ENCUENTRO MEDIOAMBIENTAL ALMERIENSE: EN BUSCA DE SOLUCIONES

MINERIA BARRA DE EXPLORACIÓN

DOCUMENTOS DE TRABAJO Y COMUNICACIONES

ACTIVIDADES HUMANAS Y DEGRADACIÓN DEL MEDIO

H. Mena Freire, N. Guirado Romero

 

Las actividades humanas infieren efectos perniciosos al medio ambiente bien directa o indirectamente; muchos de estos efectos provocan impactos graves, difíciles de impostar o asimilar, pero no es del todo imposible su corrección. Sería por ello necesario que una vez causada la alteración al medio se pusiesen en funcionamiento los mecanismos necesarios para devolver al entorno su estado preoperacional o, al menos, favorecer la creación de una situación lo más parecida posible al estado de partida existente.

A continuación se intentará poner de manifiesto que, pese a que las alteraciones causadas en el medio por dos suspuestos prácticos de actividades humanas eran de importante magnitud, es posible una actuación dirigida a atenuar los impactos causados por las mismas.

Los ejemplos a describir se enmarcan en los trabajos realizados por el módulo "Recursos Naturales" perteneciente a la Escuela-Taller Macael Verde de Macael (Almería). Dichos trabajos dieron comienzo en enero de 1.993 y finalizaron en marzo de 1.994; tenían por fin restaurar con vegetación dos superficies que carecían de ella por dos razones:

- pérdida de vegetación por las tareas de acondicionamiento para la construcción de la Ciudad Deportiva;

- ausencia de vegetación por tratarse de una escombrera de despizarre de mármol en la Sierra de Filabres.

 

Pese a tratarse de dos áreas con sustrato poco propicio para la restauración vegetal, el seguimiento hecho en los años posteriores a la finalización de las labores realizadas, pone de manifiesto que si bien no ha culminado con éxito la totalidad de la revegetación llevada a cabo, sí se ha obtenido una cubierta vegetal de cierta importancia que varía la percepción paisajística de las mismas.

 

CIUDAD DEPORTIVA

El área que protagoniza la actuación realizada en la Ciudad Deportiva consiste en un talud con 5.747 m2 de superficie sobre filitas; con una pendiente entre 7º y 10º; orientado hacia el Norte; con una lengua de desprendimiento en su borde sur y más elevado, y una franja acarcavada en su borde norte, de cota inferior al anterior.

Las tareas de acondicionamiento de la misma consistieron en:

- distintos emparrillados de madera en las cárcavas existentes a fin de evitar su mayor encajamiento;

- facilitar el drenaje del talud propiciando la canalización del agua de lluvia hacia las cárcavas más desarrolladas;

- construcción de pedrizas de escasa longitud para facilitar la implantación de especies arbóreas en zonas aterrazadas más desarrolladas y de mayor recogida de agua, y para quebrar visualmente la superficie del talud;

- realización de terracillas por todo el talud dirigidas a frenar la escorrentía superficial del agua de lluvia.

 

Las especies vegetales elegidas (y la cantidad de las mismas) fueron las siguientes:

- Colutea arborescens (250)

- Efhedra fragilis (400)

- Juniperus phoenicea (100)

- Pistacia lentiscus (150)

- Quercus coccifera (100)

- Retama sphareocarpa (2.800)

- Rhamnus alaternus (75)

- Rhamnus lycioides (75)

- Rosa canina (500)

- Salix eleagnos (400)

- Spartium junceum (2.800)

El total de plantas revegetadas ascendió a 7.650, lo que significaba una densidad de 1,3 plantas/m2. Las especies fueron elegidas atendiendo a las series de vegetación presentes en el entorno más inmediato del área de actuación.

La localización de las distintas especies no fue aleatoria; las especies arbóreas se encontraban distribuidas mayoritariamente en las zonas de menor insolación, terrazas de pedrizas, y pies sueltos por todo el talud. Las especies de porte arbustivo (espinos) se distribuyeron acompañando a las especies de porte arbóreo en igual número que éstas. El otro tipo de especies de porte arbustivo (retamas, gayombas) fueron colocadas ocupando la casi totalidad de las terracillas realizadas para corregir la escorrentía superficial, es decir, repartidas por toda la superficie del talud. Con posterioridad el talud fue sembrado con semillas de Vicia sativa y avena.

