ENCUENTRO MEDIOAMBIENTAL ALMERIENSE: EN BUSCA DE SOLUCIONES

MINERIA BARRA DE EXPLORACIÓN

PONENCIA MARCO

EL SECTOR DEL MÁRMOL EN LA PROVINCIA DE ALMERÍA. PERSPECTIVAS ECONÓMICAS Y PROBLEMÁTICA MEDIOAMBIENTAL

Miguel Villalobos Megía

Dtor. Dpto. Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de TECNOLOGÍA DE LA NATURALEZA S. L. (TECNA)

José A. Cañete Pérez, Ricardo Salas Martín

Dpto. Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de TECNA

 

1.- INTRODUCCIÓN

La Comarca del Mármol de Almería constituye la principal zona de extracción y transformación de mármol de Andalucía y la primera de España en cuanto a reservas, calidad del mármol y valor de la producción. Este dato es significativo por cuanto España es el segundo país productor de mármol del mundo, lo que habla por sí solo de la importancia socioeconómica del sector, tanto a nivel provincial como regional. Más de 200 canteras y otras tantas industrias de elaboración se concentran en la comarca.

La extracción y la elaboración del mármol son actividades muy arraigadas históricamente en la comarca, remontándose sus inicios a siglos atrás. Sin embargo, su relanzamiento definitivo fue promovido por la decisiva intervención de la Junta de Andalucía en 1983, inmediatamente después de la instauración del Gobierno Autónomo Andaluz, con la puesta en marcha del Plan de Actuación Global de la Comarca del Mármol. Este hecho no es casual, ya que desde el mismo inicio de esta intervención se consideró al sector del mármol como estratégico, dada su enorme potencialidad para demostrar los efectos de lo que podría llamarse una intervención pública estratégica a través de un "Plan de Actuación" como instrumento de desarrollo endógeno microeconómico.

Los resultados de esa intervención pueden calificarse de espectaculares, sin embargo en ese relanzamiento de la actividad nunca se tuvieron en cuenta criterios de carácter medioambiental, ni siquiera en este período (1982-1989) las consecuencias medioambientales de la actividad eran consideradas problemas. A ello contribuyeron varios factores: en primer lugar, la sensibilidad ambiental de la Sociedad y de la propia Administración eran muy diferentes a las actuales en ese período, de hecho nuestro Ordenamiento Jurídico comienza a recoger esta sensibilidad con la publicación de leyes como la de Evaluación de Impacto Ambiental, de Protección de la Naturaleza y sectoriales (Aguas, Costas, etc.), de modo coincidente en el tiempo con el diseño y la puesta en práctica del Plan de Actuación de la Comarca del Mármol. Tan solo el R. D. 2994/82 sobre Restauración del espacio natural afectado por actividades mineras es anterior, si bien su aplicación efectiva es, aún hoy, escasamente eficaz.

Todo ello ha conducido a originar en la comarca una situación medioambiental difícil y a la vez compleja. Por un lado, es evidente la necesidad de incorporar criterios ambientales al desarrollo de la actividad, poner en marcha medidas que traten de paliar los efectos negativos que ésta comporta y de adecuarla a la normativa que emana de la actual legislación vigente. Por otro, la mayoría de los problemas son heredados de una época en la que tal legislación era inexistente y las soluciones hoy son difíciles técnicamente y en cualquier caso muy costosas. Esto último se agrava, además, dado que tanto los empresarios como, incluso, diferentes organismos de la Administración implicados no parecen dispuestos a asumir su corresponsabilidad.

Así las cosas, la Administración ha practicado, hasta la fecha, una cierta política de permisividad, con objeto, probablemente, de no inducir tensiones de carácter social en la comarca, altamente productiva, por otra parte. De otro lado los empresarios parecen confiar más en la continuación de esa política de permisividad que en la adopción de medidas concretas para comenzar a minimizar los principales problemas medioambientales que la zona padece.

A grandes rasgos, los problemas del sector industrial son el vertido de residuos y lodos procedentes de la industrias de transformación a los cauces públicos y una fuerte degradación del medio ambiente urbano en los núcleos de población que albergan a las industrias. Por lo que a las explotaciones se refiere, se trataría de graves alteraciones geomorfológicas, inducción de procesos erosivos, fuerte impacto visual e importantes alteraciones en la red de drenaje

 

2.- ÁMBITO GEOGRÁFICO DE LA COMARCA DEL MÁRMOL DE ALMERÍA

La explotación más intensa y de mayor volumen se da en el término de Macael, en cuya sierra se concentra el 80-90% de las canteras. Existen explotaciones aisladas, no obstante, en un sector más amplio que se localiza entre el río Laroya, por el Oeste, y el Jauto, por el Este y entre Macael y el Chive, por el Norte y Sur, respectivamente. Dicho territorio se ubica sobre la Sierra de los Filabres. Afecta a los términos municipales de Macael, Líjar, Chercos, Cóbdar y Lubrín, todos ellos en la provincia de Almería. De modo general se puede hablar de cuatro áreas de extracción : Sierra de Macael, área de Líjar-Chercos-Cóbdar, área de Rambla Aljibe-Sierra Lisbona y área del Chive.

Las industrias de transformación se localizan en los municipios de Purchena, Olula del Río, Macael, Fines y Cantoria, todos ellos situados, de Oeste a Este, en el valle del río Almanzora, al Norte del área de extracción.

 

3.- EL MEDIO BIOFÍSICO

Geología:

El área de extracción del mármol se localiza en el sector centro-oriental de la Sierra de Los Filabres, en la Zona Interna de las Cordilleras Béticas. Está conformada por rocas pertenecientes al Complejo Nevado-Filábride, presenta un zócalo cristalino constituido por materiales esquistosos de edad Precámbrico-Permotriásico y una cobertera carbonatada de edad Permotriásico-Triásico. Así pues, los materiales que afloran en el área de extracción corresponden en su mayor parte a micaesquistos y rocas carbonatadas del Complejo Nevadofilábride, (estas últimas corresponden a los mármoles objeto de explotación).

El Valle del Almanzora, donde se alinean las industrias de transformación, se encaja sobre sedimentos de edad Terciario, margas, conglomerados, arenas, limos y arcillas, de la Cuenca del Almanzora y depósitos del Cuaternario, relacionados con la dinámica actual del río.

 

Clima:

La temperatura media de la comarca oscila entre los 12'4°C (Bacares, 1213 msnm) y los 17'6°C (Vera, 100 msnm), por lo que el área queda enmarcada dentro del dominio templado. El total pluviométrico recogido en el área varía entre 413,4 mm. de Bacares y los 259,6 mm. de Los Gallardos, con una media general para todo el área de 316,1 mm. Las lluvias más intensas registradas en 24 horas se producen, fundamentalmente, en el mes de Octubre. En la serie histórica destaca, en valores absolutos, el observatorio de Zurgena, que en un sólo día recogió 600 mm. Estas lluvias torrenciales se producen normalmente con vientos de SE, E y S. La E.T.P. alcanza valores máximos entre los 137,4 mm. de Bacares y los 206,5 mm. de Los Gallardos, en Julio y Agosto. El intervalo de la mínima oscila entre 11,5 mm. en Bacares y los 22,7 mm. de Purchena.

 

Geomorfología y procesos activos:

La Comarca del Mármol se ubica en la Cuenca Hidrográfica del Sur de España, y dentro de ella, según las distintas áreas de explotación, en las subcuencas de los ríos Almanzora (áreas de Macael y de Líjar-Chercos-Cóbdar), del río Antas (área de Rambla Aljibe-Sierra Lisbona) y del río Aguas (área del Chive), para el área de extracción. La zona de transformación se alinea a lo largo del propio valle del río Almanzora.

Desde el punto de vista hidrogeológico en el área se sitúan una serie de pequeñas unidades, acuíferos inconexos, englobadas en las denominadas "Unidades Carbonatadas de la Sierra de los Filabres" constituidas básicamente por los mármoles y calizas marmóreas del Complejo Nevado-Filábride (Formación Casas), así como otras unidades acuíferas detríticas, básicamente el Detrítico del Valle del Almanzora, Detrítico de la Cubeta de Ballabona o Detríticos del Bajo Almanzora.

