ENCUENTRO MEDIOAMBIENTAL ALMERIENSE: EN BUSCA DE SOLUCIONES

BIODIVERSIDAD BARRA DE EXPLORACIÓN

DOCUMENTOS DE TRABAJO Y COMUNICACIONES

ISLA DE ALBORAN: CONSERVACIÓN Y PROTECCIÓN DE SU PATRIMONIO NATURAL

Guirado Romero, J.

Junta de Andalucía. Consejería de Medio Ambiente.

Ramos, A.A., Sánchez Lizaso, J.L.

Universidad de Alicante. Dpto. de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales (Biología Marina).

Rey, J., Pérez-Vázquez, E., Fernández-Salas, L.M., Díaz de Rada, C.

Esgemar, S.A. Estudios Geológicos Marinos.

 

Resumen

Cualquier análisis y diagnóstico global de un área marina requiere un conocimiento previo del ambiente físico, las comunidades pelágica y bentónica, sus recursos y explotación. En este artículo se dará una visión general de la Isla de Alborán, atendiendo a sus características geográficas, orográficas, geológicas, climatológicas, biológicas y oceanográficas, fundamentales para conocer la biota bentónica asociada. Asimismo se hará una breve introducción sobre su fauna y flora, haciendo mayor énfasis en el análisis de los principales paisajes marinos más importantes y su estado de conservación. Pasando posteriormente a un breve repaso por los métodos de pesca utilizados en la zona de Alborán y su influencia en los diferentes ecosistemas. Finalizando con la exposición de los aspectos más importantes de la Orden de 31 de Julio de 1997 por la que se establece una reserva marina y de pesca en el entorno de la Isla de Alborán.

 

1. Introducción

La isla de Alborán es un pequeño islote encuadrado en el cruce de los meridianos 03° 00’ y 03° 04’ de longitud Oeste y los paralelos 35° 55’ y 35° 58’ de latitud Norte. La longitud máxima de la isla es de 605 metros, y la anchura máxima es de unos 265 metros, siendo la extensión superficial de unos 71 200 m2. Cerca de la punta NE, se encuentra un diminuto islote denominado Isla de las Nubes, separado de Alborán por un canal de no más de 2 metros de profundidad, llamado "Canal de las Morenas". La isla presenta una orografía prácticamente plana, cuyo perímetro casi en su totalidad lo constituye un acantilado vertical de 8-12 metros de altura, que forma cornisas en la parte no afectada por las olas. Alrededor de la de la isla se extiende una plataforma de arrecifes que, en bajamar, queda al descubierto, formando una franja de 15-20 metros de anchura media. La naturaleza litológica de la isla es esencialmente de tipo volcánica, compuesta principalmente por una toba andesítica bautizadas con el nombre de Alboranitas. Las reducidas dimensiones y el perfil plano de la Isla contrasta con una relativamente extensa y accidentada plataforma continental. La franja submarina que rodea a la Isla, entre los 0 y los 40 m de profundidad, es similar al perímetro insular y sigue la dirección SW-NE, constituyendo una amplia plataforma de escasa pendiente (<5º) que se extiende hasta unos 1 000-2 000 m de la Isla. Los fondos que rodean la Isla de Alborán se disponen alineados en forma de diques en los que se depositan materiales arenosos, principalmente biogénicos ( restos de conchas, esqueletos calcáreos ), junto con materiales volcánicos. Hay que resaltar la estrecha relación entre los afloramientos de rocas volcánicas en la zona cercana al Isla de Alborán y la implantación de coral rojo, ya que la mayor porosidad de estas rocas, sus características mineralógicas y la meteorización de las mismas, así como las condiciones oceanográficas, parecen favorecer el asentamiento y ciclo vital del coral. En la Isla de Alborán encontramos unas características físicas y climatológicas que van a condicionar el desarrollo sobre ella de comunidades adaptadas a un medio muy selectivo, especialmente resistente e interesante por encontrar en algunos casos especies endémicas únicas en estado relicto. Las peculiares características físicas, entre las que se destacan la ausencia de relieve, los suelos pobres en materia orgánica y nitrógeno (Delgado et al., 1972), el sustrato de tipo arenoso que impide la existencia de manto acuífero alguno (Yus y Cabo,1986), la condición de insularidad, su escasa extensión y los fuertes vientos a los que está expuesta, hacen que la vegetación de la isla sea escasa y de carácter xerófilo adaptada al ambiente salino. Referente a las condiciones oceanográficas, las aguas superficiales que rodean a la Isla de Alborán son de origen atlántico con una salinidad entre 36.2 y 36.5 ppm, poco mezcladas con el agua mediterránea, salvo en la zona intermedia o interfase, y relativamente frías variando entre los 13º y los 22º C, condicionando la existencia de determinadas algas laminariales ( Laminaria, Saccorhiza y Desmarestia). El complejo sistema de fuertes corrientes resultante de los dos giros anticiclónicos (Alborán Oeste y Alborán Este), cuyo sector de separación se encuentra en la latitud de la Isla, procura una alta productividad en la zona, con una producción primaria que puede superar los 150 mg Cla/m2 (Rodríguez, 1995).

