ENCUENTRO MEDIOAMBIENTAL ALMERIENSE: EN BUSCA DE SOLUCIONES

BIODIVERSIDAD BARRA DE EXPLORACIÓN

DOCUMENTOS DE TRABAJO Y COMUNICACIONES

LOS HERBARIOS COMO CENTROS DE DOCUMENTACIÓN PARA EL ESTUDIO Y CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD

Carmen Quesada Ochoa

Conservadora del Herbario de la Universidad de Granada.

Laura Baena Cobos, J. Eduardo Linares Cuesta

Becarios del Herbario de la Universidad de Granada

Concepción Morales Torres

Prof. Titular del Departamento de Biología Vegetal y Directora del Herbario de la Universidad de Granada.

 

INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES

Los primeros Herbarios de los que se tienen constancia son pequeñas colecciones de uso personal de boticarios y galenos interesados, fundamentalmente, en las propiedades terapéuticas del mundo vegetal. Sin embargo, la aparición del Herbario como institución se remonta al siglo XVI, y estuvo asociada siempre a los Jardines Botánicos que durante este periodo se fundaron principalmente en Italia y Francia.

Esta vinculación de la Botánica a los estudios de carácter sanitario (Farmacia y Medicina), marcó durante todo este tiempo el desarrollo de los conocimientos y estudios sobre la flora y sus usos, que no dejó de ser una materia accesoria en los curricula de éstos, más interesados en el reconocimiento y perpetuación de los saberes clásicos, que en una revisión profunda y sistemática de sus contenidos.

Con la revolución científica del siglo XVII se fijaron las bases de la Ciencia Moderna a partir del establecimiento del método inductivo para el reconocimiento de la naturaleza y de sus fenómenos. Al amparo de los nuevos conocimientos, métodos, técnicas y principios teóricos de la Física y las Matemática, las Ciencias Naturales alcanzaron su madurez en el siglo XVIII. Tanto el desarrollo científico como los valores implícitos en el pensamiento ilustrado que caracterizó al Siglo de las Luces favorecieron la renovación de la Historia Natural metodológica y teóricamente.

Las bondades que prometía un mejor reconocimiento de las riquezas naturales nacionales y de ultramar propiciaron, en toda Europa, la construcción de instituciones dedicadas a su estudio (Museos, Gabinetes de Historia Natural, Jardines Botánicos, etc.). De entre todas las disciplinas que componen los estudios sobre la naturaleza, la Botánica fue la que más impulso institucional recibió, lo que le permitió alcanzar el grado de independencia necesaria para reformar su cuerpo teórico y objetivos. Fruto de todo ello fue el nacimiento de la Botánica moderna donde la Sistemática y Taxonomía sustituirían a las viejas inquietudes anquilosadas, heredadas de la tradición escolástica.

A partir de este momento, los avances en el terreno de la Ciencia Vegetal se precipitarían; unido al gran desarrollo de la Sistemática y Taxonomía, las grandes expediciones propiciaron la emergencia de una nueva ciencia: la Geografía Vegetal. Paralelo a ello, los nuevos instrumentos tecnológicos, cada vez más perfeccionados contribuyeron de forma decisiva al desarrollo de otras áreas concomitantes: la Fisiología y Anatomía Vegetal, la Química Orgánica, etc. Todas estas disciplinas, junto con aquellas que alcanzaron su madurez a lo largo del siglo XIX, tales como la Citología y Genética, fueron fundamentales para el desarrollo de los conocimientos del mundo vegetal y dieron lugar, ya a finales del siglo al nacimiento de nuevas síntesis revolucionarias en el seno de las Ciencias Naturales: el Evolucionismo y la Ecología.

Estas transformaciones explican y son origen, de las preocupaciones y objetivos de las Ciencias Ambientales modernas. En todos estos periodos, el Herbario, como centro documental depositario de los materiales que han servido para el desarrollo de las investigaciones, ha cumplido un papel indispensable, si bien, no siempre ha gozado del protagonismo necesario.

No hay duda que por lo expresado anteriormente, los Herbarios han sufrido grandes cambios tanto en su composición como en sus rutinas de trabajo y métodos. Tras un período en el cual el interés por las cuestiones globales supuso el abandono en buena medida de los estudios florísticos y, consecuentemente, de la labor de los Herbarios, la actual preocupación por el deterioro del medio ha venido a definir nuevos intereses que traen a primera plana de nuevo la preocupación por la composición particular de nuestro entorno. El estudio y conservación de la biodiversidad vegetal es sin duda uno de los retos más importantes que botánicos, naturalistas, medioambientalistas, etc. tienen planteados de cara al próximo milenio. Por su propia naturaleza, el Herbario vuelve a convertirse en una pieza imprescindible para el desarrollo de estos objetivos y en las manos de sus responsables está el brindar la respuesta que el colectivo investigador le demanda.