La zona de extracción más importante, la Sierra de Macael, que concentra el 80 - 90% de las explotaciones, se sitúa en la cabecera de la cuenca del río Almanzora. Su morfología viene definida por una red hidrográfica formada por cauces paralelos con dirección N-S. El drenaje superficial se realiza a través de una serie de ramblas que discurren en dirección Sur a Norte y confluyen al río Almanzora por su margen derecha, drenando parte de la vertiente septentrional de la Sierra de los Filabres.. Todos ellos son cauces de carácter torrencial y discurren secos la práctica totalidad del año, produciendo escorrentía sólo en los escasos períodos de lluvias. Por su situación, próxima a la divisoria general de aguas de Los Filabres, predominan los procesos de encajamiento de los cauces, conformándose una sucesión de crestas y valles profundos, con pendientes elevadas y en los que no hay depósitos aluviales, ya que el proceso dominante es el erosivo.

Las cotas varían aproximadamente entre los 1.000 y los 550 msnm., si bien la diferencia de cotas media es de unos 200-250 m. Esta topografía configura unas pendientes acusadas que varían entre los 25 y 35°, siendo del 30% la pendiente media. Ello hace que el la sierra no exista actividad agrícola, salvo en zonas muy puntuales de los cauces, en donde se ha producido un ligero depósito de material, restringiéndose esta actividad al valle del propio río Almanzora.

 

Suelos y procesos erosivos:

La Comarca del Mármol presenta tasas de perdida de suelo por erosión comprendidas entre 100 y 200 Tm/ha/año para la zona de canteras de Macael y 50 y 100 Tm/ha/año para el resto de las zonas (MAPA, 1982). Teniendo en cuenta los criterios establecidos por FAO-PNUMA -UNESCO, estos valores se corresponden, para toda la zona de estudio, con un nivel de erosión muy alto, superior al admisible.

Hay que destacar la baja capacidad agrológica general de los suelos de la Comarca. A excepción de los fluvisoles desarrollados sobre sedimentos fluviales, los regosoles desarrollados sobre argilitas y metabasitas y los xerosoles sobre material cuaternario, todos ellos de clara vocación agrícola, el resto de los suelos soportan cultivos extensivos esporádicos de cereal (en zonas llanas) y de almendros y olivos en bancales, en las zonas de ladera. La escasa profundidad efectiva, baja fertilidad y abrupta topografía dificultan la utilización agrícola de estos suelos, en ocasiones abandonados por los agricultores. En múltiples casos la alta pedregosidad impide el uso de toda maquinaría de trabajo.

Desde una óptica de conservación, el grado de cobertura vegetal que presentan los suelos es muy bajo y a excepción de las zonas repobladas o de matorral no degradado, se extienden amplias áreas desprovistas de toda vegetación o con formaciones vegetales ralas y esquilmadas. Este hecho, unido a su alta vulnerabilidad intrínseca a la erosión hídrica, y al desmantelamiento al que están siendo sometidos para la extracción del sustrato subyacente, hacen de estos suelos un recurso limitado cuya supervivencia depende de un equilibrio entre una planificación destinada a mantener su productividad y una actuación orientada a preservar, conservar y restaurar su integridad, actualmente en fase alarmante de deterioro.

 

Flora, vegetación y fauna

Desde el punto de vista bioclimático la comarca del mármol se encuadra, casi en su totalidad, dentro de los pisos termomediterráneo y mesomediterráneo, correspondiéndose respectivamente con las áreas basales en donde son muy raras las heladas (hasta los 600 m.s.n.m.) y con las zonas de media ladera (desde los 600 a 1400 m.s.n.m.) en donde las heladas son relativamente frecuentes durante el periodo anual. En cuanto a los intervalos ombroclimáticos reconocidos en el sudeste peninsular, el área se encuadra dentro del piso semiárido (precipitaciones entre 200 y 350 mm) en la parte basal y seco (precipitaciones entre 350 y 600 mm.) en las partes más altas de la sierra.

En relación a la flora, existe un número importante de especies dada la riqueza de ambientes de la comarca. No obstante, son pocas las referencias en donde aparezcan especies que presenten algún interés por tratarse de elementos raros o en peligro, si bien pueden incluirse a dos: Teucrium freynii y Sarcocapnos enneaphylla, ambas especies propias de roquedos casi verticales de mármoles y calizas del Sur y Este peninsular. Sus poblaciones están siendo bastante mermadas en la comarca del mármol, sin que pueda hablarse por el momento de un claro peligro de extinción.

En cuanto a la vegetación y su fauna asociada es digna de mención la riqueza biológica presente (en particular de fauna invertebrada), si bien se pueden distinguir a grandes rasgos seis biotopos principales :

 

1) Encinar: Se trata del biotopo más característico y escaso dentro de la comarca. Actualmente se encuentra bastante alterado por acciones antrópicas habiendo sido desplazado hasta los peores suelos dentro de su área potencial y sustituidos por cultivos de secano. En este hábitat se encuentran la fauna típicamente forestal, como son azor, gavilán, gineta, gato montés o la garduña. Son abundantes también especies más generalistas como el ratón de campo, lirón careto, topillo común, lagartija ibérica, lagarto común o la culebra de escalera.

 

2) Pinares subespontáneos y de repoblación: Cualitativamente la fauna apenas varía con el encinar aunque en el caso de los repoblados el elenco florístico ha sido simplificado con los aterrazamientos y por tanto, se ha perdido gran parte de la diversidad zoológica. Es en aquellas zonas donde el antiguo matorral se mantiene es donde se aprecia un mayor número de especies.

 

3) Matorrales serial, subarbustivo y arbustivo :se engloban en estos hábitats aquellos matorrales de bajo porte más o menos claros, tomillares y espartales en los que las especies animales dominantes son aquellas de preferencia por espacios abiertos. En estos biotopos los reptiles son muy frecuentes sobre todo lacértidos y algunos colúbridos, y dentro de los mamíferos destacan conejo, liebre y zorro como aquellos más adaptados a este ambiente. En los sectores más térmicos del área, en donde aumenta la aridez, las formaciones vegetales se hacen más abiertas y ralas, adquiriendo unas características semiestepáricas que permiten la presencia de aves como la ortega, la terrera común o el alcaraván entre otras.

 

4) Paredones verticales: En general son paredones con superficies bastante lisas y con inclinaciones muy cercanas a la verticalidad. Se trata de ambientes idóneos para la cría de algunas especies con preferencía por los medios rupícolas como son el halcón común, buho real y cernícalo común. Otra fauna propia de las oquedades de las paredes son salamanquesas, murciélagos, ratas y ratones y la comadreja.

 

5) Cultivos: La fauna de estos medios es muy homogénea en general aún cuando las especies objeto de cultivo sean diferentes. En general, las máximas diferencias se encuentran entre cultivos de regadío y de secano, pues la producción de biomasa es mucho mayor en el primer caso y se mantiene durante más tiempo en el ciclo anual. De otra parte, estos medios constituyen áreas sumidero respecto del resto de formaciones, al ser aquí donde un buen número de insectos adultos y vertebrados encuentran su alimento para completar su ciclo vital (en particular los regadíos, que además cuentan con una producción máxima en el estío, justo cuando los medios forestales no producen nada por estrés hídrico y disminución del metabolismo).

 

6) Medios húmedos permanentes y temporales (ramblas): Contienen un numeroso grupo de comunidades asociadas a los cursos de agua muy rico en especies, en particular insectos e invertebrados acuáticos estrictos, muchos de ellos endémicos del sur peninsular o muy raros. De otra parte, estos ambientes soportan a una fauna vertebrada importante como son anfibios (varias especies de ranas y sapos), reptiles (galápago leproso y culebra viperina), aves (lavanderas, ruiseñores y mirlos) y algunos mamíferos asociados a estos medios (musgaños, musarañas, rata de agua, murciélago de ribera, etc.).

 

4.- EL MEDIO SOCIOECONÓMICO

Demografía

Atendiendo a los datos aportados por los últimos censos de población se constata que la comarca del Mármol es la única área del interior de la provincia de Almería que tiene una evolución no recesiva, si bien su incremento moderado está alejado de las cifras elevadas que se aprecian en las comarcas litorales del poniente y levante almeriense donde se localiza la agricultura intensiva y un cierto desarrollo turístico. La comarca presenta en el quinquenio 1.986-91 un incremento del 3,41% y una Tasa Anual de Crecimiento Constante (T.A.C.) del 0,67%. El crecimiento demográfico en estas mismas fechas de áreas como El Ejido y Roquetas de Mar se estimaba en el 18,30% y 12,32% con poblaciones totales de 39.960 y 44.801 hab. respectivamente, con lo que quedan evidenciadas las diferencias entre ambas zonas.

