paso descansando o huevos, pollos y adultos de gaviotas), por efectos de depredación o competencia (puede ser el caso de la entrada de roedores sustancialmente prolíficos y dañinos como las ratas y ratones; Plan Coordinado de Actuaciones de la Gaviota de Audouin, 1994; Hernández-Gil, 1997).
Medidas correctoras de impactos ambientales sobre vertebrados terrestres
Siendo identificados los impactos arriba enumerados y con el fin de conservar y mejorar las condiciones ecológicas para la fauna superior de la isla, se proponen como actuaciones convenientes y recomendables las siguientes:
i.- Protección integral de la superficie terrestre de la Isla de Alborán. Como medida principal de conservación se plantea la inclusión de la isla en una figura de protección que garantice un uso sostenible de la misma. Tal interés se articula en relación con el elevado valor estratégico de la ínsula para aves en paso, como los paseriformes migratorios, o reproductoras como la endémica G. de Audouin, que aun en aumento poblacional para el Mediterráneo durante los últimos años (de Juana & Varela, 1993; Plan Coordinado de Actuaciones de la Gaviota de Audouin, 1994), sigue siendo catalogada especie amenazada y considerada con categoría de "vulnerable", estimandose sus pequeños núcleos de cría (como el de Alborán) vitales para la pervivencia futura de la especie, por constituirse como alternativos recursos genéticos de aquellos otros principales (por ejemplo, Delta del Ebro e Islas Chafarinas), ante cualquier alteración de las condiciones naturales en los últimos que puedan derivar hacia su colapso reproductor (Revisión del Plan de Acción Internacional para la Gaviota de Audouin; II Seminario Internacional de la Gaviota de Audouin, Ministerio de Medio Ambiente, Melilla, 1997). Gracias a ello, la Sociedad Española de Ornitología ha incluido a Alborán en una unidad de su "Programa de Áreas Importantes para las Aves en España" durante 1998 (SEO/BirdLife, en preparación). Por último y en consonancia con la importancia arriba enunciada, está siendo evaluada por parte de la Consejería de Medio Ambiente (Junta de Andalucía), su incorporación a la red de espacios naturales protegidos de Andalucía (Guirado et al., 1997).
ii.- Delimitación de áreas de uso restringido en la superficie insular. Además, para la pervivencia de la colonia reproductora de G. de Audouin en Alborán y en relación con la nueva presencia continua de la guarnición militar en la isla, es aconsejable la demarcación de un área, señalada en la Fig. 2, en la cual los núcleos de cría de la gaviota han sido localizados durante la mayoría de años para los que se posee información. En tal superficie será necesaria la ausencia de molestias a la colonia, principalmente durante el período de nidificación (marzo-julio), evitando en lo posible las visitas a la misma por parte del hombre.
iii.- Conservación de áreas de Malva mauritánica. Pese al bajo valor florístico de la especie botánica, su crucial capacidad para acoger a un nutrido contingente de paseriformes durante los pasos migratorios, que de otro modo tendrían graves dificultades de alimentación en la ínsula, hace que se requiera de normas de conservación para la misma, frente a los posibles usos futuros de gestión que se vayan a llevar a cabo en la zona.
iv.- Realización de las correspondientes evaluaciones de impacto ambiental para ulteriores obras de construcción en la isla. Debido al interés por dotar a Alborán de infraestructuras de nueva planta para usos múltiples, y al llevar asociadas algunas de ellas posibles causas graves de deterioro para la fauna presente (por ejemplo la construcción del nuevo puerto de atraque), se considera de interés la realización de análisis de impacto ambiental para las mismas, que dictaminen medidas correctoras con el fin de evitar los daños ecológicos arriba descritos.
BIBLIOGRAFÍA
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