José G. López Segura |
Jefe Servicio Gestión Medio Natural. Consejería de Medio Ambiente. |
José S. Guirado Romero |
Director Conservador P.N. Cabo de Gata-Níjar. Consejería de Medio Ambiente. |
Juan Montes Valverde |
Director Conservador P.N. Sierra Nevada. Consejería de Medio Ambiente. |
Francisco Alcocer Martínez |
Director Conservador P.N. Sierra de María-Los Vélez. Consejería de Medio Ambiente. |
Martín Soler Márquez |
Delegado Provincial Consejería de Medio Ambiente. |
Rosa M. Mendoza Castellón |
Bióloga. Consejería de Medio Ambiente. |
Hermelindo Castro Nogueira |
Profesor Titular Ecología. UAL |
Enrique López Carrique |
Biólogo Agente Medio Ambiente. Consejería de Medio Ambiente. |
PRESENTACIÓN DEL DOCUMENTO
Coinciden en el tiempo la solicitud que nos fue formulada por el Comité Organizador del Encuentro Medioambiental almeriense "EN BUSCA DE SOLUCIONES", respecto de la elaboración de una ponencia marco sobre "ESPACIOS NATURALES", con el intenso proceso de reflexión interna abierto por la propia Administración Ambiental Andaluza (Consejería de Medio Ambiente, en adelante C.M.A.) en relación a la Red de Espacios Naturales Protegidos (en adelante R.E.N.P.A.). Proceso que no es exclusivo de Andalucía como reflejan las continuas convocatorias de cursos y jornadas centradas sobre esta temática, la última de las cuales (ESPARC 97) se desarrolló recientemente (10 a 13 de diciembre de 1997, en Casa Nova de IObac-Barcelona).
Ciñéndonos al objetivo que orienta el encuentro ("En busca de soluciones") hemos procurado redactar un documento que introduzca la reflexión y el debate. Sus comentarios y contenidos creemos haberlos expuesto, intencionadamente, con total claridad y quizá cierta crudeza, puesto que no están nada matizados y, obviamente, resultan subjetivos. No hay por ello que asumir la integridad de las afirmaciones o negaciones que en el se incluyen, ya que, insistimos, su único valor es el de incitar el debate, facilitar la discusión y propiciar la negociación como base de posibles reorientaciones.
Por último, siguiendo la estela de las orientaciones que en "un lenguaje sencillo" realizara el Dr. Fernando González Belnaldez durante una de sus conferencias en Almería, debemos afirmar que en "Conservación de la Naturaleza" ha llegado el momento de "desparquerizar" los Parques Naturales y "parquerizar" el resto de los Espacios Naturales. La protección de los recursos naturales debe ser, por tanto, una acción homogénea en todo el territorio provincial y dado que consideramos los Espacios Naturales Protegidos (en adelante E.N.P.) como verdaderos "buques insignia" de las políticas de Conservación, nuestra ponencia los analiza en detalle y propone con ello, una gestión coherente a efectos ambientales de las "Comarcas Naturales" en las que cada E.N.P. se integra.
INTRODUCCIÓN. REFLEXIONES PREVIAS
A menudo encontramos quién cree que si pusiésemos fin a toda intervención humana en determinadas áreas, aseguraríamos el mantenimiento de la biodiversidad existente y evitaríamos la extinción de las especies en peligro. En casi todos los casos esta es una visión simplista y estática.
En su inicio, las estrategias de conservación de la naturaleza se concentraban en la protección de especies vegetales y animales específicas para prevenir su extinción. La prohibición de cazar animales y de recoger plantas de las especies protegidas les permitió sobrevivir. Pero pronto se hizo patente que este tipo de medidas no eran suficientes cuando lo que se estaba deteriorando era todo el conjunto de las condiciones de vida de estos animales y plantas, y por tanto, era necesario preservar toda la biota. Sin embargo, eso sólo se podía alcanzar cuando el funcionamiento de todo el ecosistema estuviese asegurado.
Todos sabemos que los ecosistemas son parte de la biosfera, alcanzan el subsuelo y sus procesos biológicos, la superficie de la Tierra y la cubierta vegetal natural y todos los seres vivos que la habitan y, finalmente, la parte de la atmósfera que tiene influencia sobre la vida en la Tierra.
Los ecosistemas son sistemas abiertos, por una parte, reciben materia, energía e información del exterior y por otra, pueden emitir materia, energía e información hacia otros ecosistemas o hacia la atmósfera. No son nunca estáticos, siempre son dinámicos. Oscilan en torno de un medio determinado o, más a menudo, se desarrollan en cierta dirección (hacia un clímax vegetal o hacia un estado de degradación y desequilibrio).
Los Espacios Naturales Protegidos, por supuesto, también son ecosistemas. A menudo constan de todo un grupo de ecosistemas diferentes consolidados en una entidad legal o administrativa (Figura de Protección : Parque Nacional, Parque Natural, Paraje Natural, Reserva Natural, etc.).
Su estado y su futuro sólo se puede entender si los consideramos como sistemas complejos con una historia muy larga y que contienen interacciones muy complejas entre naturaleza y actividades humanas.
En Europa, todos los ecosistemas se encuentran más o menos influidos por el hombre. Sistemas completamente naturales sólo se encuentra en regiones que hace mucho tiempo que están deshabitadas y que nunca recibieron la influencia del hombre. Existen muy pocos ejemplos en el continente, sólo algunas zonas de alta montaña, las tierras emergentes de los deltas de los grandes ríos, y las laderas de los volcanes activos admiten tal valoración.
Durante miles de años, el hombre ha influido en muchas regiones. La influencia humana ha ido aumentando y disminuyendo periódicamente. Hoy tenemos regiones con una interferencia humana decreciente y otras con una influencia humana en aumento.
Son muchas las clases de influencia humana sobre los ecosistemas y a menudo no han sido, y no son, los hombres los responsables directos de determinados efectos. En muchos casos, la causa directa radica en los animales domésticos, en la extinción de una parte de la fauna natural (los predadores), en una superpoblación de animales de caza precisamente para que se les pueda cazar, en las alteraciones de los regímenes de agua, los incendios, diversas clases de emisiones, etc.; todos ellos factores muy importantes en la composición de los actuales ecosistemas.
