ENCUENTRO MEDIOAMBIENTAL ALMERIENSE: EN BUSCA DE SOLUCIONES

TURISMO BARRA DE EXPLORACIÓN

DOCUMENTOS DE TRABAJO Y COMUNICACIONES

EL TURISMO DEL GOLF Y SU IMPACTO EN EL MEDIO AMBIENTE Y EN LOS RECURSOS NATURALES. PROPUESTAS PARA SU ORDENACIÓN EN EL LITORAL ALMERIENSE 

Manuel Sánchez Villanueva

Grupo Ecologista Mediterráneo-GEM

 

1.- INTRODUCCION

Desde principios de los años 80 se ha incrementado considerablemente el número de campos de golf construidos o en proyecto en la Comunidad Autonoma andaluza. La benignidad del clima invernal de esta comunidad autonoma la convierten en un destino privilegiado para los amantes de este deporte, cuya practica se desarrolla completamente al aire libre, por lo que el numero de turistas extranjeros que visitan el litoral andaluz atraidos por la práctica de este deporte aumenta día a día.

Por parte de las empresas promotoras de instalaciones de este tipo y del sector turístico implicado se ha subrayado la importancia que este turismo tiene como dinamizador de la actividad económica , al tiempo que se destaca su interés como alternativa al turismo de "sol y playa".

Al mismo tiempo, desde los sectores interesados por la conservación del medio ambiente, especialmente por parte del movimiento ecologista,se ha mantenido permanentemente abierto el debate sobre el impacto de este tipo de instalaciones deportivas sobre el frágil equilibrio ambiental de esta tierra, unido a su fuerte consumo de dos recursos naturales escasos en nuestra comunidad: agua y suelo.

Desde que a principios de la presente década comenzamos a trabajar sobre este tema en el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM), hemos detectado una escasez de trabajos y estudios fiables sobre la realidad de los campos de golf en esta zona. A partir de ahí, hemos intentado profundizar en el tema intentado llegar a conclusiones sobre los aspectos fundamentales que a nuestro juicio debe contemplar cualquier debate ambiental sobre estas instalaciones: su abastecimiento del recurso agua, del que son grandes consumidores en competencia directa con la agricultura intensiva y con el consumo urbano, la conveniencia de planificar y legislar el tipo de suelo en los que se pueden localizar estas instalaciones, su impacto sobre el entorno y los acuíferos, y su conveniencia desde el punto de vista socio-económica en relación a otros sectores económicos con los que compiten por los recursos naturales anteriormente citados.

 

2.- IMPACTO SOBRE EL MEDIO

 

2.1.-Suelo

Los campos de golf suelen ubicarse en zonas naturales escasamente urbanizadas, y, por lo tanto, próximas a zonas protegidas o catalogadas como suelo no urbanizable según la Ley del Suelo.

Una de las razones de esta preferencia es la necesidad de disponer de una elevada superficie de terreno. Se estima que se requiere como término medio unos 800 metros cuadrados de "green" (i.e: final del recorrido donde el jugador da el último golpe) por cada hoyo, aunque a algunos se les dota de hasta 1.500 m2; teniendo en cuenta que cada hoyo está separado por las calles y las entrecalles, el "tee" (i.e: salida),etc, la superficie aumenta de tal modo que un campo de golf de 18 hoyos con un campo de prácticas necesita 450.000 m2 (45 Has); otros hablan incluso de entre 55 y 80 Has, y no hablemos de los campos de 36 y 54 hoyos existentes en la Costa del Sol Malagueña.

Para el acondicionamiento de la superficie donde se instalará un campo de golf, suele realizarse una labor de desbroce y allanado del terreno ("aclareo"), a excepción de la zona ocupada por los "rough"(i.e: entrecalle), que supone la tala de árboles y matorrales presentes en el terreno original, desapareciendo así una buena parte de la riqueza de matorral existente, arrastrando la desaparación de la fauna aneja a éstos como insectos y reptiles, detectándose descensos de población acusados sobre todo en lepidópteros.