 

2. Estudio biológico

 

2.1. Flora y Fauna terrestre

Las principales especies colonizadoras de la Isla de Alborán son: Frankenia corymbosa f. alboranensis es la principal colonizadora de las arenas consolidadas y adaptada al medio salino. Ocupa la totalidad de la plataforma superior, acercándose hasta la base en la zona NE donde el acantilado se hace menos abrupto. Senecio alboranicus, endémica de la Isla, vive en arenas y muestra un biotopo halófilo. Es abundante en la mayor parte de la plataforma arenosa superior a lo largo del camino central y en las inmediaciones del faro. Diplotaxis siettiana maire, es un endemismo de Alborán descrito por Sietti (1933). Es abundante en la zona SO de la isla, donde cubre casi la totalidad de la superficie. En el año 1993 se produce su reintroducción mediante semillas obtenidas de una recolección realizada en el 1974 (Martínez Laborde, 1993). La especie Anacyclus alboranensis Esteve y Varo (1972) es otro endemismo de la isla. Está localizada principalmente en el centro de la Isla. Es considerada como especie extinta en el listado presentado a la Agencia del Medio Ambiente. Diplotaxis siettiana maire y Anacyclus alboranensis están incluidas en la lista de "taxones en máximo riesgo de extinción en Andalucía" y están catalogadas como "estrictamente protegida" por el Convenio relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y el Medio Natural de Europa, de Berna, 9/1979. La primera es mencionada en el "Listado de Especies Animales y Vegetales de Interés Comunitario para cuya conservación es necesario designar Zonas Especiales de Conservación" (Directiva 92/43/CEE del Consejo del 21 de mayo de 1992 relativa a la Conservación de los Hábitats Naturales y de la Fauna y Flora Silvestres, publicado en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas, Anexo II) y la segunda aparece en el " listado de Plantas Endémicas, Raras o Amenazadas de España" como "taxón endémico peninsular" con la categoría de "especie en peligro" que "vive en un medio frágil o amenazado" (Barreno et al., 1984).

La fauna terrestre de la isla de Alborán es bastante escasa, estando representada principalmente por especies de invertebrados. Los inventarios de fauna revelan la presencia de insectos, arácnidos y gasterópodos terrestres, a los que se añaden algunos vertebrados. Entre la vegetación del NE de la isla y en el islote de la Nube existe una colonia nidificante de gaviota argéntea (Larus argentatus ). Otras aves observadas pertenecen a individuos emigrantes que utilizan la isla como lugar de descanso. Tanto la gaviota patiamarilla como la de Audouin (Larus audouinii) nidifican en su rasa superficie al abrigo de algún matorral. Recientemente se ha podido comprobar la nidificación en el islote de la Nube que mantienen una colonia de paiños comunes ( Hydrobates pelagicus ). Además de las anteriores, es frecuente observar durante el invierno los movimientos migratorios de otras especies como el alca común ( Alca torda) , el gavión (Larus marinus), el frailecillo ( Fratecula artica ), alcatraz ( Sula bassana ), cormorán grande ( Phalacrocorax carbo ) y moñudo ( Ph.aristotelis ), junto a otras especies de gaviotas ( Larus spp ), que suelen descansar en los roquedales de la Isla.