Muchos de estos ecosistemas, los que ahora consideramos especialmente valiosos desde el punto de vista de la conservación de la naturaleza, han sido resultado de actividades humanas: mineras (salinas), agrícolas, ganaderas e incluso de la explotación forestal tradicional y las quemas periódicas y controladas. Todas ellas han incrementado la biodiversidad mediante la creación de nuevas condiciones que en el estado natural no se daban.
No hay ninguna duda de que un ecosistema que ha sido influido y gestionado por el hombre durante siglos sufrirá cambios fundamentales cuando el hombre reduzca, detenga o transforme sus actividades. En general, podríamos decir que la flora y fauna favorecida por la intervención humana sufrirá y quizás incluso desaparecerá; mientras que los que antes salían perjudicados por aquella intervención mejorarán su situación.
Las especies de gran interés para la conservación de la naturaleza, no necesariamente se encontrarán entre los ganadores, sino que en múltiples ocasiones estarán entre los perdedores y es, por tanto, muy difícil valorar objetivamente si el fin de la actividad humana, en un ecosistema determinado, ha resultado positivo o negativo.
La existencia de un interés público por la Conservación de la naturaleza determina que tanto el Estado como las Comunidades Autónomas tengan, no solo el derecho sino también el deber de intervenir mediante el establecimiento de Normas (Legislación ambiental) que garanticen la consecución de los objetivos prioritarios de Conservación y que, al mismo tiempo, las cargas que de ello se deriven sean distribuidas de una manera justa entre los diversos sectores de la sociedad. Las decisiones básicas son políticas, y en una sociedad democrática deben ser tomadas por el legislador.
La respuesta dada por la Comunidad Autónoma Andaluza a este desafío ha sido generosa (1 Parque Nacional, 22 Parques Naturales, 31 Parajes Naturales y 28 Reservas Naturales) y estimamos que bien orientada. La gran mayoría de los Espacios Naturales Protegidos de Andalucía poseen una entidad superficial importante y son, en esencia, "Paisajes culturales". Es decir, paisajes que son el resultado de siglos de actividades humanas con efectos directos y con efectos indirectos.
En Almería, como en Andalucía, España o el Continente Europeo el modelado de estos "escenarios seminaturales" tuvo su origen en el esfuerzo lento pero continuado de uno de los hasta entonces "actores de reparto", el Hombre. Las primeras cortas de árboles para construir refugios, la aparición de los primeros animales domésticos o las quemas periódicas y controladas constituyeron el inicio. El "Impacto" humano ha ido creciendo con el aumento de la población, con la existencia de rebaños de animales domésticos más numerosos, con las nuevas formas y técnicas de cultivo, con la irrigación o el drenaje artificial, la minería, la construcción de naves, la construcción de casas y carreteras, y el establecimiento de jardines y parques; y sigue creciendo con la nuevas formas de agricultura y ganadería intensiva, de ocio y turismo y con las migraciones de las regiones rurales a los centros urbanos e industriales.
La suaves condiciones climáticas del territorio almeriense determinaron un paisaje vegetal predominantemente forestal, salvo excepciones. Paisaje de fragilidad manifiesta, poco productivo y escasamente tratado por ello en los registros escritos y del que hoy quedan minúsculos restos en algunas "islas" climatoedáficas de nuestra geografía provincial. Este paisaje vegetal, que antes de la llegada del hombre debió poseer una diversidad ciertamente elevada, soportó continuas agresiones. Sin embargo el "impacto" provocó una mayor diversidad de condiciones y surgió una biota completamente nueva que ofrecía condiciones de vida a muchas especies antes raras o que no existían en nuestra provincia, pero que ahora tenían la posibilidad de habitarla. Y, sobre todo, el hombre mismo introdujo, conscientemente o no, muchas nuevas especies vegetales y animales que encontraron nuevas condiciones de vida en los entornos habitados de Almería.
Muchos de los nuevos ecosistemas (tanto agrícolas como forestales) creados por la mano del hombre y por él utilizados, son muy valiosos para muchas especies en peligro y, por tanto, poseen un indudable interés por lo que respecta a la conservación de la naturaleza.
Por tanto, no son nada difíciles de entender todos los esfuerzos que, hasta la fecha, se han realizado, en nuestra provincia, para proteger una parte de sus ejemplos más valiosos (ambientes volcánicos y marinos; subdesiertos edáficos; zonas húmedas antrópicas y agroambientes derivados de sistemas tradicionales de explotación de la tierra) y los que se continúan realizando para dotar de protección a los que aún no la poseen como la "media y alta montaña mediterránea".
La cuestión hoy no es si sería preciso conservarlos, sino como se los puede conservar de una manera eficiente y económica, y es en este contexto en el que la declaración de los E.N.P. almerienses y de los andaluces en general, cobra especial relevancia al ser tratada como un instrumento legal que puede y debe ayudar a alcanzar dicho objetivo.
En estos singulares territorios almerienses existen hoy nuevas "obligaciones" económicas y sociales que a menudo conducen a un empobrecimiento de la biodiversidad. La cuestión es si las amenazas contra la diversidad pueden ser eliminadas mediante una "protección integral" entendiendo, dicha protección, como la exclusión de toda intervención humana en ecosistemas que, durante siglos, han estado predominantemente influidos y conformados por el hombre.
En Andalucía, y concretamente en Almería la mayoría de los E.N.P., declarados o propuestos para su declaración, no son ecosistemas "vírgenes", sino que son producto, en mayor o menor grado, de la actuación del hombre.
La mayoría de biotas y ecosistemas valiosos que hoy queremos conservar "para siempre" fueron formados, intencionadamente o no, por la intervención humana. Cuando esta intervención se detiene de golpe, como ha sucedido en las últimas décadas en múltiples ámbitos provinciales, un factor importante para el funcionamiento de todo el sistema se pierde y el sistema reacciona (todos lo estamos observando año tras año), de una manera u otra y las condiciones de vida de muchos de los seres vivos que lo habitan cambian.
Por todo ello, la protección "integral" de áreas ha quedado reducida en Andalucía y Almería, a un mínimo porcentaje (10 a 25 %) según los espacios, no por considerar que en ellos se localizan ecosistemas que nunca hayan estado influidos por el hombre, sino por que lo han estado muy poco y la prohibición de intervención humana puede contribuir a acelerar su proceso dinámico progresivo. Además la protección integral "gestionada", de determinadas zonas, se ha realizado, en múltiples casos, por su sobresaliente interés científico, ya que nos permite observar cómo reacciona la naturaleza ante cambios fundamentales y en qué medida los sistemas influidos por el hombre evolucionan hacia ecosistemas cada vez más naturales. Estas observaciones nos ayudan a entender las estrategias de la naturaleza para curarse ("resilencia") las heridas causadas por la interferencia humana, y este conocimiento resulta esencial a la hora de diseñar los programas de gestión ecológica adecuados para los recursos naturales de cada territorio.