Posteriormente se realiza una labor de subsolado, que no es más que el levantamiento y mezcla de las capas inferiores del suelo situadas a más de 60 cm. de profundidad hacia la superficie para el aireado y posteriores tratamientos para procurar un terreno de juego mullido. Esta labor provoca una modificación sustancial de la estructura y de la microbiología del suelo, ya que el terreno original es suplantado por una capa de grava o piedra machacada de 6-8 cm. de diámetro para favorecer el drenaje, y posteriormente una capa de 30-40 cm de tierra vegetal que puede ser la misma o exportada.

Más tarde es necesario crear un buen sistema de drenaje para eliminar el agua sobrante del riego debido a la sensibilidad a la humedad y a los encharcamientos de las gramíneas que constituyen el césped y, sobre todo ,para que el campo esté listo siempre para jugar. Esta acción, en algunos casos, no respeta el drenaje natural del terreno, modificándolo sustancialmente, introduciendo un factor que puede ser contrario y contraproducente al estado existente antes de esta labor, y, al mismo tiempo, la mayoría de los diseños no contemplan el aprovechamiento de estas aguas de escorrentía.

El mantenimiento de un campo de golf precisa de continuas intervenciones que por su intensidad y frecuencia afecta igualmente al medio donde se asienta. Los abonados son principalmente químicos y no orgánicos, con el riesgo potencial de aumento de la salinidad del suelo teniendo en cuenta que la frecuencia en la aplicación es como mínimo de diez veces al año. Los abonos más utilizados son los compuestos y el nitrato amónico, aunque algunos campos utilizan la urea. Las necesidades nutricionales de un césped es bastante alta, superando los 700 Kg./Ha. y año de preparados químicos comerciales que se están introduciendo en el terreno, provocando su salinización, y,por lo tanto, su futura esterilidad.

 

2.2.- Consumo de agua y repercusión en acuíferos

Los datos sobre consumo de agua en los campos de golf andaluces son tan variados como las fuentes consultadas. Sin embargo, a la hora de evaluar este dato, y ante la falta de datos fiables proporcionados por fuentes independientes como la administración autónoma o la Universidad, el G.E.M ha preferido siempre basarse en datos proporcionados por las mismas empresas gestoras de campos de golf, los cuales siempre deberán ser, al menos en principio, conservadores.

De este modo, tenemos que el consumo medio campo/año de los dos campos más antiguos de la provincia, son los siguientes:

1) Club de Golf Playa Serena: 300.000.- m3/año

2) Golf Almerimar.................: 580.000.- 03/año

Para el resto de los campos de la provincia, carecemos de datos contrastados. Por ello recurrimos al trabajo coordinado por Priego de Montano y elaborado por científicos de la Universidad de Córdoba " Valoración Ambiental de los campos de Golf en Andalucía", patrocinado por la Federación Andaluza de Golf , por entender que dicho estudio debería contar con datos fiables relativos a los consumo de agua de los campos andaluces, ya que había sido promovido por los responsables de los mismos.

Tal y como se afirma en el trabajo de Priego de Montano (1994:100):

" Teniendo en cuenta los cálculos anteriores, y la superficie cespitosa media de

un campo de golf de 18 hoyos en Andalucía, un campo de golf de nuestra co-

munidad debería consumir un mínimo de 360.000 m3/año, para el mantenimien-

to de la superficie cespitosa, cifra que concuerda con la de 1.000 m3/día de

otras fuentes consultadas. Esta cifra aumentaría o disminuiría algo dependiendo

de la ubicación" (4)

Dentro del citado trabajo publicado por la Universidad de Córdoba se sigue

afirmando(1994:101)

" Teniendo en cuenta todo lo anterior, creemos que el consumo medio que viene

realizando un campo en Andalucía gira en torno a los 500.000 m3/año, cantidad

sensiblemente más alta (40%) que la mínima estimada, hecho que achacamos a

que se riega total o parcialmente los "rough" .