 

EL HERBARIO: CENTRO DE DOCUMENTACIÓN PARA LA BIODIVERSIDAD VEGETAL

Los especímenes contenidos en los Herbarios han sido y son la base imprescindible para la realización de los estudios sistemáticos, florísticos y biogeográficos; además, como colección de plantas secas perfectamente identificadas y ordenadas, suponen en si mismos un registro permanente de la biodiversidad. La complejidad y variabilidad de los estudios que en este campo se vienen realizando, fuerza a estas instituciones a adoptar nuevas técnicas y protocolos de trabajo capaces de dar respuesta a las cada vez más crecientes demandas. Aunque mucho han cambiado las rutinas básicas (conservación y tratamiento de los materiales, sistemas de préstamo e intercambio, etc.), la gran transformación en el papel y labor de los Herbarios ha venido unida a la implantación de los sistemas informáticos. El trabajo en este sentido ha sufrido una verdadera convulsión en los últimos 20 ó 25 años. De las más precarias bases de datos que vinieron a suplir simplemente al tradicional fichero en papel, se ha pasado en un corto número de años al desarrollo y puesta a punto de sofisticados programas destinados a la gestión y uso de la información albergada en sus fondos. Con las ventajas derivadas de la informatización su importancia se ha hecho aún más evidente. Los sistemas informáticos han venido a mejorar y facilitar el acceso a la gran cantidad de datos acumulados y ha expandir su potencial analítico (RHOADS & THOMPSON, 1992).

Nuestro deber de innovación de cara a atender y participar en los retos del futuro son, sin duda, el mayor acicate para el desarrollo de nuestra labor. Sin embargo, lograr estos fines conlleva un gran esfuerzo humano y, claro está económico. Es por ello, que el desarrollo, puesta a punto, y uso de los sistemas informáticos ha sido uno de los principales tópicos en discusión dentro de la comunidad botánica durante casi las tres últimas décadas. Desde 1973 se han realizado varios symposia dedicados específicamente a este tema. De la literatura derivada de estos encuentros y de un gran número de trabajos independientes podemos concluir el acuerdo general sobre la necesidad de la implantación de los ordenadores para la gestión de los Herbarios (MACRANDER & HAYNES, 1990).

Pero la elaboración de las bases de datos es una labor costosa cuyos resultados no se obtienen a corto plazo. Además, no basta con bases de datos bajo cualquier programa comercial con el único fin de aligerar y facilitar la consulta tradicional. Se trata más bien de definir qué se pretende con la construcción de estas bases desde un sentido mucho más científico. Para lograr su máxima rentabilidad hemos de plantearnos claramente los objetivos a cubrir, cómo conseguirlos y cómo continuarlos y aumentarlos en el tiempo.

La informatización de un herbario debe de cubrir tres objetivos esenciales:

1.- Contribuir a explotar de una manera más completa la información y ampliarla mediante la inclusión de nuevos campos: Ecología, Fenología, estudios de impacto, etc.

2.- Proteger los materiales conservados. Muchas de las consultas no necesitarán la manipulación del material, con lo que se reducen considerablemente los posibles daños.

3.- Mejorar y facilitar la gestión del Herbario en tareas como el etiquetado, la confección de listas de préstamos, mantenimiento de intercambios, etc. (PANDO, 1991)

Sin embargo, la puesta a punto de todo esto ha traído consigo una serie de problemas, todos ellos derivados de la heterogeneidad. Heterogeneidad que podemos establecer en tres niveles distintos:

1.- Diversidad de grupos vegetales con requerimientos distintos para su tratamiento.

2.- Variabilidad en los contenidos y formas de etiquetado.

3.- Incompatibilidad de los sistemas y programas informáticos aplicados en distintas instituciones y que impiden la transferencia de información.

Como respuesta a todo esto, se ha trabajado mucho en los últimos años para lograr un formato, más o menos, estandarizado que permita asegurar la compatibilidad de la información y abra la posibilidad de transferir y comparar información procedente de distintos centros (ALLKIN & WHITE, 1989).