Diverso ha sido el porcentaje de éxito obtenido en la revegetación por cada una de las especies cuatro años después de su implantación.

 

 

 

 

AÑOS

 

1º (1994)

%

 

2º (1995)

%

 

3º (1996)

%

 

4º (1997)

%

Colutea arborescens

100

100

95

95

Efhedra fragilis

100

96

90

84

Juniperus phoenicea

98

88

70

57

Pistacia lentiscus

98

90

77

65

Quercus coccifera

96

80

76

60

Retama sphareocarpa

100

95

92

89

Rhamnus alaternus

97

90

83

74

Rhamnus lycioides

98

88

79

68

Rosa canina

100

95

90

88

Salix eleagnos

100

98

93

90

Spartium junceum

100

98

95

95

 

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ESCOMBRERA DE MARMOL

El área que integra la actuación realizada en la escombrera de mármol es un talud con una superficie de aproximadamente unos 3.000 m2; con una pendiente de entre 30º y 40º; orientado hacia el Norte; el material que lo compone son bloques de mármol de distinto tamaño que oscilan entre 2 kg y 90 kg de peso, incluso algunos de mayor tamaño.

Las tareas de acondicionamiento del talud consistieron en:

- movimiento de tierras encaminado a adecuar la escombrera a la topografía circundante de formas redondeadas;

- aterrazamiento del talud para la construcción de una berma que facilitase el acceso de maquinaria rodada;

- aporte de tierra procedente del despizarre de canteras con apertura de nuevos frentes de explotación;

- acondicionamiento del barranquizo desarrollado al pie del talud.

 

Las especies vegetales que se eligieron para la revegetación del talud se seleccionaron tras realizar un inventario botánico de la zona de sierra circundante. A continuación se hace una relación de las mísmas y la cantidad utilizada:

- Adenocarpus decorticans (600)

- Juniperus oxycedrus (700)

- Nerium oleander (150)

- Populus alba (200)

- Quercus rotundifolia (500)

- Retama sphaerocarpa (670)

- Rhamnus alaternus (600)

- Rosmarinus officinalis (800)

- Spartium junceum (600)

- Ulex parviflorus (500)

 

El total de plantas revegetadas, en este caso, ascendió a 5.320, ello significaba una densidad de 1,9 plantas/m2.

Para proceder al trasplante de las plantas seleccionadas fue preciso una labor continuada de compactación de la tierra aportada; a tal efecto se regó constantemente la superficie del talud durante una semana favoreciendo la introducción del material suelto entre las rocas formando pequeños maceteros. Donde el volumen de tierra acumulado había sido mayor, no fue necesario compactación del terreno sino la implantación directa de las plantas elegidas.

La distribución de las especies se hizo del siguiente modo: Nerium oleander y Populus alba en la zona colindante al cauce del barranquizo. En las zonas de solana: Retama sphaerocarpa, Spartium junceum, Ulex parviflorus, Rosmarinus officinalis. En las zonas donde la incidencia de sol es menor: Quercus rotundifolia, Rhamnus alaternus, Juniperus oxycedrus, Adenocarpus decorticans. El porcentaje de éxito obtenido por las distintas especies implantadas en el talud de la escombrera de mármol en los últimos años es la que refleja el siguiente cuadro:

 

 

 

 

AÑOS

 

1º (1994)

%

 

2º (1995)

%

 

3º (1996)

%

 

4º (1997)

%

Adenocarpus decorticans

100

100

98

98

Juniperus oxycedrus

90

88

80

75

Nerium oleander

100

100

100

100

Populus alba

100

98

98

98

Quercus rotundifolia

96

82

70

58

Retama sphareocarpa

98

95

93

93

Rhamnus alaternus

96

90

82

70

Rosmarinus officinalis

100

98

92

89

Spartium junceum

100

98

93

88

Ulex parviflorus

98

87

77

69

 

 

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