 

Los tres campos de golf asentados en la comarca del Poniente almeriense utilizan aguas procedentes del consumo humano en diferentes zonas turísticas de la zona. Así, en Almerimar se depuran las aguas en la propia urbanización ejidense y posteriormente son utilizadas para el riego de unas 52 Has., en us mayoría ocupadas por el césped del campo de golf. Igualmente ocurre en el campo de golf de la urbanización roquetera de Playa Serena. El campo dispone de 4 depuradoras del agua que se consume en esta zona turística.

El campo denominado "La Envía Golf", en el término municipal de Vicar se riega con aguas residuales depuradas procedentes del núcleo de El Parador de las Hortichuelas y que son impulsadas hasta el paraje de "La Envía". Esta solución al abastecimiento de agua de este campo se decidió a partir de demandas en este sentido de colectivos agrarios y ecologistas.

En el caso de los campos de "Cortijo Grande" y "Club de Tenis Almería" se utiliza abastecimiento a partir de pozos, aunque en ambos casos cuentan con proyectos para la utilización de aguas residuales.

En los nuevos campos actualmente en proyecto: "Aguilón Club Golf" (Pulpí),

"Marina de la Torre" (Mojacar), "Vera Golf" (Vera), la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía ha puesto como condición para su aprobación que se construyan instalaciones para garantizar el riego con aguas residuales depuradas.

 

3.- Repercusión Socio-Económica del Turismo del Golf en Andalucía

La existencia de campos de golf en la costa andaluza supone un factor diversificador de la oferta de "sol y playa" que tradicionalmente ha constituido la base de la industria turística en nuestra comunidad.

La práctica de este deporte se ha convertido en un incentivo turìstico de primer orden en nuestras costas, por el espectacular crecimiento de turistas que lo práctican, muy fieles y de alto poder adquisitivo. Los jugadores de golf que visitan nuestas costas gastan entre 2,5 y 4 veces más de promedio que un turista normal, y, además, viajan en temporada baja, garantizando la explotación del sector servicios en épocas de mínima ocupación.

El turismo de golf tiene un perfil característico, ya que se trata de un turismo de categoria notablemente superior a la media. Otras características positivas de este tipo de turismo, según el Plan de Marketing de la Costa del Sol, es:

- Se aloja en hoteles de 4 y 5 estrellas (el 75%)

- La mitad de estos turistas realizan visitas al interior

- Indice de movilidad medio-alto

Como consencuencia de lo anteriormente expuesto, se puede concluir que la actividad turística ligada al deporte del golf supone una actividad económica de relativa importancia. Del volumen total del gasto de un jugador de golf, en torno al 50 % es de carácter extrahotelero, y únicamente alrededor del 15% es estrictamente inherente al golf, lo que nos puede dar na idea de las repercusiones que tiene el golf como generador de economías inducidas que se traducen en creación de empleo. Así, aparte del directo que se deriva de las instalaciones propias del golf, restaurantes y bares anejos al mismo, de las pernoctaciones turísticas de los jugadores y acompañantes y de la inversión en los campos de golf, se propicia la proliferación de puestos de trabajo directos e inderectos de más dificil cuantificación a través de actividades como:

- Promociones inmobiliarias

- Intermediación turística, restauración, táxis, alquiler de automoviles y comercio

- Construcción, etc

A la hora de planificar la oferta turística basada en el reclamo del deporte del Golf, existen una serie de modelos, de los cuales dos son los más utilizados en Andalucía:

1) El sistema "Golf-Urbanización": Orientado hacia una privatización eventual del campo de golf a favor de los compradores de los productos inmobiliarias asociados a la promotora del campo.

Este sistema ha determinado una reducción del número de salidas y una perdida de calidad, al mismo tiempo que un encarecimiento exagerado de los "green-fees".