Sin embargo, los resultados ofrecidos por el Padrón Municipal de 1.996 indican que el incremento demográfico del 3,41% del quinquenio 86/91 desciende al 1,43% en el 91/96. La población total del área ha pasado de 18.205 habitantes a sólo 18.465, con perdidas generalizadas en casi todos los municipios excepto fines y Olula del río (zonas de localización de industria). En relación con el total provincial, la Comarca del Mármol reúne un 3% de los habitantes de la misma, en proporción con su grado de participación en la superficie total provincial, que es, con sus 358 Km2, del 4,08 % del total.

El análisis detallado a nivel municipal de la población de derecho en el periodo 1.950-1.996 pone de manifiesto el distinto comportamiento de los municipios, con una tendencia generalizada a la pérdida demográfica en la mayoría de ellos y un refuerzo de las capitales comarcales de Macael y Olula del Río. Es fácil observar como entidades de tamaño medio se han ido despoblando hasta acoger en la actualidad unos habitantes que no son ni la mitad de los efectivos que se contabilizan en 1.950, como es el caso de Lubrín. De otro lado, pequeñas entidades situadas en el valle han visto como crecían favorecidas por un cierto desarrollo de los talleres industriales de tratamiento del mármol, como es el caso de Olula del Río.

 

Actividad económica

Los datos aportados por el Censo de Población del año 1.991 permiten confirmar la importancia que tienen las actividades relacionadas con el mármol en la comarca y su importantísimo peso en la economía de la provincia de Almería.

La actividad extractiva ocupa en el conjunto comarcal al 11,80 % de la población económicamente activa -con más de 16 años- que en cifras absolutas supone 623 individuos. En relación con el total provincial, los ocupados en el mármol suponen prácticamente la mitad de la población dedicada a la actividad extractiva -1.243 personas. El análisis de las actividades extractivas a nivel municipal muestra como Macael concentra la mayoría del empleo generado en esta rama con 424 ocupados sobre un total de 623 -el 68,08 %-, seguido muy de lejos por Líjar con 69 ocupados y Chercos con 37. En el resto de municipios los valores obtenidos son inferiores.

El resto de las Actividades Primarias en la comarca del Mármol presentan un escaso nivel de ocupación a nivel global pues solo suponen el 7,50 % de la población ocupada total.

La industria de transformación y elaboración del mármol estadísticamente se encuadra en la rama denominada por el censo como de Química/Cemento, constituyendo, según los datos disponibles de 1.991, la rama económica más importante de la comarca, pues ella sola acoge a un volumen de población ocupada muy similar a la del total del sector terciario -1.652 empleados frente a 1.699-, representando el 31,29 % de la población de más de 16 años. Ello quiere decir, sin lugar a dudas, que es la industria de transformación del mármol el auténtico pilar sobre el que se asienta la economía comarcal, dinamizando a su vez las actividades terciarias que le sirven de apoyo. El análisis a nivel municipal permite distinguir los municipios con industria transformadora de aquellos que carecen de la misma y/o que presenta una escasa incidencia. Destacan por el nivel de ocupación Fines -42,27 %-, Macael - 37,99 %-, Olula del Río -34,69 %- y Purchena -22,88 %-. En contraposición a éstos el nivel de empleo generado es mínimo en los demás.

El resto de Ramas Industriales ofrecen a nivel comarcal un nivel de ocupación de la población del 7,77. La rama de la construcción presenta en valores globales un grado de ocupación del 9,47 %. En lo concerniente al sector terciario en su conjunto, a nivel comarcal se aprecia un 32,18 % de ocupación.

 

5.- LA ACTIVIDAD EXTRACTIVA

5.1.- SITUACIÓN LEGAL Y ADMINISTRATIVA

En el área de extracción minera de la Sierra de los Filabres existen dos situaciones muy diferentes desde el punto de vista jurídico-administrativo, la correspondiente al área de la Sierra de Macael y la que afecta al resto de las áreas de extracción.

Sierra de Macael: El Ayuntamiento de Macael es el titular de cinco concesiones de explotación, que abarcan la totalidad del área explotable de la Sierra, sobre recursos de la Sección C. Los derechos sobre dichas concesiones han pertenecido históricamente al Ayuntamiento de Macael y fueron consolidados en 1973 al amparo de la disposición transitoria primera de la nueva Ley de Minas 22/1973 de 21 de Julio. El Ayuntamiento tiene divididas las concesiones en un total de 140 permisos que subarrienda a los explotadores mediante la formalización de un contrato de explotación, de acuerdo con lo previsto en el Art. 123 del R.D. 2857/1978, de 25 de Agosto, por el que se aprueba el Reglamento general para el régimen de la minería, beneficiándose a cambio del cobro de un canon por el volumen de material extraído de cada explotación. Dichos contratos se realizan por un periodo de cinco años prorrogable siempre que no se incumplan las cláusulas del contrato establecido, y son realizados con autorización previa de la Dirección General de Minas.

Esta singular situación incide en la problemática minera y ambiental de la Sierra, ya que las explotaciones son traspasadas de un arrendatario a otro y sólo coyunturalmente puede decirse que estén activas, con explotación intermitente o caducadas, habiéndose seguido este procedimiento de explotación desde época remota. Existen, así, permisos explotados por el mismo arrendatario durante décadas, e incluso transmitidos durante varias generaciones, y otros que han cambiado con regularidad de titular o que, incluso, están en la actualidad caducados en espera de que alguien se interese por ellos.

En este contexto, y de acuerdo con el Art. 123.8 en relación con el Art. 122.3 del R.D citado, es al Ayuntamiento, como titular de los derechos, quién sigue a cargo de los deberes y obligaciones frente a la Administración, o frente a terceros, pudiendo, por su parte exigirlos al arrendatario, ya que el incumplimiento por parte de este último de los preceptos de la Ley de Minas y del Reglamento pueden ser motivo de caducidad de las concesiones.

Así pues, corresponde al Ayuntamiento, como titular de los derechos, la obligación de cumplir, y hacer cumplir a los arrendatarios, con los deberes que se derivan del R.D. 2994/1982, de 15 de Octubre, sobre restauración del espacio natural afectado por actividades mineras y a la Administración de Minas la de exigir al Ayuntamiento la presentación y materialización de dichos planes, o, en su caso, una cantidad periódica destinada a la creación de un fondo destinado a tal efecto. Hasta la fecha los planes que presentan, tanto los arrendatarios como el propio Ayuntamiento, son un trámite administrativo, de modo que la explotación individual de cada cantera se realiza en cada momento atendiendo más a criterios de oportunidad (demanda) y de viabilidad técnica que a la planificación proyectada en los preceptivos planes de labores que se aprueban anualmente. El Ayuntamiento presenta uno por concesión y los explotadores uno por cantera. A partir de 1.994 el Servicio de Minas acepta un Plan global para todas las concesiones y a los explotadores que posean derechos de más de una cantera, aunque éstas no sean contiguas, un Plan único para sus explotaciones.

Esta sistema persiste debido a diferentes razones:

- Todas las explotaciones se iniciaron en época muy anterior al año 1982, fecha en la que entra en vigor el R.D 2994 sobre restauración del espacio natural afectado por actividades mineras, por lo que, en su momento, y de acuerdo con el Art. 9 del citado R.D., y en el plazo máximo de un año, debieron presentar un Estudio de Impacto Ambiental ante la Dirección Provincial de Minas, "en el que partiendo del estado entonces actual de la explotación , se considerasen posibles alternativas en orden a la restauración de las áreas que aún no habían sido objeto de explotación". Este tramite nunca llegó a ser realizado, por lo que dichas explotaciones nunca han contado con un Plan de Restauración General.

- Debido, por otro lado, al peculiar mecanismo de traspaso de los derechos de explotación, singular, sin duda, en el contexto general de la Ley de Minas, no se entiende que un explotador deba restaurar el medio afectado por la explotación del anterior arrendatario o de él mismo, cuando puede darse el caso que un nuevo arrendatario reexplote labores abandonadas por éste, incluso ya restauradas.