 

2.2 Bionomía bentónica

Los organismos marinos de Alborán presentan un gran interés biológico y biogeográfico, particularmente, los organismos de fondos duros infra y circalitorales, así como los de algas calcáreas libres (maërl). Sobre la distribución bionómica existen escasos trabajos, de los cuales podemos citar: García Raso y Salas (1984), Templado et al. (1986, 1993), y más recientemente, en Mas et al. (1996).

Los fondos litorales ( entre 0 y 100m) que rodean a la Isla de Alborán son mayoritariamente de carácter rocoso y detrítico-costeros. Dicha característica unida al intenso hidrodinamismo hacen que la zona sea de alto interés en la protección de hábitats. A continuación nos centraremos únicamente en aquellos hábitats amenazados o de interés por su rareza y elevada biodiversidad. Para ello tendremos en cuenta la Directiva 92/43/CEE del Consejo de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres, recogida por la legislación española en el Real Decreto 1997/1995 de 7 de diciembre, BOE Nº 310/1995; así como, los vegetales, asociaciones y paisajes submarinos amenazados del Mediterráneo ( UNEP, 1990 ).

Las asociaciones y paisajes amenazados presentes en el sector de Alborán son principalmente: "bosques" ( en régimen batido y calmo ) y asociaciones profundas de Cystoseira spp.; "bosques" de grandes laminarias bajo corriente atlántica; fondos coralígenos; y fondos de maërl. Estas asociaciones y paisajes de alto interés en la conservación se encuentran en el entorno de la Isla de Alborán en un excelente estado de conservación, lo que supone que los fondos de Alborán representen un excelente enclave para determinados poblamientos y paisajes mediterráneos no alterados, ya que se conservan en buen estado de desarrollo.

Algunas de las biocenosis presentan un marcado carácter atlántico (fondos de laminarias y cistoseiras) con características propias del Mediterráneo. Seguidamente, se hará una breve descripción de la bionomía de cada uno de estos poblamientos.

a) Bosques de Cystoseira de régimen batido

Se asientan sobre sustrato rocoso en zonas superficiales agitadas y limpias del piso infralitoral superior (entre 0 y 1 m). La principal especie que caracteriza este ambiente es la Cystoseira amentacea (var. stricta), en densos cinturones en la franja litoral, acompañada de otras feofitas como: Cystoseira compresa, Sargassum vulgare y Dilophus spp.; y la rodofita Lithophyllum incrustans. Entre la fauna destacan los erizos, común (Paracentrotus lividus) y el negro (Arbacia lixula), este último forma junto a L. incrustans una facies muy extendida por el perímetro superficial de la Isla (entre 0 y 5 m); . también, la esponja Ircinia fasciculata es muy abundante.

b) Bosques de Cystoseira de régimen calmo

En los bosques de Cystoseira de régimen calmo predomina C. tamariscifolia que puede cubrir el 100% del sustrato. A partir de los 3 m la anterior especie va siendo sustituida por C. mauritanica (=C. gibraltarica) y C. foeniculacea (=C. ercegovicii) con sectores de Lithophillum incrustans. Entre la fauna destacar la abundancia de Paracentrotus lividus (30-40 individuos/m2) y el actiniario Anemonia sulcata.

c) Asociación con Cystoseira de profundidad

A partir de los 15 m aparecen las asociaciones de Cystoseira de profundidad con la dominancia de Cystoseira usneoides, acompañada por Halopteris filicina, Zonaria tourneforti y Colpomenia sinuosa, con un recubrimiento casi completo del sustrato. La fauna asociada principalmente se compone de esponjas (Ircinia spp, Cliona viridis), cnidarios (Aiptasia mutabilis, Alicia mirabilis), asteroideos (Echinaster sepositus) y la ascidia Pseuodistoma oscurum.

d) Bosques de Laminarias con corriente atlántica

Comienzan a partir de los 15-19 m con las praderas de Saccorhiza polyschides que se extienden hasta los 35 m. El tamaño de Saccorhiza oscila entre 2 y 2.5 m y forman espesas praderas con una densidad de 5-6 pies/m2. Laminaria ochroleuca comienza a ser abundante a partir de los 30 m hasta 50 m, con ejemplares que pueden alcanzar los 4 m de longitud. Como biota acompañante merece destacarse un estrato intermedio formado por las también laminariales Phyllariopsis purpurascens y Ph. brevipes; y un estrato inferior formado por las coralináceas Lithophyllum expansum, y Mesophyllum lichenoides con animales filtradores (esponjas, cnidarios, briozoos y ascidias).