No obstante, la experiencia demuestra, en muchos casos, que es inevitable intervenir para:
* alcanzar o acelerar la consecución de determinados objetivos y "mostrarlos a una sociedad que los financia" y cuya escala de tiempo ("lo inmediato") difiere notablemente de la propia de los ciclos biológicos.
* prevenir que el espacio se desarrolle en una dirección incompatible con los propósitos originales.
Analizando en detalle la R.E.N.P.A. a nivel de la provincia de Almería, observamos que casi en todos los casos estamos refiriéndonos a espacios intervenidos históricamente por el hombre que actualmente son de titularidad privada, en los que el mejor método para lograr la conservación de la naturaleza es continuar el tipo de gestión que ha conducido a la situación presente y que ha sido capaz de mantener el ecosistema en un cierto equilibrio o en un cierto estado constante. A menudo, la mejor manera de actuar, y la más económica, es continuar la gestión tradicional sin cambiarla o, si se puede, volver a este tipo de gestión que un día se abandonó.
La solución más adecuada de adoptar en cada caso, depende siempre de la situación socioeconómica, además de la ecológica. No obstante, cuando la gestión tradicional es económicamente viable y los propietarios o arrendatarios están dispuestos a continuar la explotación de sus tierras de una manera compatible con el objetivo de la conservación de los ecosistemas, esta opción que ofrece muchas ventajas, es la deseable además de resultar siempre la que preferimos los gestores. No solamente es la solución más económica sino que, además, hace que los participantes tengan la impresión de que están haciendo algo útil y, a la vez, evita la concepción de que la naturaleza y el paisaje tendrían que ser tratados como si fuesen piezas de museo.
Ya en el fin de siglo, la única estrategia viable para la conservación de la singular naturaleza almeriense pasa por el reto de lograr alcanzar el apoyo político de una mayoría suficiente en nuestra sociedad democrática. No es una tarea fácil. Nuestro creciente desarrollo económico, totalmente externo hasta fechas recientes a nuestra red de E.N.P., está alimentando indebidamente posiciones "fundamentales y radicales" que lastran al logro de esta estrategia. La supuesta, y en ocasiones real, pérdida de oportunidades de producción que dicha estrategia de conservación supone a corto plazo para los propietarios, es considerada como muy elevada reclamándose compensaciones económicas que resultan inabordables y permutas, acuerdos o convenios difícilmente justificables ante la sociedad y contrarios, muchas veces, al objetivo de conservación de los espacios.
Nuestra experiencia demuestra hoy, que los conflictos reales entre conservación de la naturaleza y otras formas de explotación de la tierra son mayores en las zonas de producción primaria intensiva (los "Artos" de El Ejido), que en las zonas donde la población y la producción se encuentran en decadencia y donde se conservan formas menos intensivas y más tradicionales de explotación de la tierra. Sin embargo, sería un error concentrar todos los espacios protegidos en las zonas de la provincia donde fuese fácil encontrarlas y crearlas. A largo plazo, este tipo de estrategia produciría un declive global de la biodiversidad de la Provincia y por tanto de la Comunidad Autónoma y el Estado, y éste no es, en su caso, el objetivo de la conservación de la naturaleza a ninguno de esos niveles.
Es por ello que dotarnos de instrumentos legales eficaces ha sido, hasta hoy, en Andalucía el objetivo previo y básico para desarrollar nuestras estrategias de conservación. Andalucía posee ya, un soporte legal suficiente, con escasas carencias, cuya hábil administración creemos, está contribuyendo a la gestión eficiente de los E.N.P. La experiencia nos enseña que el éxito de esta estrategia depende, sobre todo, de:
* si se tienen conceptos claros o no
* la participación de la mayor parte de los implicados en la elaboración de la planificación
* una comprensión de "los problemas del otro" por parte de los representantes de la administración ambiental y por parte de los propietarios.
* una actitud flexible ("Negociación") de los dos "bandos" que permita encontrar soluciones incluso poco convencionales a determinados problemas cruciales.
Los procedimientos de un proyecto de E.N.P. sólo puede llevarse a cabo por tanto, "paso a paso".
Almería cuenta en la actualidad con un notable número (3 Parques, 4 Parajes y 1 Reserva) de Espacios Naturales Protegidos integrados en la R.E.N.P.A., que han alcanzado un cierto grado de madurez (las primeras declaraciones se realizaron hace 10 años), por lo que parece el momento propicio para analizar su trayectoria, diagnosticar su situación actual y avanzar el planteamiento de nuevas propuestas como base de su posible reorientación.
La Ley 2/89, supuso en nuestra Comunidad Autónoma un avance sustancial en lo que respecta a la organización de los Parques Naturales y demás figuras de protección (Paraje Natural, Reserva Natural, etc.) puesto que, desarrollaba la Ley Estatal 4/89, planteando una gestión integral de estos espacios, incorporando las administraciones de fomento y promoción en la gestión y creando instrumentos para ello (Planes de Desarrollo Integral y Programas de Fomento).
Se han superado ya las etapas iniciales de inventariar, declarar y, parcialmente, se han cubierto las de planificar (ordenación, etc.), encontrándonos en una etapa marcada nítidamente por:
* La administración de los regímenes de protección,
* La incorporación o consideración de las tareas de gestión del medio natural como soporte para alcanzar el desarrollo sustentable o sostenible de cada E.N.P.
LA R.E.N.P.A.: OBJETIVOS, PLANIFICACIÓN, ADMINISTRACIÓN Y GESTIÓN
La declaración (diferentes Decretos y Ley 2/89) de cada uno de los espacios que componen el actual inventario de la R.E.N.P.A., posee unos objetivos nítidamente establecidos por la legislación ambiental en la que dichas declaraciones se soportan (Ley 4/89 y Ley 2/89):
a. Aplicar un régimen jurídico protector de los recursos naturales, sin menoscabo de la necesaria explotación, en aras de un desarrollo económico y social ordenado.
b. Utilización ordenada de los recursos garantizando el aprovechamiento sostenido de las especies y ecosistemas, así como su restauración y mejora.
c. Constituir una red representativa de los principales ecosistemas y, en general de la riqueza natural de la Comunidad Autónoma.
d. Proteger áreas y elementos naturales que tengan un interés singular desde el punto de vista científico, cultural, educativo, estético y recreativo.
e. Contribuir a la supervivencia de comunidades y especies silvestres mediante la conservación de sus hábitats.