- Es, además, reconocida la dificultad técnica para poder acometer planes de restauración de modo simultáneo con la explotación, debido a la reducidas dimensiones y a las propias características de los frentes de explotación.

- Los Planes de Restauración adjuntos a los Planes de Labores anuales se convierten, así, en un mero trámite administrativo con la aceptación tácita de la Administración, cuya única salida sería la exigencia de unas partidas económicas para la creación de un fondo que permitiese una posterior y definitiva restauración. Tampoco esto ocurre en la actualidad, contribuyendo a ello el hecho de que el titular de los derechos mineros, último responsable ante la Ley, sea, en este caso, otra Administración, el propio Ayuntamiento de Macael, y a la gran fuerza que ostenta el sector empresarial del mármol a nivel socio-económico y político en la provincia de Almería. Basta recordar la ingente cantidad de acciones desarrolladas desde la propia Junta de Andalucía en apoyo del sector durante la última década. En opinión de los propios empresarios resultaría paradójico que por un lado la Administración esté financiando las inversiones del sector y por otro se pusiesen "trabas" para su desarrollo.

Es dudoso, por último, que tanto el titular como los explotadores tengan la correspondiente autorización administrativa por parte de Confederación Hidrográfica para proceder al vertido de residuos sobre los cauces, hecho generalizado en toda la Sierra.

Resto de áreas: En el resto de las áreas analizadas la situación jurídico-administrativa es completamente diferente. Se trata en este caso de Autorizaciones de la sección A, donde el titular y explotador son la misma persona. Son, en casi todos los casos anteriores también a 1982 y tampoco se materializan los planes de restauración. La Dirección Provincial de Minas, no obstante, para las de nueva apertura, ha comenzado a exigir avales bancarios con objeto de garantizar la ejecución del Plan de Restauración una vez concluida la actividad. En este caso, el Plan de Restauración para el Proyecto de Apertura es informado por la Consejería de Medio Ambiente, aunque su informe no tiene carácter vinculante.

Tampoco, en este caso, se cuenta con la correspondiente autorización de la Confederación Hidrográfica para el vertido y la obstaculización y taponamiento de cauces.

 

5.2.- DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD MINERA

Existen, por las razones apuntandas con anterioridad, en cada momento un número variable de canteras activas. En la actualidad, y refiriéndonos sólo a la Sierra de Macael, unas 90 canteras están activas, unas 20 en explotación intermitente y unas 30 sin actividad.

En función de su relación con la topografía existen tres tipos de tipologías de canteras : en ladera, en vaguada o en cima. En toda la comarca el sistema de explotación es " a cielo abierto". El método general de trabajo es el de "banqueo y avance" y consta de las fases de Desmonte o despizarre, arranque, carga y transporte.

El desmonte se realiza en dos fases, perforación y voladura. Los grandes espesores de recubrimiento a desmontar, estériles, obligan a establecer un sistema de escombreras de grandes dimensiones. El arranque se realiza por métodos diferentes según el caso : voladuras controladas, hilo diamantado o por sierra de brazo. La carga, tanto de estériles como de bloques, se realiza mediante pala cargadora sobre neumáticos sobre camión. En el transporte debe diferenciarse el beneficio a planta, los estériles a escombrera y el de comercialización directa a mercado.

La Sierra de Macael, por su parte, tiene una extensa y moderna red de infraestructuras mineras, desde un sistema de pistas asfaltadas hasta red de agua y servicios de aire comprimido, electricidad, etc.

Existen en la Sierra de Macael hasta 19 grandes áreas de vertido o escombreras, algunas de ellas hoy ya inactivas.

 

5.3.- LA PRODUCCIÓN DEL MÁRMOL EN LA SIERRA DE MACAEL

En la serie temporal estudiada es fácil observar como la producción de mármol ha sufrido una fuerte evolución desde las 479.581 Tm. de 1.978 hasta casi 1.000.000 en de 1.990, año de máxima producción histórica, para sufrir desde esa fecha un decrecimiento hasta 1,994, con valores totales de producción similares a los de 1.986 (decrecimiento provocado por la crisis económica a escala mundial en relación a la Guerra del Golfo) y una nueva tendencia, aunque muy suave, a la recuperación, lejos aún de alcanzar las cifras históricas de los primeros años de la decada de los 90. Se observa igualmente una evolución en el tipo de producto obtenido y el grado de transformación industrial que se realiza con carácter previo a su venta. El material que se obtenía en 1.978 era en un 65% Piedra, cuyo valor en el mercado es bastante reducido destinándose mayoritariamente a servir de componente en la elaboración de materiales de construcción, con un reducido valor añadido. En 1.993 la piedra solo significa ya el 23,65 % de lo extraído, habiéndose llegado a reducir en pleno "boom" de la actividad constructiva a valores que se situaban entre el 14-16 % en 1.989 y 1.990. Precisamente este año representa el punto en el que se alcanzaron los máximos niveles de producción con un total de 1.006.342 Tm. que significaron un incremento respecto al precedente del 16 % -142.235 Tm.-

Aunque evidentemente aún es factible una mejora sustancial del sector, lo cierto es que en un corto periodo de tiempo, que puede delimitarse entre mediados de la década de los 80 y 1990, se ha asistido a un creciente proceso de mecanización-modernización de la actividad extractiva y a una expansión de la industria de transformación, ofertando al mercado por primera vez productos normalizados que no precisan elaboraciones intermedias y que alcanzan un precio, lógicamente, más elevado. Aun así, el sector padece hoy día evidentes debilidades que lo hacen frágil ante sus más directos competidores: empresas de pequeñas dimensiones, más orientadas a la extracción que a la transformación, escasa cooperación interna entre empresas en lo referente a políticas de precios, certificado de calidad, etc.

Según la Asociación Provincial de Empresarios del Mármol la facturación total del sector, considerando extracción más elaboración, ha pasado de los 2.000 millones de pesetas estimados en 1.980 a 22.000 en 1.990, que se ven reducidos a 15.000 millones de pesetas en 1.993 ante la crisis que atraviesa el sector de la construcción en general, produciéndose desde 1.994 una cierta recuperación. La modificación en la facturación es especialmente fuerte entre 1.986 y 1.988, duplicándose los resultados de un año para otro. La clave, sin duda, se encuentra en la industria de transformación, cuya extensión posibilita por primera vez, que la mayoría del material extraído se trate en la comarca y no en centros del Levante y País Vasco, como era tradicional hasta entonces.

Si bien ciertamente no se posee información detallada sobre la producción total y facturación de material elaborado en municipios distintos al de Macael, la Asociación Provincial de Empresarios del Mármol estima que la producción total de la comarca sería el producto de incrementar en un 20 % la de Macael.

 

6.- LAS INDUSTRIAS DE TRANSFORMACIÓN

La gran dinámica del sector industrial de la transformación del mármol hace que el número de altas y bajas empresariales sea muy elevado y, por tanto, muy difícil de precisar con exactitud su número en cada momento. Actualmente se sitúa en torno a las 200 empresas. De ellas un 60% corresponden a pequeñas fábricas y talleres, un 30% al sector de la artesanía, un 9% a grandes fábricas y un 1% al sector de los triturados.

La implantación de las industrias de transformación del mármol ha estado históricamente condicionada por los siguientes factores: fácil accesibilidad, tamaño de las parcelas, infraestructura adecuada y cómodo vertido de lodos. En función de estos factores la ubicación tradicional se ha dirigido hacia la proximidad de la carretera Huercal-Overa a Baza (buena comunicación), junto al cauce del río Almanzora (cómodo vertido de lodos y residuos) y en el entorno mismo de los núcleos de población (mínimas dotaciones infraestructurales, agua y luz).

Este modelo espontaneo de distribución se ha revelado a la larga enormemente problemático debido, en primer lugar, al impacto generado sobre los núcleos en cuanto al deterioro de su imagen y, en segundo lugar, por el impacto que el vertido de los lodos produce sobre el cauce del río Almanzora. Por otro lado, al quedar con el tiempo gran parte de las industrias insertas en el propio tejido urbano, las posibilidades de ampliación de las superficies de las instalaciones, necesaria para reconversión tecnológica, eran realmente difíciles, dado los altos precios del suelo en su entorno.

