(Posible uso medio-ambiental y educativo)
Ángel López Jiménez |
Inspector de Educación de la Delegación Provincial de la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía en Almería. |
RESUMEN:
Hay en nuestra provincia, hasta en los lugares más recónditos, una tupida red e infraestructura de edificios, construidos entre los años cincuenta y sesenta, para escuelas y casas de maestro/a.
Dichos edificios (unos 350) quedaron abandonados a comienzos de la década de los 70, a raíz de la Ley General de Educación del ministro Villar Palasí.
Corren riesgo de perderse; habiendo, en distintas comarcas, algunos de ellos con un armazón de obra en relativo buen estado, sería necesario rehabilitarlos y dedicarlos a Aulas de la Naturaleza.
Serán puntos de encuentro en los que: preparar actividades, refugiarse y descansar, para, a la vez que se cuida y acondiciona el entorno, se conozcan y estudien los ecosistemas del mismo.
INTRODUCCIÓN.
Habiendo tenido la oportunidad de conocer las escuelas que actualmente existen en el medio rural, he podido constatar cuál ha venido siendo la evolución de las mismas, así como la existencia de múltiples elementos, sobre todo edificios, testigos mudos de una historia pasada, pero reciente, de la Escuela, incluso de nuestra vida social.
Son muchos los edificios que, en la mayoría de los casos abandonados, jalonan nuestra geografía provincial. Constituyen, como digo, parte de nuestra memoria histórica y son una muestra etnológica de la misma.
Ha sido preciso andar y ascender por muchas pistas de montaña, atravesar ramblas y barrancos, recorrer bastantes caminos de tierra y piedras, para llegar a algunas escuelas. No son pocas las que se encuentran en lugares en los que, según el dicho popular, "no hay ni pájaros"; subiendo hasta alguna de ellas parece que vas a tocar el cielo; así ocurre en el caso de Los Enriques, de Adra; Salobra, de Berja, o El Moro, de Mojácar. El primero de estos anejos está totalmente deshabitado, dando la sensación de un poblado encantado.
1. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN.
1.1. Precedentes.
Hasta el año 1.970 en que se implanta la nueva Ley General de Educación, bajo la gestión del Ministro Villar Palasí, la enseñanza tenía lugar prácticamente en pequeños edificios, desconectados entre sí y, en la mayoría de los casos, exclusivos para cada sexo.
Igualmente, hasta esa fecha, último año de la década que se define como desarrollista, la población de nuestra provincia era eminentemente rural y vivía en pequeños grupos de población.
Fue en estos pequeños núcleos de población en los que, fundamentalmente en la segunda mitad de la década de los 50 y primera de los 60, se construyeron numerosos edificios destinados a casas-escuela, que venían a sustituir, en la mayoría de los casos, a instalaciones no propias del sistema educativo, por cuanto se solía impartir la enseñanza en alguna estancia más o menos amplia de la vivienda o cortijo que algún vecino cedía para dicho uso.
Se trataba de un fenómeno de gran magnitud. La Escuela Pública, con el esfuerzo de un buen número de maestras/os, experimentó un gran avance, llegando hasta el último rincón de nuestra geografía, hasta los núcleos más aislados e inaccesibles, posibilitando la educación de personas residentes en núcleos rurales diseminados y ultradiseminados.
El alcance fue tal que llegó a haber más de 400 Escuelas en estos pequeños núcleos, unos pocos cabecera de municipio, pues la mayoría eran Anejos de otros municipios. Son significativos en este caso, por el considerable número de escuelas existentes en sus Anejos o Pedanías, los Municipios de Serón, Alcóntar, Albox, Oria, Huércal Overa, Cuevas de Almanzora, Lubrín, Sorbas, Níjar y Adra.
Sin embargo, la implantación de la Ley de 1.970 que, con una nueva concepción de la educación, trajo consigo la creación de los colegios comarcales, y la sensible disminución de la población, fundamentalmente infantil, en los núcleos rurales, llevó a la clausura de unas 350 escuelas.
La ubicación de todas estas escuelas constituye una amplia infraestructura y configura una tupida red de edificios por toda nuestra provincia, que desde su clausura, en casi su totalidad, están abandonados.