El principio inspirador es, en todos los casos, propiciar la identificación de las políticas de conservación con las de desarrollo o lo que es lo mismo, propiciar políticas que hagan compatible ambientalmente el desarrollo económico de cada espacio, de forma que éste sea sustentable o sostenible.
Las obligaciones que, por tanto, se adquieren son fácilmente identificables:
1. Los espacios hay que protegerlos (Régimen específico: Parque, Paraje, etc.).
2. Los recursos naturales existentes en cada uno de ellos, hay que ordenarlos.
3. Los procesos hay que preservarlos.
4. Las actividades y usos hay que regularlos.
5. El desarrollo hay que impulsarlo.
La R.E.N.P.A. y con ella los E.N.P. de Almería, han visto como a lo largo de estos años se han desarrollado una serie de instrumentos de planificación en los que apoyar la toma de decisiones (administración y gestión) que permitan cumplir dichas obligaciones. Instrumentos cuya aprobación fue sometida a procesos de participación social (Junta Rectora, Comité Acciones Integradas para el Ecodesarrollo, Información pública, Consulta intereses sociales e institucionales, Oídos los Ayuntamientos), probablemente insuficientes, pero novedosos en la historia de la planificación de los E.N.P. del Estado Español.
Dichos instrumentos, de todos conocidos, son: los Planes de Ordenación de Recursos Naturales (P.O.R.N.), los Planes Rectores de Uso y Gestión (P.R.U.G.), los Planes de Desarrollo Integral (P.D.I.) y los Programas de Fomento.
Sólo los dos primeros han culminado su tramitación, alcanzando su aprobación por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, aunque sólo en el caso de los Parques Naturales (Sierra de María-Los Vélez; Cabo de Gata-Níjar; Sierra Nevada), estando pendiente la tramitación de los P.O.R.N. y P.R.U.G. de los Parajes Naturales (borradores ya realizados).
Los P.D.I., que son los instrumentos dirigidos a la dinamización de las estructuras socioeconómicas de cada E.N.P., salvaguardando su estabilidad ecológica y medioambiental, han sufrido retrasos manifiestos en su tramitación. En la actualidad sólo contamos con borradores en dos de los Parques Naturales de Almería (Sierra de María-Los Vélez y Cabo de Gata-Níjar).
Los Programas de Fomento son a nivel de Almería unos instrumentos inexistentes, carencia ésta que junto a la ausencia de P.D.I. aprobados, está lastrando el correcto funcionamiento de los espacios.
Por último hay que señalar que la planificación desarrollada culmina con el diseño de una nueva estructura organizativa de los E.N.P. y en particular de los Parques Naturales, que creemos mejora de manera manifiesta la del resto de los espacios naturales, y que se basa en:
1. La Administración y gestión del Espacios, a través de la figura de un Director Conservador.
2. La existencia de un órgano colegiado de Participación e Información: la Junta Rectora.
3. La existencia de un órgano de Fomento y Promoción: la Gerencia de Fomento.
EL MOMENTO ACTUAL
Diagnosticar de manera ajustada la evolución de los 8 a 10 años, según los casos, de administración y gestión de los ocho espacios que componen la R.E.N.P.A. a nivel de la provincia de Almería, resultaría extraordinariamente prolijo y complicado.
Hemos seleccionado por ello una opción que creemos más idónea para la reflexión y el debate, cual es:
* El análisis comparativo de su situación dentro de la R.E.N.P.A..
* Una relación nada matizada, a modo de "torbellino de ideas" de sus principales "carencias". Relación que al ser realizada desde dentro, probablemente no incorpore, suficientemente, la "visión desde la calle"
I. Debilidades, Amenazas, Fortalezas, y Oportunidades de los E.N.P. de Almería
Abordar el análisis comparativo citado es fácil si utilizamos como referencia al excelente diagnóstico de la citada R.E.N.P.A. (ANEXO I) que utilizando la metodología D.A.F.O. (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) aparece incluido en el documento de trabajo inédito "Bases para la Coordinación de la R.E.N.P.A.", elaborado por la Dirección General de Participación y Servicios Ambientales de la C.M.A. de la Junta de Andalucía.
La conclusión es que el Diagnóstico incluido en dicho documento, es perfectamente asimilable a los espacios naturales protegidos almerienses integrados en la red.
II. Carencias
Para relacionar los déficit o carencias hemos creído conveniente establecer seis bloques temáticos diferenciados, aunque ocasionalmente puedan solaparse:
II.1. Planificación
a. Ausencia de avances en la incorporación a la Red de nuevos E.N.P. (Cabrera-Bédar; Alborán; etc.).
b. Los documentos aprobados hasta el momento (P.O.R.N. y P.R.U.G.) presentan muy diversos niveles de concrección y definición:
* Adecuado (Parques Naturales Sierra de María-Los Vélez y Cabo de Gata-Níjar).
* Escaso (Parque Natural Sierra Nevada).
* Inexistente (Parajes y Reservas, aun no tramitados, en proceso de finalización).
c. La no tramitación de P.D.I. y Programas de Fomento, genera un "Sesgo conservacionista" manifiesto. La sensación es que se han obviado las cuestiones de fomento y desarrollo, olvidándose así que el principio inspirador de la legislación básica era la identificación de políticas de conservación con las de desarrollo.
d. En consecuencia y dependiendo de la dinámica económica de cada espacio (máxima en el caso de Cabo de Gata-Níjar) la ausencia de estos instrumentos está contribuyendo a potenciar una "imagen negativa" de los efectos de la figura de protección: "sólo regulación y limitaciones de explotación y uso de recursos naturales", en ningún caso "fomento y desarrollo de la explotación y usos ambientalmente compatible de los mismos".
e. La ausencia de desarrollo reglamentario de la Ley 2/89 impide completar la Red con aquellos "microespacios" almerienses necesitados de protección específica ("MICRORESERVAS VEGETALES"; "LUGARES DE INTERÉS DIDÁCTICO-CIENTÍFICO", "FORMACIONES O HÁBITATS DE INTERES U.E.", etc.).
f. No se han abordado (tímidamente, en Cabo de Gata-Níjar) las opciones (art. 37.2 Ley 2/89) que permitirían complementar las aportaciones de recursos públicos con otros de índole privada, ni se ha profundizado en materia de tasas y cánones. En cualquier caso estas vías de fomento precisan de un desarrollo reglamentario que como en el punto anterior se ha expuesto, no se ha iniciado.
g. Escaso conocimiento de las iniciativas y programas de financiación comunitaria.
h. La R.E.N.P.A. es trasladada a la población como un proyecto "exclusivo" de la C.M.A. y no de la Junta de Andalucía. Las continuas fricciones (ordenación territorio y urbanísticas, obras públicas, minería, agricultura intensiva, etc.) y la generación de nuevas demarcaciones territoriales para la aplicación de programas de incentivo (turismo, agricultura, etc.: Leader, Proder, ...., excelencia turística) que obvian, eluden o seccionan las demarcaciones de los E.N.P., contribuyen a ello.