Este modelo ha sido, por otra parte, consecuencia de la gestión urbanística llevada a cabo tradicionalmente por los Ayuntamientos, que han considerado positivo, en cualquier circunstancia, la instalación de industrias en su término municipal, sin considerar si las infraestructuras disponibles eran las adecuadas y sin tener en cuenta criterios selectivos de calidad ambiental.

A partir de los años 1986-87 una intervención pública cuyo objetivo era la promoción de suelo industrial en la comarca (Polígono de Fines), para aquellas industrias que optasen por su reubicación, así como para las de nueva creación, pone en alerta a los demás municipios, que ven como algunas de sus industrias pueden, de este modo, salir de sus municipios. Los Ayuntamientos comienzan así una estrategia de creación y oferta de suelo industrial en cada uno de sus municipios vía revisión del Planeamiento Urbanístico entonces vigente.

Se llega así al modelo de asentamiento actual, muy parecido al descrito, donde las industrias de nueva creación han optado por ubicarse en los diferentes polígonos industriales existentes, uno por cada municipio. Aún así, las carencias infraestructurales de estos polígonos en lo que al vertido de los lodos residuales se refiere son aun manifiestas y aunque recientemente la propia Consejería de Medio Ambiente ha financiado la construcción en los mismos de vertederos, a escala comarcal el asunto sigue pendiente de solución para las industrias existentes en el diseminado.

El 73% de las industrias aparecen localizadas en los términos municipales de Macael y Olula del Río, el 27% restante se distribuye en porcentajes similares entre Cantoria (10%), Fines (10%) y Purchena (7%).

 

7.- INCIDENCIA SOCIOECONÓMICA DEL SECTOR DEL MÁRMOL

A la vista de lo expuesto cabe señalar la positiva incidencia económica que la actividad tiene en la Comarca :

- Atendiendo a la evolución reciente de su población, la Comarca del Mármol es la única área del interior de la provincia de Almería que presenta una evolución demográfica no recesiva en los últimos años.

- Atendiendo a las Ramas de Actividad Económica se comprueba que el mármol se erige en el elemento aglutinador de la economía del área, por encima de cualquier otro tipo de actividades.

- La importancia económica de la actividad extractiva de la Comarca del Mármol a escala regional y nacional queda puesta de manifiesto en los siguientes parámetros, correspondientes al año 1.990:

. La producción vendible en la Comarca del Mármol en bruto (2.579 millones de pesetas) representa el 45 % del total del valor de la producción minera en la provincia de Almería, siendo por tanto la primera sustancia en cuanto a su valor.

. El 86 % de las canteras de mármol existentes en Andalucía se ubican en esta comarca, lo que supone el 58% de todas las existentes a nivel nacional.

. El 87 % del empleo creado por el sector del mármol a nivel andaluz se concentra en la comarca. Ello representa el 39 % a nivel de todo el estado.

. La producción de mármol en la comarca representa el 40 % de la andaluza y el 12 % de la nacional -datos que se encuentran distorsionados a la baja ya que en la fuente empleada se incluyen las extracciones de mármol y de algunos tipos de caliza, aunque los mercados de ambos no son siempre coincidentes-.

- Según la Asociación Provincial de Empresarios del Mármol el empleo generado ha ido creciendo permanentemente desde los 1.200 trabajadores del año 1.983 hasta los 4.200 del año 1.991., disminuyendo a 3.150 en el año 1.993.

De manera indirecta dependerían, a su vez, del sector del mármol, según la APEM alrededor de 62.000 personas, y como no, la totalidad de los municipios de la comarca.

 

8.- PLANES, PROGRAMAS E INTERVENCIONES

La Comarca del Mármol, tanto en lo que se refiere al sector de la extracción como al de la transformación, ha sido, desde principios de la década de los 80, una zona con un fuerte grado de intervención pública, lo que ha propiciado, además, un gran dinamismo en cuanto a iniciativas privadas se refiere. Comprender la situación actual de la Comarca hace necesario remontarse al origen de estas primeras intervenciones.

Efectivamente, la extracción y transformación del mármol en la Comarca ha venido realizándose a lo largo de la historia de una manera muy poco racional y con escasos medios técnicos. Ello condujo al sector, progresivamente, hacia una profunda crisis que culmina en los primeros años de la década de los 80. En 1.983, inmediatamente después de la instauración de la Junta de Andalucía, ésta crea el I.P.I.A., Instituto de Promoción Industrial de Andalucía, con el propósito de seleccionar e intervenir en el desarrollo de determinados sectores de actividad manifiestamente mejorables. El objetivo era poner en marcha Planes de actuación sobre dichos sectores para demostrar los efectos de lo que podría denominarse una "intervención pública estratégica" como motor para el desarrollo endógeno microeconómico de dichas comarcas.

La Comarca del Mármol resultó, así, fuertemente favorecida ya que, desde el primer momento, el I.P.I.A. consideró al sector de actividad del mármol como excepcionalmente favorable para demostrar los efectos positivos de esa intervención pública. (Cabría, aducir también criterios políticos. No debe olvidarse que la Comarca del Mármol se inscribía en la única provincia que se alejó del espíritu autonomista en el Referéndum que propició la instauración de la Autonomía por la denominada "vía rápida", pretendiendo quizás con ello una actuación testimonial).

Los primeros contactos entre la Junta y los responsables políticos locales se producen en Agosto de 1.983 y en Noviembre de ese mismo año se aprueba la primera edición del denominado "Plan de Actuación Global para la Comarca del Mármol". Dicho Plan queda coordinado por el Instituto de Fomento de Andalucía (entonces Instituto de Promoción Industrial de Andalucía -IPIA-) y participan los Ayuntamientos de la comarca, La Sección de Minas de Almería, Diputación, Asociación de Empresarios del Mármol y Centrales Sindicales, entre otros. Tiene como objetivo un estudio integral de la Comarca desde todos los puntos posibles de vista para definir las acciones necesarias a acometer con objeto de propiciar el mejor desarrollo de la misma.

En su primera edición el Plan contemplaba 21 acciones concretas, todas ellas orientadas hacia dos objetivos: una mejora en el conocimiento geológico-minero del yacimiento, que posibilitara una ordenación racional de las explotaciones, y la reconversión del sector industrial de transformación hacia uno más competitivo basándose en una renovación tecnológica y la definición de estrategias comerciales.

Cabe adelantar, pues, que en ningún momento se habla en el Plan de la problemática ambiental ni de medidas para su control o minimización, aspecto obviado en todo momento, si bien más tarde (1986) el propio IFA encarga un estudio sobre "Posibilidades de aprovechamiento industrial de los lodos de corte y pulido en el entorno de Macael", en relación con la problemática ambiental del vertido de estos lodos al cauce del río Almanzora y tributarios.

Así pues, la puesta en marcha del Plan supuso un radical punto de inflexión para el sector del mármol en la Comarca. De entre las actuaciones desarrolladas cabe señalar las siguientes que se señalan en el cuadro adjunto.

 

9.- ANÁLISIS DE LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL

9.1.- PROBLEMÁTICA GENERAL DEL SECTOR

Buena parte de los problemas medioambientales generados, sobre todo en relación con la actividad minera, derivan de las dificultades técnicas que padece el propio sector.

 

9.1.1.- Explotaciones

En la actualidad los problemas más importantes que afectan a las explotaciones, y que inciden sin duda en la problemática ambiental existente, son los siguientes:

* Las parcelas concedidas por el Ayuntamiento de Macael, son generalmente de pequeña superficie, lo que ha producido un minifundismo tan enorme que toda la Sierra produce el efecto de un gran caos.

* Las canteras son de pequeña entidad, con frentes cortos y superficies mínimas de plaza de cantera, lo que dificulta enormemente el movimiento de maquinaria, y produciendo un aumento de tiempo considerable en ejecutar las operaciones de laboreo.

* A excepción de algunas grandes empresas, la mayoría son pequeños explotadores con escasez de recursos técnicos y materiales, lo que se traduce en una mala gestión del recurso.

* En la zona de Macael, la incidencia en el costo de extracción de las grandes masas de estéril de recubrimiento del material aprovechable es enorme, agravándose al tener que parar la explotación para efectuar la salida del escombro por la cantera, pues quedan sepultados los frentes de trabajo al realizar la voladura.

* Al no realizar una investigación previa al laboreo de las explotaciones, puede ocurrir que después de realizado el desmonte y haber hecho una fuerte inversión, los materiales objeto de extracción no estén en condiciones de comercialización, (fracturas, "pelos", color, etc).