e) Los fondos coralígenos

Si bien comienza a favor de enclaves esciáfilos (grietas, extraplomos) cerca de la superficie ("coralígeno del horizonte inferior de la roca litoral"), es a partir de 35 m y sobre los afloramientos rocosos hasta los 100 m donde manifiesta una elevada biodiversidad con el bioconcrecionamiento de algas calcáreas (principalmente Lithophyllum expansum y Mesophyllum lichenoides). A partir de 50 m destaca la presencia del "coral rojo" (Corallium rubrum) a favor de extraplomos y paredes verticales, en la biocenosis de grutas semioscuras. La fauna acompañante es muy diversa, con predominio de fauna filtradora sésil, representando fondos con un alto interés biológico. Entre ellas destacan, entre 30 y 50 m, las esponjas (Spirastrella cunctatrix, Petrosia ficiformis, Axinella damicornis), cnidarios (Alcyonum acaule, y las gorgonias; Eunicella verrucosa, E. filiformis, Elisella paraplexauroides, Lophogorgia ceratophyta), poliquetos tubícolas (Salmacina dysteri, Serpula vermicularis), briozoos (Myriapora truncata, Pentapora fascialis) y ascidias (Polyclinidae, Didemnidae, Halocynthia papillosa); como fauna vágil, los equinoideos (Sphaerechinus granularis y Centrostephanus longispinus) y el crustáceo decápodo Stenopus spinosus. A partir de 80 m aparecen los antozoarios Callogorgia verticillata y Dendrophyllia ramea, junto con los braquiópodos Terebratula vitrea. Considerando la biocenosis de grutas semioscuras, están presentes las facies de Parazoanthus axinellae y Leptopsammia pruvoti.

f) Fondos de maërl

Esta comunidad, pertenece a fondos blando circalitorales y dentro de la biocenosis del detrítico costero, se caracteriza por la dominancia de rodofitas calcáreas libres. Aparece a partir de 34 m con los morfotipos de rodolitos más o menos esféricos (lo que indica el alto hidrodinamismo de la zona) correspondiente a las facies de "pralines" de Péres y Picard (1964). Algunos de dichos rodolitos alcanzan dimensiones de 10 cm con especies de la familia Corallinaceae (Melobesia, Lithothamnium, Lithophyllum y Mesophyllum). Estos fondos relativamente estables presentan una fauna semejante a la del "coralígenos" con dominancia de filtradores sésiles (esponjas, cnidarios, briozoos, ascidias coloniales).

 

2.2. Flora y fauna marinas de interés para su protección

Entre la fauna observada merece destacarse aquellas especies que han sido propuestas para su protección o cuya explotación debe ser regulada (UNEP, 1996):

a) Protección: Porifera (Axinella polypoides, Thethya spp.), Cnidaria (Astroides calycularis), Mollusca (Patella ferruginea, Charonia lampas lampas, Pinna rudis, Lithofaga lithofaga), Echinodermata (Ophidiaster ophidianus, Centrostephanus longispinus).

b) Regulación: Porifera (Hippospongia communis, Spongia officinalis, Spongia agaricina), Cnidaria (Corallium rubrum)), Crustacea (Homarus gammarus, Maia squinado, Palinurus elephas, Scyllarides latus, Scyllarus arctus) y Pisces (Epinephelus marginatus, Sciaena umbra, Squatina squatina).

 

3. Explotación de recursos

La pesca en el sector de la Isla de Alborán se reparte básicamente en artesanales (59%), arrastre (21%) y cerco (20%) (Gil de Sola, 1993). Las unidades proceden de los puertos de Almería, Adra, Motril, Carboneras y Garrucha.