II.2. Coordinación administrativa
a. Se confunde la obligación "sectorial" específica de la Administración Ambiental, con la territorial (Administración Local) y otras sectoriales (urbanísticas, mineras, agrarias, pesqueras, etc.), incorporándole indebidamente a dicha administración (Consejería de Medio Ambiente) cargas cuya imposible asunción repercute de nuevo, en la "imagen negativa" de la figura de protección.
b. La inexistencia de P.D.I. y Programas de Fomento, condiciona la puesta en marcha del mecanismo de convenio citado en el anterior punto, que contribuya a un desarrollo planificado, priorizado y, lógicamente, diversificado de las inversiones de fomento y desarrollo de usos y actividades ambientalmente compatibles.
c. La descoordinación administrativa origina actuaciones inversoras contradictorias, incluso entre organismos de la propia Junta de Andalucía.
d. Existe una falta de coordinación entre los servicios gestores (Agricultura, Turismo, etc.) de los incentivos inversores (LEADER, PRODER, Excelencia Turística, Forestación y otras ayudas agroambientales, etc.) y los obligados (Medio Ambiente) a procurar la correcta administración de los regímenes de protección de cada E.N.P. Origina "tensiones" en el administrado, que tiende a realizar una caracterización simplista entre "buenos" y "malos".
e. Se detecta falta de coordinación entre servicios de agentes de la autoridad con incidencia en cada E.N.P.: Policías Municipales, Policía Autonómica, Guardia Civil (Puestos, GEAS, G.C. del Mar, Montaña y SEPRONA), Celadores Costas y cauces fluviales, Inspectores Pesca y Agentes de Medio Ambiente.
II.3. Administración
a. La figura del Director-Conservador directamente, e indirectamente la de la C.M.A., "capitaliza" buena parte de los E.N.P.:
* La "administración" del régimen de protección (Conservador y Servicio de Agente de Medio Ambiente) y la gestión de inversiones (Conservador y técnicos de la C.M.A.), se consideran sinónimo de "control" que dificulta o entorpece el fomento del desarrollo económico de cada espacio.
* El "patente" desarrollo y progreso que todos los E.N.P. almerienses experimentan, se produce por "generación espontánea", y no se vincula a los esfuerzos que la C.M.A. y los Conservadores realizan en cada espacio.
b. Dilución de competencias y responsabilidades en los E.N.P. (Parajes y Reservas) que no están dotados de una Dirección personalizada.
II.4. Gestión
Agrupamos en tres ámbitos las carencias detectadas: Gestión del Medio Natural, Uso Público e Investigación.
II.4.1. Gestión del Medio Natural.
a. Falta de aplicación homogénea de la legislación ambiental vigente fuera de los E.N.P. (Flora y Fauna amenazada) Ley 7/94. Servidumbre del D.P.M.T., Vertidos, etc.).
b. Escasa especifidad de las intervenciones, como consecuencia del "vacío de información técnica" y la continuidad de "líneas de trabajo monodisciplinares" en la redacción de proyectos de inversión.
c. Ausencia de proyectos de Conservación (proporción totalmente insuficiente).
d. Ausencia de esfuerzo de "socialización" (compra, expropiación o convenio) de los "Hábitats de interés prioritario de la U.E." ubicados en predios de propiedad privada y con severos riesgos de extinción (los "Artos", de El Ejido, etc.).
II.4.2. Uso público
a. Ausencia de "Programas de Uso Público" de cada E.N.P.
b. Escasa "normalización" de objetivos y recursos con los que deben contar los Equipamientos de Uso Público.
c. Escaso apoyo a aquellos "centros de interés" (Karst en Yesos de Sorbas y Cabo de Gata-Níjar) con fuertes iniciativas privadas ligadas a la explotación sostenible de los recursos naturales (empresas guía de Cuevas, ambientes submarinos, etc.).
d. Ausencia de regulación de usos deportivos fuertemente impactantes (4x4, motocross, etc.).
e. Inexistencia de régimen de "tasas por servicios prestados, lo que determina "actitud pasiva en los gestores de los equipamientos.
f. Alteraciones ecológicas no deseadas de áreas sensibles (accesos no controlados a zonas de reserva).
g. Desencanto de visitantes tradicionales, que "relacionan la protección del espacio con el incremento de la carga poblacional y el deterioro de los recursos que se pretendía proteger".
h. Ausencia de señalización.
i. Inadecuada cobertura (calendario y horario) de equipamientos de información.
j. Ausencia de programa de actividades de dinamización (ambiental, cultural, etc.).
II.4.3. Investigación
a. La investigación se centra en análisis temáticos clásicos (inventario) y algunos, pocos, estudios de procesos. No se detectan líneas de "investigación aplicada" (seguimiento efectos de la gestión: indicadores socioeconómicos y bioindicadores; efectos ecológicos derivados del uso público; etc.).
b. No existe un contacto ágil y productivo entre la administración ambiental gestora de los E.N.P. y los centros de investigación almerienses (UAL, EEZA del CSIC y CIDH de la Mojonera).