* Debido a la orografía de la zona de Macael, con fuertes pendientes y a la falta de planificación minera en la apertura de las explotaciones, se dan casos, de imposibilidad de extraer el material por encontrarse en la actualidad con unos frentes verticales muy altos (hasta 60 m.), teniendo el material a la vista pero sin poder extraerlo.

* El parque de maquinaria de las explotaciones es poco homogéneo y, en ocasiones, poco funcional, pudiendo encontrar maquinas totalmente obsoletas y que ocasionan pérdidas de producción por la cantidad de horas de parada por avería que tienen, así como maquinaria de la última generación y que en la mayoría de los casos están sobredimensionadas con respecto al trabajo que realizan.

* El vertido de estériles se ha venido realizando, hasta hace muy poco tiempo, de forma indiscriminada, dándose casos de ocupación de zonas potencialmente productivas. Recientemente el propio Ayuntamiento de Macael, en la Sierra, ejerce un control y planifica la actividad de vertido. Hay gran cantidad de escombreras que afectan a cursos de agua y las escombreras situadas en ladera presentan en algunos de los casos problemas geotécnicos, con riesgo de deslizamientos; esta circunstancia provocará a la larga un efecto de ocupación de cauces o vía pública.

 

9.1.2. Industrias de transformación

Los principales problemas detectados en relación con las industrias son los siguientes:

* El modelo de implantación espontánea de las industrias ha originado que una gran parte de ellas se sitúen en los propios núcleos de población. Ello trae como consecuencia, fundamentalmente en Olula del Río y Macael, una fuerte degradación ambiental, consecuencia del gran número de industrias que generan ruido, polvo y un importante tráfico rodado de camiones en zonas residenciales.

* En las zonas de concentración industrial cabe señalar, además, el impacto visual producido como consecuencia de la acumulación de bloques y material de desecho próximos a la carretera y la ausencia de vallas constructivas o setos vegetales alrededor del recinto de las industrias.

* Otro problema importante, y común a todas las zonas, es el excesivo número de accesos directos a la carretera, sin que la intersección de los mismos con la C-323 reúnan unos mínimos requisitos de seguridad.

* En el caso particular de las trituradoras el problema del polvo es realmente grave, no solo por la degradación que produce en el paisaje, sino porque, en determinadas condiciones climatológicas (viento) llega incluso a entorpecer la visibilidad de los vehículos en determinados tramos de carretera.

* No obstante, y sin duda alguna, el principal problema de tipo medioambiental en la zona es la utilización del cauce del río Almanzora y de las ramblas afluentes como lugar de vertido de los barros o lodos producidos por la industria.

 

9.2.- PROBLEMÁTICA MEDIOAMBIENTAL

De un modo concreto, los principales impactos ambientales que se detectan sobre el Medio son los siguientes.

 

A) CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA POR POLVOS Y GASES

La contaminación atmosférica como consecuencia de la emisión de partículas contaminantes en estado sólido es visible en toda la Sierra de Macael. Las fuentes emisoras de contaminantes son muy numerosas, siendo en ocasiones muy localizadas en el tiempo, caso de las voladuras para el desmonte o despizarre, o continuas, caso de la perforación con barrenos, arranque y carga de estériles, transporte por pistas y descarga y exposición en vertedero. En líneas generales, no se trata de un fenómeno constante ni regular, sino que está sometido a momentos de máxima concentración distribuidos en intervalos muy irregulares, aunque las molestias llegan a ser importantes. Su difusión es difícilmente evaluable ya que no se dispone de datos concretos para la zona como frecuencia, velocidad y dirección de los vientos, turbulencias de aire, humedad y temperatura del suelo, etc. En general no se observa ningún tipo de medida para minimizar este impacto: captadores de polvo en los equipos de perforación, retirada de detritus de la superficie en el momento de la voladura, riegos sobre los materiales de excavación y carga, acondicionamiento de pistas de transporte o cubrición de camiones, tratamiento de escombreras, etc.

Un problema grave de contaminación por polvo se genera en las industrias de trituración.

 

B) CONTAMINACIÓN SÓNICA

Con independencia del impacto producido en el momento de la voladura, no se registra, en sierra, más efectos que los derivados de los equipos de trabajo en el interior de las propias explotaciones.

 

C) ALTERACIÓN O DESTRUCCIÓN DE CAUCES SUPERFICIALES

La obstrucción de cauces supone, además de una alteración significativa en la dinámica hídrica superficial, una modificación en el balance de los acuíferos que dichos ríos atraviesan, al quedar parcialmente suprimidas las áreas de recarga al acuífero por parte de las aportaciones superficiales del río. Estos taponamientos condicionan, por otra parte, la existencia de inundaciones periódicas, aguas arriba de la zona de vertido, en circunstanciales lluvias de máxima intensidad.

Un problema de especial gravedad se plantea en las industrias de transformación que continúan vertiendo, la mayoría, los lodos de corte a cauces, principalmente al del río Almanzora. A pesar de no ser tóxicos, generan graves afecciones de tipo visual, reducen la permeabilidad del cauce, y con ello la capacidad de infiltración y de recarga del acuífero aluvial, y generan efectos negativos aguas abajo de los puntos de vertido cuando son arrastrados en épocas de avenida.

 

D) CONTAMINACIÓN DE AGUAS SUPERFICIALES

Debido a la naturaleza de los vertidos a cauces no se detectan problemas especialmente significativos en cuanto a la alteración de la calidad de las aguas superficiales.

 

E) ALTERACIONES EN LA DINÁMICA DE ACUÍFEROS

Como ya se ha señalado, la obstrucción de cauces superficiales ha supuesto una alteración en la funcionalidad de las áreas de recarga en los tramos donde los ríos recargan a los acuíferos que atraviesan. Es el caso de los desaparecidos cauces de los ríos Baile y Marchal con respecto al acuífero de Laroya y del río Orica con respecto al acuífero de Líjar-Macael, en el área de Macael. El primer caso es especialmente significativo por cuanto dicha unidad es aprovechada para abastecimiento a Macael y, por otro lado, las entradas al acuífero por recarga del río se cuantifican en el 95% de las aportaciones totales a la unidad.

El vertido de lodos, como se ha señalado, reduce lentamente la permeabilidad de los cauces.

 

F) CONTAMINACIÓN DE ACUÍFEROS

Se ha detectado un inadecuado acondicionamiento de las instalaciones, generalmente no exclusivas a este fin, donde se producen los cambios de aceite de toda la maquinaria. En casi todos los casos los aceites usados son vertidos a lugares inmediatos al entorno donde se realizan los cambios. Dado que los materiales donde se ubican las instalaciones son permeables y constituyen unidades acuíferas, alguna de ellas incluso aprovechadas para abastecimiento urbano, constituyen un foco potencialmente contaminante para la calidad de las aguas subterráneas.

 

G) OCUPACIÓN DE SUELO FÉRTIL

El único sector donde se observa un impacto significativo en cuanto a la desaparición de suelo fértil, muy escaso en toda la zona, dadas las características fisiográficas de la misma, es en la vega de Cóbdar, como como consecuencia de la invasión en la misma de los vertidos de las canteras ubicadas en el Cerro de San Pedro, al Oeste de Cóbdar.

 

H) ELIMINACIÓN O DESTRUCCIÓN DE HABITATS

La destrucción de hábitats debido a las diferentes actividades de la extracción minera es un hecho bastante extendido en todo el área de estudio. Esta destrucción, en general, afecta mayoritariamente a la cubierta vegetal, pero en otros casos llega a alcanzar el sustrato que permite el sustento del ecosistema, de tal forma que aún cesada dicha actividad, la regeneración del ecosistema es muy difícil, si no imposible, en las mismas condiciones biológicas en las que estaba antes de la actividad minera . Las comunidades más afectadas por estos altos impactos son preferentemente los restos de encinares basófilos existentes (que se encuentran en su límite ombroclimático de supervivencia) y las comunidades rupícolas de farallones y taludes de alta inclinación.

 

I) ELIMINACIÓN DE LA CUBIERTA VEGETAL

Aunque muy difícil de separar de los impactos relacionados con la destrucción de hábitats, en general en toda el área de estudio existen fuertes impactos de la cubierta vegetal en distinta gradación. Así, es posible encontrar desde ligeros impactos generados por polvo, pasando por ocupación parcial de la superficie por escombros, hasta llegar al máximo nivel con la destrucción de la cubierta vegetal y del sustrato donde se instala.