La pesca artesanal faenan en fondos someros hasta unos 100 m de profundidad con palangre de fondo siendo las especies objetivo de fondos duros: el mero (Epinephelus marginatus), el falso abadejo (Epinephelus costae), el pargo (Pagrus pagrus), el sargo (Diplodus sargus), la corvina (Argyrosomus regius), la gallineta (Scorpaena scrofa), el congrio (Conger conger) y la morena (Muraena helena). Resaltar la existencia de algunas unidades que usan las redes de enmalle "langosteras" para la captura de langosta común (Palinurus elephas).

Referente a la pesca de arrastre, se realiza en los fondos de talud donde existen un par de caladeros para la gamba rosada (Aristeus antennatus). Los recursos explotables se centran en los crustáceos decápodos, no obstante, existe una potencialidad en los recursos de peces, y en menor medida en los cefalópodos. Dentro de los crustáceos decápodos la especie objetivo es la gamba rosada (Aristeus antennatus), pero también se capturan otras especies de crustáceos decápodos de interés comercial. Entre ellos, la quisquilla (Pleisonika spp, Parapandalus narval.), la gamba roja (Aristeomorpha foliacea), la gamba blanca (Parapenaus longirostris), la cigala (Nephops norvegicus) y el cangrejo rey (Geryon longipes).

Acompañando a la gamba roja se capturan, principalmente la bocanegra (Galeus melanostomus), la mielga (Squalus acanthias), la "merluza" (Merluccius merluccius), la brótola de fango (Phycis blennioides), la bacaladilla (Micromesistius poutassou), la gallineta (Helicolemus dactylopterus), el rape negro (Lophius budegassa), el rape blanco (L. piscatorius), el pulpo blanco (Eledone cirrhosa) y las potas (Illex condetti, Todarodes sagittatus).

Conviene señalar que las poblaciones pesqueras de profundidad son de vida lenta, y su crecimiento y reproducción necesitan de un tiempo mayor que en aguas de la plataforma. Por lo que son muy sensibles a una fuerte explotación. No obstante, De Sola (1993) señala que las pesquerías de talud en las costas surmediterráneas no parecen estar seriamente amenazadas. Las fuertes corrientes y la mayor pendiente condicionan su limitada explotación frente a las costeras (50-200m). En este sentido, las descargas procedentes de los fondos del talud de los alrededores de la Isla de Alborán parecen mantenerse (De Sola, 1996), mientras que en los caladeros de la península se produce una disminución del tamaño de la gamba roja. Por lo tanto, estos fondos ofrecen la posibilidad de iniciar los necesarios estudios anteriormente señalados, buscado una explotación equilibrada y una regulación adecuada.

Referente a la pesca pelágica, en los alrededores de la isla de Alborán, y dadas sus especiales características oceanográficas, la concentración de especies pelágicas es acusada siendo objeto de diversas pesquerías. Por otro lado es paso obligado de grandes pelágicos (caso de los túnidos). Entre las especies de pequeños pelágicos destacan: la anchoa (Engraulis encrasicholus), la sardina común (Sardina pilchardus), la caballa (Scomber scomber), el bonito (Sarda sarda), la melva (Auxis rochei), el jurel (Trachurus spp.), la serviola (Seriola dumerili) y el espetón (Sphyraena sphyraena). Y concerniente a los grandes pelágicos, destacar la tintorera (Prionace glauca), el marrajo (Isurus oxyrinchus), el atún rojo (Thunnus thynnus) y el pez espada o emperador (Xiphias gladius).

De especial importancia es la pesca del coral rojo. Con el continuo auge de la pesca y comercialización del coral, cada vez más la regeneración de este recurso se ve afectada. En lo que respecta al Mar de Alborán, los estudios llevados a cabo (IEO, 1986) parecen indicar que el recurso es importante, y actualmente se puede afirmar que se explota de manera irracional, a pesar de lograr la erradicación de la barra italiana.

Las críticas a estos artes se referían principalmente a los efectos negativos sobre el desarrollo biológico y sobre su impacto sobre los sustratos rocosos, a su eficacia económica dudosa y a los eventuales conflictos con la pesca artesanal. No obstante, las alternativas no son sencillas, por una parte estaría la recolección por buceo más selectiva pero que en la práctica, en ocasiones, han demostrado una limpieza total del sustrato. Otros métodos con tecnologías complejas son costosas (utilización de ROVs y recolección mecánica) que a la larga podría suponer reducción de empleo.