Partiendo de estas premisas, la implantación de sistemas informáticos específicos para la gestión de los Herbarios, suponen un conjunto de ventajas para sus responsables resumibles en dos fundamentales: la facilidad y velocidad de las rutinas clásicas y del acceso a los datos de las colecciones, y su potencial para la realización de monografías taxonómicas, florísticas, biogeográficas, etc. (VILLAR, GÓMEZ & MUÑOZ, 1993). Además, la aparición de las bases de datos suponen una gran innovación en el desarrollo de las investigaciones botánicas, ecológicas y de conservación. En general, la informatización facilita el acceso rápido a un gran cuerpo de información botánica. Los programas asociados a las bases, Database Management Systems (DBMS) proveen a los investigadores de nuevas técnicas de análisis y de gestión avanzadas.

Por un lado, los curator obtienen grandes beneficios como la posibilidad de automatizar la impresión de etiquetas para especímenes nuevos y preexistentes, el seguimiento de las transacciones (préstamos, intercambios, regalos...), y el responder con más facilidad y rigor a las peticiones de información (CROSBY et al., 1988). Por otro lado, los investigadores obtendrán un mayor acceso a la información, que a su vez tendrá cada vez mayor cobertura. Los monógrafos obtendrán con gran precisión y rapidez todas las localizaciones conocidas de un taxon concreto. Incluso las colecciones más pequeñas ampliaran su nivel y presencia en las investigaciones al no quedar relegada por los investigadores. Además de la ventaja que supone obtener toda esta información mediante listados de fácil elaboración, estos nuevos sistemas permitirán la realización de referencias cruzadas con otras bases de datos sobre temas relacionados como pueden ser, sobre Edafología, Geología, etc. Los ecólogos podrán trazar perfiles botánicos de áreas específicas a partir de descriptores políticos o por localidades (por ciudades, pueblos, secciones, o por latitud-longitud), y podrán correlacionar las asociaciones de especies con su distribución y condiciones medioambientales. Los conservacionistas podrán establecer las especies cuya recolección se ha de restringir o evitar y podrán obtener datos locales de las plantas raras o amenazadas. Los asesores medioambientales contarán con todos estos datos y registros locales sobre especies sensibles o indicadoras que podrán añadir a sus informes.

De todo lo anteriormente expuesto, se puede deducir que las condiciones de trabajo actuales, así como los objetivos globales de la investigación botánica, nos obligan a trabajar en coordinación con las instituciones nacionales e internacionales dedicadas a esta misma labor.

La coordinación con estos grupos de trabajo, así como la incorporación de otros sistemas, como los Sistemas de Información Geográfica (GIS), serán un poderoso instrumento para analizar, verificar, mejorar, pulir y añadir información a nuestras bases de datos, ampliando considerablemente los posibilidades y aplicación de estas, lo que promete grandes ventajas y posibilidades para los estudios de biodiversidad. En este sentido, podremos obtener una información importantísima para los estudios de la especies amenazadas y para los trabajos de conservación (RHOADS & THOMPSON, 1992).

 

HERBARIO UNIVERSIDAD DE GRANADA

La política rectora de la Universidad de Granada, ha promovido estos últimos años la recuperación, conservación e informatización de sus colecciones naturalistas. De entre todas ellas, el Herbario ha sido pionero en cuanto a su constitución y funcionamiento.

Nuestro Herbario acoge en su seno las colecciones procedentes de los Departamentos de Botánica de las Facultades de Ciencias y de Farmacia. Gracias a la labor continuada de los botánicos de ambas secciones, nuestro Herbario cuenta con ricas colecciones que suman un total aproximado de 150.000 especímenes. Es de destacar que un buén porcentaje de estos materiales pertenecen a grupos de criptógamas, habitualmente poco representados en los Herbarios españoles, lo que incrementa el valor de nuestro centro.

Tras la fusión y constitución del Herbario de la Universidad de Granada, hemos iniciado una nueva etapa en la que se han abordado actividades adicionales con las que se pretende profundizar en el carácter investigador de nuestro centro, así como iniciar otras de carácter didáctico-divulgativo. Desde que se inició este periodo, nuestros objetivos prioritarios han sido dos:

Primero: Actualizar y equiparar los sistemas de ordenación, catalogación, tratamiento y conservación de ambos Herbarios.