1.2. La escuela y su entorno.
En la mayoría de los casos, se trata de edificaciones que, al estar situadas dentro de un hábitat disperso, se han construido aisladas, no adosadas a otras. Parece como si, ese mismo modo de estar, quisiera ser representación del aislamiento en que la Escuela y sus protagonistas se encontraron durante tanto tiempo.
Prácticamente en todos los casos, el conjunto arquitectónico está compuesto de una escuela y una casa, para ser habitada por la maestra o el maestro; en algunos casos, si la población era suficiente, hay dos unidades, unas veces, independientes, y otras, adosadas o en dos plantas; escuelas de niñas y de niños, así como casas para maestra y para maestro (se trata de los casos, en los que se hacía realidad la práctica general de separación de sexos en los centros educativos).
Tanto por el estilo arquitectónico, en que están construidas, como por su acomodación respetuosa al entorno en que se encuentran, podemos distinguir dos grandes épocas: la primera la constituyen todas las construidas hasta aproximadamente los inicios de los sesenta y la segunda, las edificadas en esa misma década.
Unas y otras vienen a estar formadas, en su mayoría, por el conjunto: un rectángulo+cuadrado o rectángulo (escuela+casa), si se trata de escuelas unitarias; siendo dos esos conjuntos, cuando existía escuela diferenciada para niñas y niños.
Sin embargo, los edificios de la primera época, aún cambiando o añadiendo algún elemento arquitectónico, constituyen construcciones totalmente integradas en su entorno, confundiéndose con las destinadas a vivienda, los cortijos; no ocurre lo mismo con las últimas, las cuales, acordes con el desarrollismo de la época, se ajustan a un modelo nacional, en el que, incluso, algunas de sus partes venían prefabricadas; es el modelo más extendido.
1.3. Situación actual y usos a los que se destinan.
La mayoría se encuentran en una situación de total abandono, sin mantenimiento alguno, lo que, lógicamente, les lleva a un deterioro progresivo, que terminará, más tarde o más temprano, en el derrumbe de las mismas.
Sintiéndose los vecinos o algún vecino- los exclusivos propietarios de dichos edificios, por cuanto, casi siempre, se construyeron sobre un solar cedido por ellos, e incluso con aportaciones en dinero o en jornales, en muchas ocasiones las han ocupado para uso propio, con una utilización como trastero o almacén; se dan bastantes casos, en que han sido convertidas en cuadras o establos para el ganado, sin que tengamos, por ello, que establecer una correlación de dicho uso con el original. Si mal no recuerdo, es el municipio de Sorbas el que más edificios de este tipo, escuela y casa, tiene dedicados a uso social: utilización de la vivienda por algún vecino necesitado, salón social, consultorio médico, etc.
1.4. Conclusiones.
A pesar del tiempo transcurrido y del abandono en que se encuentran, algunos de estos edificios tienen una estructura o conjunto de edificación en aceptable estado de conservación mucho más, en los casos en que se han seguido utilizando-, aunque su apariencia pudiera dar otra sensación.
Tratándose de locales que fueron construidos para un uso educativo, desde aquel momento eran propiedad de los Ayuntamientos y cedidos a la Administración Educativa. Por tanto, son los Ayuntamientos y la Administración Educativa quienes los únicamente pueden decidir sobre ellos. Además, desaparecida la necesidad de escolarización de alumnado, por despoblamiento de la localidad en cuestión, el Ayuntamiento, legalmente, no puede disponer de manera discrecional de los mismos, a no ser que, solicitada a la Administración Educativa la desafectación para su uso original, esta se la conceda; lo que suele ocurrir y ha ocurrido en el caso, por ejemplo, del municipio de Sorbas (para todas sus escuelas, a excepción de la ubicada en el Barranco del Tesoro).
Por todo ello, existiendo esa red e infraestructura de edificios, en condiciones de edificabilidad relativamente aceptables y situados en distintas zonas o comarcas de la provincia, muchas veces en parajes de cierta belleza natural o paisajística, no parece lógico que muchos de ellos terminen por desaparecer, pudiendo, mediante una pequeña rehabilitación, ser utilizados de nuevo, destinados a unas actividades medioambientales, fundamentalmente educativas.