En cuanto a la sobreexplotación en el caso del coral sería una "limpieza" total sobre los sustratos rocosos. A consecuencia de este tipo de explotación se derivan una serie de problemas: el agotamiento de las reservas de coral, con el riesgo de exponer la continuidad de la industria , y eventualmente, la extinción de los bancos de coral si la capacidad de reproducción de la población resultase perjudicada. Esta situación podría corregirse modificando el tamaño (edad) de las primeras capturas durante la época de crecimiento. Referentes al reclutamiento y conservación del recurso, parecer ser que son las zonas costeras las que tienen una gran vitalidad desde el punto de vista del reclutamiento, a diferencia de algunas zonas de mayor profundidad en las que no se produce. Se ha observado que si los buceadores dejaban el coral en el agua durante los periodos de descompresión que exige la ascensión una vez efectuado el buceo, en lugar de colocarlo inmediatamente sobre el puente, se produciría un desprendimiento espontáneo de larvas que podría contribuir a colonizar la zona. Otro hecho que favorecería a regenerar zonas explotadas de coral, que los buceadores cortasen el tronco del coral en lugar de arrancarlo con parte del sustrato. Las cifras actuales de producción 67 Tm/año son sólo estimaciones, y no ayudan a apreciar las tendencias a largo plazo de los recursos mediterráneos en explotación. Las capturas efectuadas por embarcaciones o por buzos señaladas en Italia y Francia son inferiores a las observadas en el banco de Alborán.

Como solución a los problemas expuestos se ha propuesto una serie de medidas que deberían aplicarse, tales como: limitación del esfuerzo que contemplaría una limitación de las capturas o la limitación del esfuerzo de pesca (nº de embarcaciones, de artes, concesiones, permisos, nº de buzos, etc…). Además de reconocer la necesidad de reglamentar las condiciones de utilización de los artes de pesca, teniendo en cuenta la ineficacia que existe en el control de las capturas en el caso de otras especies comerciales. En este caso el problema podría ser más grave, al tratarse de un sistema de explotación/comercialización tan crítico como el del coral.

Merece destacarse el impacto que la pesca deportiva submarina (normalmente furtiva con equipos autónomos de buceo) puede haber tenido sobre determinadas especies vulnerables, caso el mero (Epinephelus marginatus), el centollo (Maia squinado) y la langosta común (Palinurus elephas). Desde que el destacamento militar de Alborán abandonó la Isla, numerosas expediciones con la finalidad de capturar las anteriores especies se han realizado.

Para evitar los efectos negativos de una pesca excesiva o no controlada, un excelente método de ordenación sería el establecimiento de reservas o vedas permanentes a la pesca donde la explotación esté totalmente prohibida. El tipo de reserva permanente presentaría una dificultad que derivaría del hecho de que el riesgo de la pesca furtiva aumentaría a medida que aumentase la biomasa del coral, o las poblaciones de grandes serránidos y crustáceos decápodos, disponible en la reserva, por tanto el concepto de reserva total sería limitado de poner en práctica, a no ser que se efectuase una adecuada vigilancia.

 

4. Reserva marina y reserva de pesca

Como se ha podido comprobar las comunidades marinas del entorno de la isla de Alborán presentan un elevado interés desde el punto de vista de la biodiversidad marina, ya que poseen elementos tanto atlánticos como mediterráneos, así como especies endémicas, considerándose una frontera biogeográfica importante para el conocimiento de la biota atlántico-mediterránea. Igualmente supone un camino de migración de numerosas especies de peces, reptiles y mamíferos marinos que transitan entre el Mediterráneo y el Atlántico. Además de la potencialidad de estos caladeros, sus expectativas de desarrollo y la conveniencia de que dicho desarrollo se efectúe de forma ordenada ha llevado a la Administración al establecimiento de las reservar que se describen en la Orden de 31 de Julio de 1997 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por la que se establece una reserva marina y una reserva de pesca en el entorno de la Isla de Alborán (B.O.E. nº 204 de 26/8/97 ).