II.5. Participación y comunicación social
a. Las Juntas Rectoras como órganos de consulta y participación pública no han desarrollado hasta la fecha su papel.
b. Las Juntas Rectoras no han resultado útiles en relación al conocimiento y debate de las iniciativas de las múltiples administraciones, organizaciones y colectivos en ella representados, que inciden sobre cada E.N.P.
c. Las Juntas Rectoras no se han desarrollado reglamentariamente y el funcionamiento de sus grupos de trabajo ha sido muy escaso o nulo.
e. Los Presidentes de las Juntas Rectoras han concentrado su esfuerzo en la "representación" y en la "búsqueda de equilibrios" dentro de cada una de sus reuniones anuales.
f. Las Juntas Rectoras no han explotado posibilidades de financiación complementaria, probablemente por su falta de personalidad jurídica que las incapacita para la autogestión económica.
g. La falta de desarrollo administrativo de la "estructura organizativa" previstas en los P.R.U.G. de cada E.N.P. (Parques Naturales), ha impedido la consolidación de "áreas de Uso Público" y en consecuencia algunas de sus subáreas de gestión específica como la Educación Ambiental (en adelante E.A.), se han visto desarrolladas de manera muy desigual.
h. La oferta de E.A. de los E.N.P., se limita, cuando existe, a la organización y/o regulación de actividades para escolares. Todas ellas "poco específicas" del E.N.P. en el que se desarrollan y, a menudo, "mal localizadas y muy masificadas".
i. En algunos casos nos encontramos (Sierra María, Cabo de Gata, Karst en Yesos, Sierra Nevada, Punta Entinas-Sabinar) ante una especie de "lleno caótico" conformado por múltiples actividades de escasa coherencia que adolecen de planificación y responden, en múltiples casos, a iniciativas externas.
j. Existe una manifiesta desvinculación entre las tareas de planificación, administración y gestión de los Espacios Naturales, protegidos o no, y las de participación, comunicación y educación.
k. Ausencia de iniciativas privadas sólidas y bien orientadas, salvo excepciones (Cabo de Gata-Níjar: "El Eco del Parque", "Paraíso Natural", etc.), en lógica respuesta a la ausencia de canales de participación.
II.6. Fomento y Desarrollo
a. Ausencia de líneas de financiación específicas (Ayudas, etc.) las políticas de conservación en los E.N.P. Posibilidad ésta, establecida en las disposición adicional sexta de la Ley 4/89, que no se ha desarrollado en ningún caso.
b. No se ha desarrollado el uso de "Marcas" (Parque Natural) como garantía de origen y calidad de producción. Tanto en éste, como en otros aspectos (mejora de primas de las subvenciones a las actividades primarias), se ha perdido hasta la fecha, la oportunidad de "discriminar positivamente" el carácter "diferencial" de estos territorios.
c. No se han fortalecido conjuntamente, por todas las administraciones implicadas, "las señas de identidad" de los E.N.P. frente a los que no lo son:
* En algunos casos (Turismo) los fuertes esfuerzos publicitarios que originan serios problemas de gestión ambiental (convocan a usos prohibidos; generan sobrecargas sobre sistemas frágiles, etc.), no se corresponden posteriormente con líneas de apoyo a las singulares PYMES locales de cada E.N.P.
* En otros (Agricultura, Turismo) los programas de financiación (Leader, excelencia turística) no dan cobertura a los espacios (Cabo de Gata) más emblemáticos o precisados.
PROPUESTAS DE ACTUACIÓN
Planificación
1. No proponer nuevos modelos de administración y gestión de E.N.P. sino desarrollar o avanzar en el desarrollo de los establecidos (Ley 2/89 y Decretos P.R.U.G.)
2. "Desparquerizar" los E.N.P. y "Parquerizar" los Espacios naturales no protegidos, mediante la inclusión de los E.N.P. en unidades territoriales de gestión ambientalmente coherentes: "COMARCAS NATURALES".
3. Tramitar Planes de Desarrollo Integral (P.D.I.).
4. Poner en marcha Programas de Fomento.
5. Poner en marcha "Programas de seguimiento" incentivando la participación privada, mediante la previa selección de "indicadores" adecuados a cada materia.
6. Propiciar desarrollo reglamentario de la Ley 2/89 (tasas, etc.).
7. Desarrollar sistemas de información (Ayudas, Programas, ...., Cursos y Jornadas) y estructura de apoyo a los E.N.P. (Servicios Centrales de la C.M.A.), que facilite la "accesibilidad a financiaciones" extraordinarias, el permanente "intercambio de información y técnicas de gestión", y el "reciclaje de los profesionales" adscritos a los E.N.P.
8. Establecer programas internacionales de relación, colaboración e intercambio entre E.N.P., según afinidades (ámbitos volcánicos; ámbitos marinos; zonas húmedas; ámbitos de montaña; ámbitos áridos,; etc.) y dotarlos mínimamente.
9. Fomentar la cohesión de la R.E.N.P.A. mediante sistemas simples de transmisión de la información (Boletín R.E.N.P.A., etc.) y la agrupación de espacios con intereses comunes (zonas húmedas, marinos, esteparios, boscosos, etc.) para el desarrollo de actividades conjuntas (Jornadas, Programas de conservación de especies en peligro , etc.).
Administración
1. A nivel provincial conviene agrupar en "Comarcas Naturales" todos los espacios naturales, estén o no protegidos, dotándolos de una "gestión coherente a efectos ambientales".
2. Poner en marcha en cada comarca, el organigrama de áreas funcionales previsto en la legislación ambiental (Decretos de aprobación de los P.R.U.G.) vigente para cada Parque Natural:
* Administración.
* Protección, Conservación e Investigación.
* Uso Público.
* Recursos Naturales, Infraestructura y Desarrollo socioeconómico.
3. Minimizar los gastos presupuestarios de la citada puesta en marcha, mediante la reestructuración de las Relaciones de Puestos de Trabajo actuales de la Administración ambiental, buscando siempre la pluridisciplinaridad.
4. Asignar la dirección de los grupos de E.N.P. (Parajes y Reservas) que no la tengan en la actualidad, a la dirección de la comarca en la que cada E.N.P. se integre.
5. Lograr que los Directores-Conservadores ciñan funciones a las que la legislación vigente (Decretos de aprobación de los P.R.U.G.) específicamente les encomienda.
6. Adscribir la Dirección de las Comarcas que integran E.N.P. a los Directores Conservadores de los mismos y aquellas que no integren E.N.P. a la Jefatura de Servicio de Gestión del Medio Natural.
7. Asignar a la Jefatura de Servicio de Gestión del Medio Natural el papel de coordinador de los E.N.P. de la provincia, en materia de:
* Interlocución con los Servicios Centrales de la Consejería de Medio Ambiente.
* Interlocución con las respectivas Juntas Rectoras.
* Interlocución con el resto de agentes sociales (Alcaldes, Consejerías, Diputaciones, etc.).