 

J) ALTERACIÓN DE PROCESOS ECOLÓGICOS

La alteración de procesos ecológicos de gran importancia para el desarrollo del ecositema, es un hecho bastante frecuente dentro del área de estudio. Estos impactos ecológicos se sitúan fundamentalmente en ríos y ramblas, ya que el vertido de escombros generados por las explotaciones o la utilización de dichos ríos como caminos de paso ocupan parcial o totalmente dichos cauces. Así pues, el daño ecológico producido por dichas escombreras no se centra solamente en la ocupación y/o eliminación del cauce, sino que se genera también por la incorporación de partículas de finos al agua, de tal forma que un buen número de artrópodos acuáticos filtradores (y en general toda la fauna) se ven sometidos a un fuerte cambio de las condiciones ecológicas primarias del agua y del sustrato en el que se desarrollan. Por tanto, la acción impactante de la actividad no se queda exclusivamente en el punto de vertido sino también aguas abajo (ver mapa de impactos). Por otro lado, el impacto en algunos puntos puede quedar por encima del lugar en que se tapa el cauce ya que en períodos de lluvia copiosa se producen represamientos del agua que pueden durar bastante tiempo, lo que lleva en última instancia a la desaparición de la vegetación que queda por debajo el agua.

 

K) INDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESLIZAMIENTO, DESPRENDIMIENTOS Y COLAPSOS

La actividad minera puede generar riesgos de desestabilización del terreno:

 

Desmontes.- La disposición estructural de las capas de mármol explotables, obliga, en muchos casos a realizar grandes desmontes en materiales estériles (esquistos fundamentalmente) cuyas alturas pueden superar, ocasionalmente, los 80 metros, que se realizan con taludes muy inclinados (a veces próximos a la vertical). Estas operaciones inducen riesgos de deslizamientos y desprendimientos.

Obras de infraestructura.- La construcción de pistas y accesos a las explotaciones se realiza, en algunos casos, sin considerar los problemas de estabilidad de taludes, realizando trincheras de paredes casi verticales en zonas muy fracturadas del macizo rocoso. Aunque muchos de los accesos sufren constantes modificaciones, en función de las necesidades de la explotación, persisten algunos desmontes con condiciones precarias de seguridad, con riesgo de producirse desprendimientos de grandes bloques que comprometerían la seguridad del tránsito.

Escombreras.- Suponen un importante factor de riesgo debido a su número, volumen, altura y posición topográfica. Los procesos que pueden originarse, en las escombreras son, esencialmente de dos tipos, colapsos y deslizamientos.

 

L) ACELERACIÓN DE PROCESOS EROSIVOS Y AUMENTO DE LA CARGA DE SEDIMENTACIÓN AGUAS ABAJO

Las pérdidas de suelos estimadas a partir de la aplicación de la Ecuación Universal de Perdida de Suelo (USLE) para valores medios interanuales, oscilan entre 100 y 200 Tm/ha/año, para el área de extracción de la Sierra de Macael, y 50 a 100 Tm/ha/año para el resto de las áreas analizadas, lo que significa una duplicación de los valores de pérdida de suelo en el área de máxima explotación correspondiente a la Sierra de Macael, lógicamente atribuibles a los efectos de la propia actividad extractiva.

El vertido de lodos a cauces aumenta la carga en suspensión y genera procesos de sedimentación aguas abajo.

 

M) IMPACTO VISUAL

Se trata, sin ninguna duda, de uno de los impactos medioambientales de mayor magnitud y significación en el área de estudio, tanto por lo que se refiere a la sierra, en relación con las canteras, como en los núcleos urbanos, en relación con las industrias de transformación. En el primer caso tiene su origen en la alteración morfológica que supone la apertura, ciertamente prolífica, de frentes de cantera y el vertido de los residuos, tanto el que se realiza sobre escombreras localizadas y controladas como el que sistemáticamente se ha venido realizando de modo indiscriminado. La eliminación de la cobertera edafo-vegetal y, por último, la ejecución de obras de infraestructura (carreteras y pistas, almacenes, conducciones vistas de agua, etc.) sin una mínima integración paijajística con el entorno, son otras fuentes de impactos visuales. Debe añadirse a ello, el abandono de maquinaria y repuestos de modo indiscriminado a lo largo de todo el área minera.

En el caso de las industrias, en relación con el medio ambiente urbano, el problema radica en la gran cantidad de pequeñas industrias y talleres ubicadas dentro y en el entorno de los núcleos de población.

 

N) DESTRUCCIÓN DE PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTÍSTICO

Existen diversos puntos donde se ha podido constatar un conflicto en relación a la posible afección de la actividad extractiva sobre Patrimonio. Es el caso del Cerro del Mojón, al Sur de la Sierra de Macael, donde la Dirección General de Bienes Culturales ha iniciado el trámite de declaración de Zona Arqueológica como Bien de Interés Cultural, y en cuyo entorno existen unas canteras cuyo frente de avance se orienta hacia el Yacimiento. Otro punto conflictivo, en término de Chercos corresponde a los yacimientos denominados El Cerrillo y El Tesorillo. El primero de ellos tiene abierto expediente de incoación para su declaración como Bien de Interés Cultural (BOJA 6-11-1990. Resolución 22-12-1989. BOE 9-2-1990) y se corresponde con un yacimiento fortín de la Edad del Cobre, relacionado con el inmediato yacimiento del Tesorillo, también con expediente abierto de incoación para su declaración como B.I.C. Ambos yacimientos están seriamente amenazados de desaparición por avance de las canteras. Por último, y también en el término de Macael, se sitúa el Yacimiento de Macael Viejo (1), gravemente amenazado por las canteras del entorno. Se trata de un yacimiento tipo I, propuesto para su declaración como B.I.C., de época romano-musulmán.

 

0) INTENSIDAD DE TRÁFICO EN CARRETERA

La intensidad de transporte por pistas y carretera es máxima en las salidas de la Sierra de Macael hacia los dos puntos de pesaje previos a su distribución hacia las áreas en donde se localizan las industrias de transformación y hacia las escombreras comunales. Se ha evaluado esta intensidad de tráfico para camiones en cercana a unos 500 diarios (ida y vuelta), lo que significa una circulación de aproximadamente un camión por minuto a lo largo del tiempo de la jornada laboral. Otro problema relacionado con el tráfico es el de los vehículos pesados de transporte que cruzan la carretera de Tahal a Macael exclusivamente para verter en las escombreras, realizando este cruce de forma lenta y levantando una enorme nube de polvo que dificulta la visibilidad. También es frecuente que en tramos cortos de la mencionada carretera circula maquinaria a una velocidad excesivamente lenta en desplazamientos entre explotaciones y a los comedores, produciendo a veces retenciones de tráfico En el resto de las áreas analizadas la intensidad de tráfico es muy significativamente menor, debido a la escasa concentración de explotaciones. No obstante cabe señalar, al igual que para la Sierra de Macael, el mal acondicionamiento de los cruces entre las pistas y las carreteras de salida, que hace que las maniobras de acceso a las mismas sean siempre peligrosas.

Por lo que se refiere a las industrias, debe señalarse el excesivo número de accesos directos a carretera, sin que la intersección de los mismos con la C-323 reúnan unos mínimos requisitos de seguridad.

 

P) DESTRUCCIÓN U OCUPACIÓN DE CARRETERAS

Las escombreras situadas en ladera afectan con frecuencia a las carreteras, sobre las que esporádicamente caen vertidos. Especialmente grave es el caso de la carretera de Chercos a Cóbdar, habiendo quedado la misma sepultada por las escombreras de las canteras ubicadas en el Cerro San Pedro en un tramo de una longitud cercana al kilómetro, siendo necesario, para acceder a Cóbdar, circular por un desvío que coincide con el trazado de la rambla de Barrancones, hasta su intersección con el río de los Molinos. En otros puntos de la carretera de Macael a Almería por Tahal y de Chercos a Líjar algunas de las escombreras están ya muy próximas a invadir el trazado de las mismas.