2. PROPUESTAS.
Quiero primero, al hilo de todos los datos precedentes, hacer una reflexión: está claro que la Administración Pública, en este caso la Educativa, es la única capaz de satisfacer las necesidades de educación hasta en los últimos rincones; ella es, en exclusiva, la que hace posible el reparto extensivo de ese bien social y la que ha posibilitado la promoción cultural de mucha gente y lugares.
Por eso mismo, deben ser las distintas Administraciones Públicas las que impidan que ese importante número de edificios, en su día dedicados a la enseñanza, desaparezcan; antes al contrario, tienen y tenemos la obligación de conservarlos, para uso de todos, con una finalidad también educativa: el conocimiento y conservación de nuestro pasado; el conocimiento de nuestro medio natural, y el amor y conservación del mismo.
2.1. Objetivos a conseguir.
a. Que la población infantil y juvenil disponga de una mayor red de instalaciones, para actividades educativas, de ocio y de convivencia.
b. Que pueda tener condiciones, para estudiar los ecosistemas y hábitats de las distintas comarcas de la provincia.
c. Que adquiera actitudes favorables hacia la naturaleza y hábitos para su cuidado.
d. Sin descartar, que tengan la posibilidad de vivenciar en dónde y en qué condiciones vivieron y se educaron sus antepasados inmediatos.
Para ello, como decía, sería necesaria esa rehabilitación, pues ello posibilitaría:
a. Contar con un albergue, en donde descansar, refugiarse, organizar la actividad e incluso permanecer, en estancias de corta duración, con sacos de dormir.
b. Realizar actividades de cuidado y acondicionamiento del entorno, incluso con plantación de árboles.
c. Confeccionados unos cuadernos didácticos, estudiar el lugar y sus alrededores. Posiblemente colaboraría en su confección el profesorado de la zona.
Se trataría, en definitiva, de unas Aulas de la Naturaleza.
Esta propuesta podrá llevarse a cabo, si es asumida por los distintos niveles de la Administración Pública, que, además, busque el reconocimiento y colaboración inmediata de los Ayuntamientos afectados.
La iniciativa podría partir de un convenio entre la Consejerías de Educación y Medio Ambiente, las cuales, una vez implicados los Ayuntamientos, proporcionarían su colaboración técnica y aportación económica. Del mismo modo, Diputación y Ayuntamientos podrían destinar partidas del PER para ello, al igual que los propios Ayuntamientos podrían presentar proyectos a las convocatorias anuales que efectúa la Consejería de Economía y Hacienda, de subvenciones a Corporaciones Locales, para creación y mejora de la infraestructura turística, y la Consejerías de Industria y Turismo, en las que posiblemente tendrían cabida estas iniciativas.
2.2. Recuperación emblemática.
Me parece necesario finalizar esta propuesta, destacando la ineludible necesidad de recuperar la escuela y casa del maestro/a, ubicada en el Barranco del Tesoro, término municipal de Sorbas, en pleno paraje de los Karts de yeso y junto al Río Aguas, por lo emblemática que resulta. En este caso, la Consejería de Educación debería asumir la responsabilidad de su recuperación.
Esta escuela es la que mejor encarna las características de la escuela rural descrita al principio. Es testigo fiel, vivo y mudo a la vez, de hasta dónde llegó la Escuela Pública y del esfuerzo, sacrificio y aislamiento que protagonizaron, en su día, las maestras y maestros, así como de las condiciones en que vivieron esas poblaciones. Su ubicación actual y su situación, destacada sobre un montículo, resaltan su proyección testimonial.
Estando situada actualmente junto a la autovía del Mediterráneo, se puede fácilmente contemplar, una vez que se inicia el descenso hacia el gran puente que salva el Barranco del Tesoro y el Río Aguas, en ambas direcciones.
Es evidente que, a pesar de esta situación actual, junto a una espléndida vía de comunicación, se puede percibir cuán grande debió ser su aislamiento anterior y en dónde y en qué condiciones vivían aquellos habitantes. Es fácil observar que no podía haber otros accesos a ella que el propio barranco y río o los caminos de cabras y caballerías, a través de los cerros. Sin embargo, hoy, debido a ese enclave estratégico, puede ser observado por todos.
De aquí, que si se recuperan estos edificios, podrían servir para cubrir los objetivos anteriormente expuestos para el conjunto de las escuelas a rehabilitar; además, en ella se podría ubicar un pequeño museo escolar.