* Dinamizador social (Asociaciones de vecinos, etc.).
8. Proceder a la reestructuración del Servicio de Agentes de Medio Ambiente. A tal efecto resulta necesario:
* Agrupar en una única categoría "Agente de Medio Ambiente" los diferentes perfiles existentes actualmente (Agente de Medio Ambiente, Guardas Forestales, Celadores, etc.).
* Reforzar su carácter de Agentes de la Autoridad, estimando al efecto los riesgos reales de la profesión que desempeñan.
* Exigir una "cualificación previa" para presentarse a pruebas de acceso.
* Propiciar el "reciclaje" de los miembros que integran el actual servicio, al objeto de adecuar su formación a las necesidades de sus especificas funciones actuales.
* Definir las funciones específicas de este servicio según sus adscripciones territoriales (comarcas) o funcionales (unidad móvil): vigilancia, policía, toma de datos, apoyo a otros cuerpos de seguridad, colaboración en situación de emergencia (inundaciones, orden público, etc.), orientación e información al usuario, seguimiento (obras, estudios, etc.), ....., e incluso autorizaciones específicas (quemas, buceo, espeleología, escalada, etc.) y recepción denuncias administrados (teléfono verde).
9. Descentralizar servicios de atención al ciudadano, creando en cada E.N.P. la/s "OFICINAS DEL PARQUE". Instalaciones de entidad superficial y dotación adecuada a las necesidades específicas de cada E.N.P., que aproximen el régimen de autorizaciones y los procesos de Comunicación Social, tanto a la población residente como a los visitantes.
10. Unificar criterios de gestión de los E.N.P., mediante la elaboración de un "Manual de Gestión" que especifique y aclaren los procedimientos (autorizaciones, informes, tramitación, etc.) de forma estandarizada y posibilite posteriores evaluaciones de eficacia, de la administración y gestión de cada espacio.
11. Crear la figura de "Gerente de Fomento Provincial" adscrito al I.F.A., con capacidad específica (líneas económicas de apoyo) de intervención en los E.N.P.
12. Generación de una "herramienta" (aplicación informática) que mejore la efectividad y celeridad de la administración del régimen de protección de cada E.N.P.
13. Ensayar en una espacio "piloto" a seleccionar la puesta en práctica de la "ventanilla única" para concentrar la actual dispersión de los trámites administrativos, siguiendo la iniciativa en desarrollo en el Parque Natural del Somiedo (Asturias).
Uso Público
1. Elaborar y tramitar Directrices de Gestión de Uso Público de la R.E.N.P.A.
2. Elaborar y tramitar "Programa de Uso Público de cada Espacio". Coordinar todas la iniciativas inversoras de la Junta de Andalucía en torno al mismo y procurar que tengan un "efecto demostrativo".
3. Desarrollar programa de seguimiento del uso público (iniciativas públicas y privadas) de la R.E.N.P.A. que posibilite la "caracterización del perfil de los usuarios", identifique sus "demandas", evalúe sus "tendencias" y estime su "incidencia social y económica".
4. Establecer una dotación básica de equipamientos de uso público en cada E.N.P., acorde a su superficie, densidad poblacional, y nivel de frecuentación o grado de atracción que ejerce sobre la población. Consideramos que el orden de priorización de equipamientos en un E.N.P. puede ser el siguiente:
* Señalización direccional y orientadora de usos (especialmente en acceso a reservas).
* Señalización interpretativa.
* Puntos de información (variadas dimensiones y servicios; generación pública o privada).
* Senderos mantenidos y señalizados.
* Miradores y observatorios.
* Áreas de descanso y recreativas.
* Circuitos deportivos (bicicleta de montaña, orientación, espeleología, .... y submarinos).
* Centros de Visitantes.
* Centros temáticos (Museos, Acuarios, Terrarios, Jardines Botánicos, Centros de Recuperación, etc.).
* Aulas de Naturaleza y Centros de Educación Ambiental.
5. Normalizar señalización de los E.N.P. integrados en la R.E.N.P.A. con el resto de señalizaciones oficiales (carreteras).
6. Coordinar y normalizar determinadas actuaciones interadministrativas (señalización) para evitar que la descoordinación de las diferentes administraciones (locales, autonómicas, estatales) e iniciativas privadas,. Propicien intervenciones superpuestas (hasta cinco con el mismo objetivo y en el mismo lugar) que actúan como generadoras de impacto (P. N. Sierra Nevada: Turismo, C.M.A. Rutas Al-Andalus, Carreteras, Federación Andaluza de Montaña, Leader, etc.).
7. Fomentar la gestión privada de los equipamientos y su mantenimiento (concursos públicos; establecer tasas por servicios; ......; obligaciones de mantenimiento; plazos de adjudicación; etc.).
8. Desarrollar reglamentariamente la Ley 2/89 para explorar las posibilidades de complementar las aportaciones de las Administraciones públicas con aportaciones y subvenciones procedentes de:
* otras entidad es (públicas y privadas; Fundaciones; etc.)
* tasas por servicios.
9. Desarrollar una dotación básica de "publicaciones oficiales" de cada E.N.P. que evite los déficit de contenidos en la información editada por otras administraciones. Consideramos que el orden de prioridad debe ser:
* Folleto divulgativo genérico de cada espacio.
* Material de imagen (Pegatinas, Pins, bolsas rotuladas, etc.).
* Guía del E.N.P.
* Guía Senderos E.N.P.
* Vídeo del E.N.P.
* Otros materiales especializados (temáticos: Folletos, carteles, guías, vídeos).
10. Elaborar y presupuestar "Programas plurianuales de Participación y Comunicación Social" para cada E.N.P.
11. Fomentar e incentivar programación de actividades culturales (exposiciones artísticas: pintura, escultura, etc.; exposiciones de temática ambiental itinerantes; etc.) y deportivas de bajo impacto (caza fotográfica; fotografía submarina; orientación; etc.).
12. Desarrollar reglamentariamente las Juntas Rectoras, incentivar el funcionamiento de sus comisiones de trabajo como garantes de la participación, reorientar las funciones del Presidente y reorientar su actual funcionamiento utilizándolo como órgano para la exposición y debate de todos los programas de inversión y actuación que cada una de las administraciones y sectores, en ella representados, desarrollen anualmente en cada E.N.P.
13. Incentivar los "Programas de voluntariado" específicos de cada espacio (población residente) e incrementar la financiación de acciones temporales de voluntariado (Campos) dirigidos a la población visitante.