De hecho, y según se indica en el informe de CEA (Confederación de Empresarios de Andalucía) "Actualización sobre el Informe sobre el Turismo del Golf en Andalucía" (Málaga,1992:6):

" La estructura de los desarrollos inmobiliarios asociados a los campos de golf determina una privatización de la ofrerta particularizada para cada instalación. En el principio del desarrollo inmobiliario el 90% de las salidas están disponibles para turistas. A medida que la urbanización se va consolidando, el número de salidas a la venta se reduce llegando a un mínimo con la cesión del campo por parte de la sociedad inmobiliaria a los socios compradores de inmuebles. En el periodo inmediato a la cesión se ha llegado en algunos casos a un cierre total de las instalaciones para los jugadores no socios. Pasado un año como máximo los nuevos socios propietarios vuelven a vender las salidas ante la realidad de los gastos de mantenimiento de las instalaciones".

B) El modelo denominado "Golf-Resort": Se basa en una oferta sólida y segura de alojamiento combinada con una oferta segura de jugar al golf para los turistas. Se trata del tipo de golf más frecuente en áreas como USA y El Caribe.

Para los expertos, la capacidad de un área turística para atraer un volumen significativo de turismo de golf aparece a partir de un número de campos que se denomina "masa crítica"; este número mínimo de campos se situa entre 5 y 10, dependiendo del planteamiento turístico del mismo. Actualmente, la provincia de Almería, con 5 campos en funcionamiento y 3 más proyectados a corto plazo, estaría ya muy cerca de estar dotada de masa crítica suficiente para generar un foco de atracción turística.

 

4.- Conclusiones y Propuestas de Ordenación del Sector

Como ya indicabamos al principio del presente trabajo, a la hora de plantear el debate sobre este tipo de instalaciones, es necesario tener presente que en la provincia de Almería compiten con el resto de las actividades económicas básicamente por dos recursos naturales muy escasos en la misma: suelo y agua. También es necesario tener en cuenta el impacto ambiental que produce su construcción y mantenimiento, especialmente en aspectos como el impacto sobre las especies, el manto vegetal y el forestal, el drenaje natural y la utilización de fertilizantes y fitosanitarios.

Según datos tomados del citado trabajo de Priego de Montano, (que no compartimos por considerarlos excesivamente conservadores), el consumo de agua por hectárea en un campo de golf rondaría los 12.000m3 para el 90% del campo, y 30.000 m3 para el 10% restante. Sin embargo, no hay que olvidar que la agricultura extratemprana de Almería, que supone el sector primordial dentro de la actividad económica provincial, tiene unos consumos medios de 6.000 m3/hectárea/año, con una productividad del recurso agua muy cercana a la peseta/litro, y con una generación de mepleo cercana a los 780 jornales/Ha, muy superior a la producida por el deporte del Golf.

Sin embargo, dado que la agricultura intensiva no puede ser en modo alguno un "monocultivo" para la provincia de Almería, y que el subsector del turismo del golf ha demostrado una mayor productividad que el modelo turístico "sol y playa", creemos interesante para Almería el mantener un número de campos de golf como foco de atracción turística (la "masa crítica" de la que habla el informe de CEA), siempre dentro de unos límites de planificación, limitación y control del impacto ambiental que produce.

Para ello presentamos una serie de propuestas, que se podrían resumir en las siguientes:

A) Elaboración inmediata por parte de la Junta de Andalucía de una normativa legal sobre este tipo de instalaciones, en las que se contemplen aspectos tales como:

- Localización de este tipo de campos en relación a la ordenación del territorio

- Criterios para la utilización de abonos y fertilizantes

- Impacto ambiental de su construcción y mantenimiento

- Sistemas de control sobre el abastecimiento de agua, siempre sobre la base de la

obligatoriedad de consumir aguas residuales depuradas

 

B) Redacción de un estudio a nivel provincial, por parte de investigadores cualificados, del impacto ambiental de este tipo de instalaciones, su repercusión sobre un medio ambiente tan frágil como el del litoral almeriense, así como de la capacidad real que nuestro territorio puede soportar, sin que este tipo de instalaciones suponga una pérdida de recursos para otros sectores, teniendo en cuenta que las aguas residuales serán a corto plazo un recurso muy valorado en nuestra provincia,y que el suelo es ya un recurso escaso en el litoral almeriense.

 

5.- BIBLIOGRAFIA

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