Segundo: Búsqueda e implantación de un programa informático para la gestión y manejo de la diversidad vegetal. Para ello nos pusimos en contacto con diversos centros dedicados a este tipo de investigación, seleccionando finalmente el programa HERBARIO (1995) diseñado por Francisco Pando, Conservador de las colecciones de Criptógamas del Real Jardín Botánico de Madrid (C.S.I.C.). Gracias a este programa, que nació con la intención de abrirse a los diversos centros españoles, nuestro sistema está conectado y participa en los distintos foros internacionales dedicados a la creación de Bases de Datos para la biodiversidad. La última versión del programa ha sido presentada recientemente (Diciembre 1997) bajo la denominación definitiva de HERBAR. La plantilla para la incorporación de registros se muestra en la TABLA I. Como se puede apreciar es muy completa, recogiendo información taxonómica, biogeográfica, histórica e institucional, con lo cual quedan cubiertas, casi en su totalidad todas las posibles consultas.

Otras de las actividades que hemos abordado, ha sido la incorporación de nuestro Herbario a las principales asociaciones dedicadas a esta función, y se han iniciado una serie de actividades didáctico-divulgativas. Junto a todo esto pretendemos profundizar en el aspecto científico que dote de un verdadero carácter botánico-investigador el trabajo que venimos realizando. En este sentido hemos emprendiendo nuevos proyectos. El primero sería el tratamiento, catalogación e informatización de las colecciones de Criptogamia, y el segundo la elaboración del Catálogo Florístico de la provincia de Granada. Con ello, el Herbario de la Universidad de Granada obtendrá el carácter científico, documental y divulgativo a los que, tanto la Universidad de Granada como los responsables del mismo, aspiramos.

 

LA FLORA EN EL MARCO MEDIOAMBIENTAL ALMERIENSE

Situada en el sudeste ibérico, con sus peculiaridades climáticas, geográficas y paleohistóricas, la provincia de Almería presenta dos características que le afectan sobremanera frente a los problemas medioambientales inherentes a la misma. Dichas características agravan los problemas comunes a otros espacios del entorno mediterráneo.

En primer lugar, la fragilidad de los ecosistemas almerienses, en difícil equilibrio con su medio, donde las comunidades vegetales albergan además de elementos mediterráneos, otros subtropicales, esteparios o exclusivos, causa en la que reside su singularidad e importancia como refugios de la biodiversidad vegetal.

Por otra parte, la fuerte presión antrópica a que se han visto sometidos a lo largo de su historia, agravada en las últimas décadas con el resurgir económico de la provincia, a causa de distintas actividades entre las que destacan la expansión de cultivos extratempranos, explotación de yacimientos y canteras, desarrollo turístico, etc. con la consecuente expansión demográfica y urbanística.

Dichas actividades afectaron, y siguen afectando, cada vez con mayor intensidad, a determinadas áreas, en las que de forma relíctica, permanecían comunidades vegetales o poblaciones de determinados táxones de gran interés, que se han visto degradas, mermadas e, incluso en algunos casos, en inminente peligro de desaparición. Sirvan de ejemplo, las comunidades de Maytenus senegalensis (Lam.) Excell, y las poblaciones de Caralluma europaeae (Guss.) N.E. Br., en las cercanías de los campos de El Ejido; así como las poblaciones puntuales de los endemismo Helianthemum alypoides Losa & Rivas Goday, o Narcissus tortifolius Fdez. Casas, y las comunidades gypsicolas afectadas por la explotación de las canteras de yeso en la Sierra de Cabrera.

En relación con los objetivos y funciones de los Herbarios, el Herbario de la Universidad de Granada, pretende en un futuro reflejar, no sólo la biodiversidad sino la evolución (progresiva o regresiva) de las poblaciones existentes, su fenología y todos aquellos datos referentes a la biología de las plantas del área de la cual se pretende ser punto de referencia. Todo ello justifica nuestra participación en este encuentro, por lo que de servicio podamos prestar en un futuro.

 

REPRESENTACIÓN DE LA FLORA ALMERIENSE EN EL HERBARIO DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA

Las especiales características de la flora almeriense han suscitado el interés de gran número de botánicos nacionales y extranjeros a lo largo de los dos últimos siglos. Prueba de ello son los pliegos recolectados por autores como: Font Quer, Gros, Pau, Losa España, Sagredo, Rivas Goday, etc. presentes en nuestros fondos. Sin embargo, no son estos pliegos de carácter histórico los que justifican y explican la alta representatividad de esta provincia en nuestro Herbario. Tal representación es el fruto de la labor continuada de los botánicos, que tras la centralización de los estudios de Biología en la Facultad de Ciencias de Granada, han prestado especial atención a esta provincia. Cabe destacar de entre todos, a aquellos que procedentes de Almería, realizaron estudios y trabajos por este territorio. Para reforzar esta afirmación ofrecemos un breve análisis de la información hasta ahora registrada en nuestra Base de Datos.