Gestión del Medio Natural
1. Incentivar la aplicación homogénea de la legislación ambiental vigente (Ley 2/92, Ley 7/94, Decreto 104/94, Decreto) en todos los espacios naturales estén o no protegidos.
2. Programación de una propuesta de "FUNCIONAMIENTO PLURIANUAL DE CADA E.N.P.", que resuelva "el día a día" durante un período mínimo de cuatro años.
3. Incrementar las inversiones en materia de socialización (compra, expropiación o convenio) de las propiedades privadas que integran hábitats del máximo interés ambiental.
4. Mejorar la información temática de cada espacio y propiciar la redacción pluridisciplinar de propuesta de intervención.
5. Establecimiento de líneas directas de "Ayudas a la Conservación", que eviten efectos no deseados de "las actuales ayudas a la intervención", hoy por hoy, una inagotable fuente de impactos no deseados (Forestaciones; cambios de uso; etc.).
6. Creación o adquisición de una "herramienta" de gestión (aplicación informática) que posibilite el acceso a toda la información temática (incluida la cartográfica) levantada hasta la fecha en cada E.N.P. Información ésta de gran valor y uso infrecuente, dada su dificultad de acceso, que minimizaría los errores de planificación, redacción de propuestas y toma de decisiones de gestión.
Investigación
1. Puesta en marcha de "PROGRAMAS DE SEGUIMIENTO E INVESTIGACIÓN APLICADA". Programas que deberán:
a. Evaluar el "EFECTO RESERVA" (Consecuencia en unos casos de la simple declaración y en otros del modelo de gestión aplicado en cada espacio) mediante la "utilización de indicadores específicos".
b. Elaborar las directrices de detalle en las que apoyar la toma de decisiones de gestión relacionadas con:
* La conservación de los recursos naturales de cada espacio.
* El fomento, ordenación y control de actividades existentes o de nueva creación que sobre ellos se soporten.
2. Como indicadores genéricos y específicos cabe señalar los siguientes:
a. Comparativos de la R.E.N.P.A.
* Nivel de frecuentación.
* Nivel de dotación ambiental:
- Equipamiento
- Infraestructura de Uso Público.
* Evolución socioeconómica de población residente.
* Evolución "Índice de Naturalidad" en cada espacio.
b. Específicos de los programas de seguimiento e investigación aplicada en cada E.N.P.
b.1. Medio Socioeconómico.
- Renta.
- Tasa de desempleo.
- Índice creación/destrucción iniciativas económicas.
- Crecimiento urbanísticos (núcleos y S.N.U.).
- Evolución aprovechamientos (caza, pesca, madera, ..., aromáticas, turismo, etc.).
- Evolución de la propiedad.
+ Relación porcentual pública-privada.
+ Convenios colaboración P. privada.
+ Índice de ocupaciones P. pública.
b.2. Medio Físico.
- Nivel de interpretación didáctico-turística, de los georrecursos de cada E.N.P.
- Demanda de información y uso en relación con tales georrecursos.
- Degradación de yacimientos fósiles.
- Conservación/degradación de suelos (físicos/química).
- Grado de cumplimiento de planes anuales de restauración y medidas de control ambiental de la actividad minera.
-Calidad físico química de las aguas (superficiales y subterráneas).
-Recuperación de aguas residuales.
b.3. Medio Biológico.
Evaluación del Efecto Reserva y del Efecto de la Frecuentación, mediante el uso como indicadores de:
- Ornitofauna (aves acuáticas, esteparias, marinas, ..., rapaces, etc., según espacios).
- Reptiles y mamíferos en determinados sistemas.
- Ictiofauna (peces) en cauces fluviales (Sierra Nevada), zonas húmedas (Salinas y Albuferas Adra) y ámbitos marinos (Cabo de Gata) protegidos.
- Flora endémica.
- Hábitat naturales de interés prioritario.
- Carga pastante (Fauna salvaje y doméstica).
- Invertebrados endémicos o vulnerables.
3. Fomentar realización de Convenios con la UAL, la EEZA del CSIC, el CIDH de la Mojonera, etc., para el desarrollo de estudios y proyectos.
4. Desarrollo de un "Centro de Investigación en Biología y Ecología Litoral" que cuente con la participación de la Administración ambiental andaluza y estatal, Universidades, CSIC y Empresas patrocinadoras.
Fomento y desarrollo
1. Elaboración y firma de convenios (Disposición transitoria tercera Ley 2/89):
* Agricultura y Pesca: Ayudas agroambientales, Proder, etc.
* IFA: impulsar Gerencias de Fomento.
* Comercio: Líneas de incentivos.
* Turismo y Deportes: Turismo Rural y Planes de excelencia.
* Educación: Programa ALDEA
* Obras Públicas: Rehabilitación de viviendas.
* Cultura: Rehabilitación patrimonio Etnográfico e Histórico.
* Diputación Provincial: Planes provinciales.
2. Desarrollo de líneas de "Ayudas a la Conservación" de igual entidad económica que las actuales líneas de "Ayuda a la Intervención" y abrir éstas últimas a temas de interés etnográfico y paisajístico (rehabilitación de tecnologías populares: "balates" de retención de suelos, aljibes, etc.; cultivos sin interés económico; etc.)
3. La homogeneización por la Junta de Andalucía, de la denominación de las "zonas de actuación económica" cuando afecten a un E.N.P., utilizando como "denominación" la de ese E.N.P., o añadiendo ésta a la existente (Programa LEADER "Comarca de Los Vélez-Parque Natural Sierra María"). Esfuerzo de integración éste que, en su día, hizo la C.M.A. con la denominación de los Parques (Cabo de Gata-Níjar, Sierra María-Los Vélez).
4. Desarrollar el concepto de "MARCA DE UN E.N.P." (calidad de producción ambientalmente compatible, denominación origen o procedencia, etc.), para todos los productos e incluso servicios que en ellos se generen.
5. Lograr que los productos que cuentan con el visto bueno del Comité Andaluz de la Agricultura Ecológica (CAAE), especifiquen en su etiquetado, si se producen en un E.N.P., su procedencia: "Producto del Parque Natural .........". Pues es éste, sin duda, un valor añadido, no solo porque poseen una producción ambientalmente sustentable sino porque contribuyen a la "Conservación y Desarrollo Sostenible" de los espacios que los producen.
6. Propiciar todos los programas de eliminación de déficit ambientales que afecten a los E.N.P. de la provincia.
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