En el artículo 1 de dicha Orden se establece una reserva marina (Fig. 1), con una superficie de 429 has, en el área de aguas exteriores que se subdividen en dos zonas: a) una milla de la Isla de Alborán, medida a partir de las líneas de base, con una reserva integral de media milla alrededor de la Isla; y b) una reserva integral formada por un círculo de media milla alrededor del punto de coordenadas 35º 57,95´N y 2º 58,60´W, situada al nordeste de la isla e incluye el bajo conocido como " Piedra escuela ".

En estas áreas queda prohibido, excepto para fines de carácter científico y previa autorización, cualquier tipo de pesca marítima, extracción de fauna y flora y las actividades subacuáticas. Las limitaciones de uso en la reserva marina y fuera de las zonas de reserva integral queda prohibido toda clase de pesca marítima y extracción de flora y faunas marinas , con las excepciones de la pesca marítima profesional haciendo uso de palangre de fondo y con cerco dirigidos a pequeños pelágicos, muestreos de carácter científico y la pesca marítima de recreo con curricán.

También se establece una reserva de pesca (Fig. 2) en el área de aguas exteriores que se extiende hasta las 12 millas de la Isla de Alborán, medidas a partir de las líneas de base, excluyendo la zona de reserva marina y con una superficie total de 49.015 has. En esta zona podrá faenar la flota arrastrera de talud con artes dirigidos a la gamba roja (Aristeus anntenatus ) y otras especies de fondo en las zonas que la Secretaría General de Pesca Marítima delimite al efecto. la pesca profesional con palangre de fondo, de superficie así como otros artes de anzuelo en todo el ámbito de la reserva de pesca. La pesca profesional con cerco, dirigida a pequeños pelágicos en todo el ámbito de la reserva de pesca y la pesca marítima de recreo con curricán en todo el ámbito de la reserva de pesca. Además, previo informe del Instituto Español de Oceanografía, podrán autorizarse campañas experimentales dirigidas a la pesca del coral rojo (Corallium rubrum ), cuyo fin sea demostrar la posibilidad de una pesquería que emplee artes que permitan una captura selectiva, rentable y segura para los pescadores.

Con respecto a la pesca de coral, la Disposición transitoria segunda de la Orden permite a los coraleros que están autorizados a ejercer su actividad en el área de Alborán, puedan seguir ejerciéndola hasta la caducidad de dichas autorizaciones.

La reserva de pesca supone una importante medida de ordenación. Dicha amplia zona (49.015 has.) permitirá una necesaria regulación de la actividad pesquera profesional (artesanal, arrastre, coral rojo) y deportiva (curricán). No obstante, respecto a la reserva marina se considera que, entre las dos reservas integrales: a) media milla alrededor de la Isla de Alborán; y b) círculo de media milla alrededor de la "Piedra Escuela", queda un importante espacio que sería necesario proteger y regular dentro de la figura de reserva marina.

A tal fin sería oportuno contemplar en un futuro la posibilidad de establecer un área de amortiguación (que al mismo tiempo serviría de protección a los dos reserva integrales) que abarcara un rectángulo (cuyo eje central de mayor longitud seguiría el eje N30ºE-Alborán-centro "Piedra Escuela") y que comprenda una milla alrededor de la Isla de Alborán y la mencionada "Piedra Escuela", donde quedarían incluidas las dos reservas integrales. La superficie que abarcaría la reserva marina sería de unas 3600 has (9900x3700 m), incluyendo las 429 has de reserva integral. En dicha zona de amortiguación se podría permitir el buceo autónomo con el correspondiente permiso y la pesca artesanal con métodos de anzuelo (prohibiendo el trasmallo por el impacto negativo de su posible pérdida, y por el efecto de "desgaste" de los fondos de maërl al enredarse grandes rodolitos en la relinga de plomos). Con ello se protege una importante zona donde también están representada las principales comunidades bentónicas de la Isla de Alborán (roca litoral con los bosques de Laminaria ochroleuca y Saccorhiza polyschides, coralígeno y fondos de maerl con rodolitos), situadas entre 0 y 80 metros de profundidad.

 

Bibliografía

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Figura 1: Límites de la Zona de Amortiguación, de la Reserva Marina y de la Reserva Integral de la Isla de Alborán.

 

 

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Figura 2: Área correspondiente a la Reserva de Pesca de la Isla de Alborán.