De los aproximadamente 110.000 pliegos correspondientes a la flora fanerogámica (el resto, hasta alcanzar los 150.000 pertenecen a criptógamas), en la actualidad se encuentran incorporados a nuestra Base de Datos un 31%, que equivale a un número de especímenes de 34.100. La distribución geográfica de estos queda reflejada en la TABLA II.

TABLA II

LOCALIDAD

Nº DE PLIEGOS

%

GRANADA

20.500

60 %

ALMERÍA

4.600

13.5 %

JAÉN

2.400

6 %

Otros

6.600

19.5 %

Se puede constatar que los materiales procedentes de la provincia de Almería suponen el segundo grupo en importancia en cuanto a representación en nuestros fondos.

 

CONCLUSIONES

1ª.- Los Herbarios como centros depositarios de los frutos de las investigaciones botánicas han jugado y juegan un papel determinante en el desarrollo de esta disciplina.

2ª.- Los especímenes contenidos en los Herbarios han sido y son la base imprescindible para la realización de los estudios sistemáticos, florísticos y biogeográficos; además, como colección de plantas secas perfectamente identificadas y ordenadas, suponen en si mismos un registro permanente de la biodiversidad.

3ª.- La implantación de sistemas informáticos específicos para los Herbarios, suponen un conjunto de ventajas que se pueden resumir en dos: la facilidad y velocidad de las rutinas clásicas y de acceso a los datos, y su potencial para la realización de monografías taxonómicas, florísticas, biogeográficas, etc.

4ª.- La coordinación entre diversos grupos de trabajo, así como la incorporación de otros sistemas, serán un poderoso instrumento para analizar, verificar, mejorar, pulir y añadir información a nuestras bases de datos, ampliando considerablemente los posibilidades y aplicación de estas, lo que promete grandes ventajas y posibilidades para los estudios de biodiversidad.

5ª.- Tras la fusión y constitución del Herbario de la Universidad de Granada, se han abordado nuevas actividades con las que se pretender profundizar en el carácter investigador y didáctico-divulgativo del centro.

6ª.- El programa informático implantado ha sido el HERBAR (1997), diseñado por Francisco Pando, Conservador de las colecciones de Criptógamas del Real Jardín Botánico de Madrid.

7ª.- Desde a implantación de este programa hasta la fecha de hoy, el material incluido en nuestra Base de Datos alcanza el 31% del total de los fondos, de los cuales el 60% proceden de la provincia de Granada, ocupando el segundo lugar en representación la provincia de Almería con el 13,5% de representación, seguido de Jaén con el 6%. Partiendo de esta realidad, el objetivo prioritario de nuestro centro es ser el punto de referencia obligado para los estudios sobre el Sudeste peninsular.

 

BIBLIOGRAFÍA

ALLKIN, R. & R. J. WHITE (1989). A language for the definition and exchange of biological data sets. a working manual, version 3.2. Taxonomic Databases Working Group (TDWG), [without place.

CROSBY, M.R.; COILE, N.; DUNCAN, T.; PLOWMAN, T. & REZNICEK, T. (1988). Computer use in Botanical systematics. Report to the Systematics Collections Committee, Amarican Society of Planta Taxonomists.

MACRANDER, M. & HAYNES R.R. (1990). SERFIS: a methodology for making multi-herbaria specimen databases a reality. Taxon, 39 (3), 433-441.

PANDO, F. (1991). El Herbario de Criptógamas del Real Jardín Botánico y sus bases de datos. IX Simposio Nacional de Botánica Criptogámica, Salamanca, 1991.

RHOADS, A. F. & THOMPSON, L. (1992). Integrating herbarium data into a geographic information system: requiremetns for spatial analysis, Taxon, 41, 43-49.

VILLAR, L.; GÓMEZ, D. & F. MUÑOZ (1993). The computer application "HERBAR 2.0": management of "JACA" herbarium data. Int. Symp. & First World Congress on Preserv. and Conserv. of Nat. Hist. Col., Vol. 1, 293-299.

 

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