 

10.- PROPUESTAS Y MEDIDAS DE INSTRUMENTACIÓN

A la hora de efectuar propuestas de actuación sobre la zona de extracción debe tenerse en cuenta la existencia de dos áreas perfectamente diferenciadas, no tanto en cuanto a sus problemáticas, similares en su naturaleza aunque desiguales en intensidad, como a su situación juridico-administrativa y, por tanto, en cuanto al contexto legal en el que estas deberían implementarse. Estas dos zonas se corresponden con la Sierra de Macael, una, y el resto de áreas, otra.

En la Sierra de Macael se trata de concesiones de explotación de la Sección C, cuyo titular es siempre el propio Ayuntamiento de Macael, el cual arrienda los derechos de explotación a terceros. Concentra más del 90% del total de explotaciones y ha contado con una intervención clara de la Administración, materializada, hasta hace poco, en la cofinanciación de una Oficina Técnica Colaboradora para la ejecución de un Plan Director cuyo objetivo ha sido la racionalización de la actividad minera en la Sierra. En la actualidad es el propio Ayuntamiento de Macael, a través de su propia Oficina Técnica, quien ejerce esa función. Por el contrario, en el resto de las áreas se trata de Autorizaciones de Explotación de la Sección A donde el titular de los derechos mineros y el explotador son la misma persona y donde no existe ningún grado de intervención administrativa.

A) Sierra de Macael

Cualquier Plan de Actuación de carácter medioambiental que se proponga sobre el área de extracción minera de la Sierra de los Filabres debe partir, a nuestro entender, de los siguientes considerandos:

En la Sierra de Macael, donde se concentran mas del 90% de las explotaciones, las limitaciones derivadas de la propia estructura geológica del yacimiento, de su complejidad orográfica, así como del peculiar sistema de traspaso de los derechos de explotación, que hace que las canteras no se puedan considerar inactivas más que de modo coyuntural, hacen que las medidas de restauración sobre las explotaciones propiamente dichas sean inviables al no poder establecerse condicionantes técnicos a las mismas. Dicho de otro modo, el establecimiento de condicionantes técnicos a la explotación (altura, inclinación y disposición geométrica de frentes, creación de bermas, etc) durante el periodo de actividad de la misma con el objetivo de materializar ulteriores Planes de Restauración resulta inviable ya que ello imposibilitaría el desarrollo de la propia actividad minera dentro de márgenes de rentabilidad.

Se debería, no obstante, adoptar medidas puntuales tendentes a minimizar determinados impactos (polvo, ruidos, contaminación de aguas superficiales o subterráneas por vertido de sustancias contaminantes tales como aceites, etc.) en las explotaciones durante el desarrollo de la actividad, pero, sobre todo, si cabe plantearse un Plan de Restauración para la clausura por agotamiento de las explotaciones. En efecto, el R. D. 2994/1982 sobre restauración del espacio natural afectado por actividades mineras contempla está necesidad y prevé para ello que, una vez aprobado el Plan, el titular entrega a la Administración una cantidad periódica con la cual aquella dota un fondo destinado a su ejecución una vez finalizada la actividad. El titular, en este caso el Ayuntamiento de Macael, puede, lógicamente, exigir las correspondientes aportaciones, para hacer frente a dichas entregas, a los arrendatarios o explotadores a través del cobro del canon por aforo. No obstante, y dado que las concesiones, y las explotaciones, son de fecha anterior a la de entrada en vigor del citado Real Decreto, tal y como establece el mismo, la Administración Minera debería requerir a los titulares los referidos Planes de Restauración, cosa que hasta el momento no nos consta que se haya realizado. Dichos Planes de Restauración para la clausura o abandono de explotaciones deben adaptarse a los criterios con los que la Oficina Técnica del Ayuntamiento de Macael trabaja en cada unidad de explotación. Esto es así ya que la explotación en las canteras de cada Unidad se realiza de acuerdo a un único Plan de Labores o a Planes de Labores integrados, por lo que la fisonomía final de las explotaciones evoluciona de modo simultáneo en cada Unidad y finalizarán la actividad de modo prácticamente coincidente en el tiempo, esto es, una vez agotado el recurso. En caso de tomar como unidad de referencia las explotaciones, individualmente, o cada una de las concesiones, en su totalidad, dichos Planes se verían realmente abocados al fracaso ante la imposibilidad de ser materializados.

Así las cosas parecería, además, razonable que los Planes de Restauración para la clausura de las explotaciones fuesen responsabilidad de la Oficina Técnica del Ayuntamiento, al igual que los Planes de Labores, a cuyo cargo recae la tarea de diseñar la arquitectura final de las mismas.

Según se desprende de todo lo anteriormente expuesto, y a modo de síntesis, cabe señalar las siguientes cuestiones, tanto en lo que se refiere a medidas concretas de actuación como a mecanismos de instrumentación de las mismas:

- La puesta en marcha de un Plan Ambiental en la Sierra de Macael es impensable si sus determinaciones no están en absoluta coordinación con la gestión de la propia actividad minera.

- En este sentido debería replantearse nuevamente la necesidad de constituir una Oficina Técnica como entidad cuya finalidad fuese coordinar la gestión con la puesta en marcha de un Plan Medioambiental, garantizando con ello la integración de la variable ambiental en la actividad minera.

- Entre las funciones básicas de la Oficina Técnica

a).- Incorporar la variable medioambiental en el desarrollo de los Planes de Labores de las Unidades de Explotación con objeto de ir perfilando un Plan de Restauración por Abandono (agotamiento de reservas) de cada una de ellas, incorporando, en la medida de lo posible, criterios que permitan realizar una minería de transferencia.

b).- Consolidar la implantación del Plan de Escombreras ya iniciado por el Ayuntamiento de Macael para garantizar la ordenación del vertido en la Sierra, no sólo desde la perspectiva de una optimización en el rendimiento económico de las explotaciones, sino desde la de corregir y minimizar los efectos ambientales negativos que comporta.

c).- Garantizar el cumplimiento de las demás medidas correctoras durante el desarrollo de la actividad minera.

- Una vez puesto en marcha el Plan de Escombreras a que se refiere el punto anterior, debería abordarse un Plan de Restauración de aquellas que se clausuren, y demás infraestructura asociada a las mismas, basada en su estabilización geotécnica, corrección de riesgos asociados y revegetación. En este sentido la Consejería de medio Ambiente ha redactado proyectos "piloto" en algunas de ellas que deberían de ejecutarse y hacerse extensivos a todas las áreas de vertidos no activas.

- Para la financiación parcial del Plan de Restauración y de otras medidas ambientales que se acuerden, es necesario la creación de un Fondo Ambiental que deberá ser controlado y gestionado por la Administración Minera con arreglo al espíritu del artículo 5º del R.D. 2994/1982 sobre restauración del espacio natural afectado por actividades mineras, con independencia de que exista cofinanciación por parte de otros Órganos de la propia Administración, e incluso líneas de financiación estatales o comunitarias.

- La discusión, por último, de las líneas esenciales del Plan que se propone, de cara a la búsqueda de consenso social y político para la puesta en práctica y, en su caso, seguimiento del mismo, requiere la constitución de una "Mesa para el Plan Ambiental de la Comarca del Mármol", donde deberían estar presentes las siguientes entidades:

. Dirección General de Minas.

. Consejería de Medio Ambiente.

. Ayuntamiento de Macael.

. Asociación de Empresarios del Mármol.

Sería, además, recomendable la presencia de:

. Confederación Hidrográfica del Sur.

. Diputación de Almería.

B) Resto de áreas

En las demás áreas estudiadas lo lógico sería hacer extensivo los mismos criterios que han sido expuestos para la de Macael, si bien es técnicamente muy complejo ya que se trata de titulares individualizados. Aún así, sería recomendable:

- Hacer extensivo el planteamiento de la Oficina Técnica al resto de áreas analizadas (asesoramiento y control de la actividad minera).

- Evaluar la posibilidad de seleccionar áreas de vertido comunales como única solución para acabar con los problemas derivados del sistema de escombreras individual y asociadas a cada punto de explotación.

- Controlar estrictamente, desde su inicio, las nuevas explotaciones que pudieran generarse de modo que se exija y se haga cumplir la normativa derivada de la actual legislación vigente. Una exportación del sistema que opera en la Sierra de Macael a nuevas áreas de explotación generaría problemas ambientales irreversibles en el sector central de los Filabres, área ya tremendamente castigada por otros problemáticos, incendios forestales, erosión, desertificación, etc.

 

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