Responsable de Grupo | Antonio Pascual Molina |
Doctor en Ciencias Geológicas | |
Secretario | Rafael Molina Alonso |
Ponencias marco, documentos de trabajo y comunicaciones
INTRODUCCIÓN
La provincia de Almería se caracteriza por presentar un clima árido, con precipitaciones escasas e irregularmente repartidas, tanto areal como temporalmente, lo que ocasionan que los cursos fluviales estén sometidos a un régimen irregular, en el que se alternan épocas con prolongadas sequías con otras de aportes torrenciales.
La inexistencia de unos recursos hídricos superficiales, distribuídos regularmente en el tiempo y en cuantía suficiente, ha llevado a que las aguas subterráneas suplan casi la totalidad de la demanda de este recurso, que en los últimos treinta años ha sufrido un fuerte incremento.
La agricultura intensiva bajo plástico y el turismo han sido en los últimos años dos de los sectores que más han contribuido al despegue económico que ha experimentado esta provincia. Ambas actividades han producido un aumento de la población en esta franja litoral, a la que hay que sumar la que de forma estacional produce la actividad turística, disparando la demanda de recursos hídricos, lo que ha llevado a las zonas litorales de esta provincia sobre las que se ubican, a padecer un fuerte estrés hídrico reflejado en los descensos de niveles piezométricos y en la existencia de procesos de intrusión marina, que han producido una merma en la cantidad y calidad del recurso.
SITUACIÓN ACTUAL
En la actualidad la provincia de Almería padece un déficit hídrico cifrado en 265 Hm3, con más de 60.000 Ha de regadío de las que unas 40.000 Ha. corresponden a hortalizas, cultivos cuya superficie no hace más que aumentar.
La situación por áreas geográficas sería la siguiente:
Campo de Dalías. Es la comarca más emblemática de la provincia de Almería. En ella se ha producido una fuerte transformación en los últimos 30 años, en un principio con los cultivos en enarenados y posteriormente bajo plástico. La mayor parte de los recursos hídricos los proporcionan las agua subterráneas, no sólo para la agricultura sino que también suministran agua a la ciudad de Almería. En la actualidad existe un déficit que rebasa los 100 hm3 lo que ha producido procesos de intrusión marina entre Aguadulce, La Gangosa, Escama de Balsa Nueva y salinización en el área de Matagorda y en las proximidades de Vicar.
Bajo Andarax. Con un déficit evaluado entorno a los 30 hm3 los acuíferos del Bajo Andarax presentan unos incrementos en salinidad desde la villa de Alhama de Almería hasta su desembocadura, con la anomalía que provoca la desembocadura de la rambla de Tabernas que aporta agua con unos altos contenidos en sulfatos, cloruros, y sodio. Parece innegable la presencia de procesos de intrusión marina a lo que habría que sumar la presencia de aguas salobres con otros orígenes.
Campo de Níjar. Constituído por una serie de pequeños compartimentos acuíferos con escasa entidad, sometidos en la últimas décadas a una sobreexplotación que ha producido importantes descensos de los niveles piezométricos y la movilización de aguas salobres ligadas a niveles evaporíticos y/o volcánicos.
Cuenca del Almanzora. Constituída por numerosos compartimentos de pequeña extensión, a los que la sobreexplotación y los usos urbanos y agrícolas de sus aguas las ha llevado hasta niveles intolerables para abastecimientos urbanos y algunos agrícolas.
PROPUESTAS PARA MEJORAR LA GESTIÓN
Ante esta situación no existen propuestas mágicas que de la noche a la mañana vayan a producir un cambio radical en el panorama expuesto.
Pero si se aplican las siguientes recomendaciones, comenzaría a cambiar la tendencia actual, armonizando las cifras de la demanda del recurso con la de su déficit. Las propuestas que se relacionan a continuación sólo tratan de fijar grandes líneas de actuación que en todo caso deben ser respetuosas y compatibles con el medioambiente: