Joaquín Aguilar |
Área de Educación Ambiental. Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Almería |
¿Que es el voluntariado?
La participación desinteresada del hombre en tareas sociales, culturales o cívicas, al servicio de un individuo o de la colectividad ha sido una práctica más o menos extendida en las diferentes etapas de la historia de la humanidad. El altruismo como tal no es un fenómeno nuevo, sino una característica psicológica a la que responde un reducido número de seres humanos que experimentan sensaciones de satisfacción en la complacencia del bien ajeno, aún a costa del propio. Se trata de una actitud solidaria, responsable y comprometida con el entorno.
El voluntariado, como forma organizada de participación social, es un fenómeno sociológico más reciente, cuyo nacimiento en el ámbito europeo se remonta al inicio del Siglo XX, como consecuencia de los cambios y necesidades sociales que supone el impacto de la Revolución Industrial y de las desoladoras guerras que han marcado nuestra reciente historia.
El voluntario puede definirse como aquella persona que libremente, sin mediar obligación ni deber, dedica parte de su tiempo a la realización de actividades de carácter cívico o social sin contraprestación económica, no en favor de si mismo o de sus asociados (a diferencia del asociacionismo), sino en general de los demás o de intereses sociales colectivos, participando solidaria y responsablemente. Si algo caracteriza a este movimiento es su carácter vanguardista y de anticipación frente a las instituciones en la detección de las necesidades sociales y en la elaboración de alternativas y soluciones. En cualquier caso, no se trata de mano de obra barata ni constituye una acción de intrusismo profesional; no es una forma de hacer prácticas y nada tiene que ver con la objeción de conciencia, ni pretende acumular méritos curriculares.
La evolución del voluntariado en España no es ajena al del resto del continente y aparece con un carácter fundamentalmente benéfico y asistencial. Ante el paternalismo institucional y las prácticas antiasociacionista que caracterizaron al régimen dictatorial, poco o nada pudo avanzarse en este sentido, sino era bajo la tutela de la iglesia católica. De esta época existen notables excepciones como Cruz Roja o Cáritas.
Con la vuelta del Estado de Derecho a finales de la década de los setenta, supuso la proliferación de diferentes asociaciones de voluntariado, acalladas durante el régimen anterior y orientadas genéricamente en tres líneas de actuación diferenciadas:
- Educación, salud y servicios, bienestar y desarrollo sociales.
- Cooperación internacional, derechos humanos y educación para la paz.
- Cultura, deporte, ocio y tiempo libre, protección civil y conservación del medio ambiente.
El Programa de Voluntariado Ambiental en Andalucía.
El voluntariado ambiental es un fenómeno reciente en nuestro país. La toma de conciencia de la responsabilidad intransferible del hombre con respecto a la protección y conservación de la naturaleza y el nacimiento del movimiento ecologista y conservacionista a través de Organizaciones No Gubernamentales, han sido el campo propicio para la realizaciones de acciones de voluntariado encuadradas dentro de programas estructurados, que permiten la coordinación de esfuerzos frente a las alteraciones ecológicas que caracterizan la realidad actual y cuya solución efectiva pasa, necesariamente, por la participación del conjunto de la sociedad.
Como principio fundamental las administraciones públicas deben reconocer al voluntariado como un interlocutor social importante y cuyas actuaciones repercuten directa y positivamente en la comunidad, por lo que es fundamental su colaboración en el mantenimiento, desarrollo, promoción y reconocimiento social de estos y evitar que el desarrollo de la labor ocasione gastos al voluntario. En este sentido algunas Comunidades Autónomas como Cataluña, Valencia, La Rioja o Murcia han sido pioneras en España en la planificación, formación y colaboración en Programas de Voluntariado Ambiental.
La participación social es un requisito fundamental para una gestión realista de los recursos naturales y para la consecución de una mayor calidad ambiental. En Andalucía se cuenta con una importante red social, que desde diversas perspectivas promueve y desarrolla actividades de mejora y conservación del entorno. Desde la Consejería de Medio Ambiente se apoyan estas iniciativas ciudadanas, con acciones como el Programa de Voluntariado Ambiental que en la actualidad desarrolla su tercera edición.
La solución de los problemas ambientales y la mejora de la calidad del entorno necesita como condición fundamental una implicación social general. Por ello las actividades de voluntariado se configuran como una importante estrategia de educación ambiental, que además de la acción directa sobre la calidad del medio, posibilitan un cambio personal y social en las actitudes y comportamientos ambientales. Por otro lado, las instituciones tienen la responsabilidad de responder a la demanda que nuestra sociedad muestra cada vez con más fuerza, la búsqueda de un espacio donde las personas y los grupos sociales puedan contribuir al progreso de la comunidad y a la conservación de sus propios recursos. Estas actividades de voluntariado ambiental se constituyen por aquellas tareas directas de conservación del medio ambiente que se dirijan a la restauración y mejora de elementos naturales; al mantenimiento y limpieza de entornos; a la vigilancia y control de espacios naturales; y a la información, sensibilización y dinamización social.
La estructura formal del programa no ha sufrido grandes cambios, continuando las mismas líneas de acción: proyectos locales, campos de voluntariado en espacios naturales protegidos y red de voluntarios en espacios naturales. Como apoyo al desarrollo de las actividades voluntarias se cuenta con un importante fondo de material divulgativo, promocional y formativo: cuaderno de campo, guía de educación ambiental para asociaciones, vídeo sobre voluntariado ambiental, vídeo sobre anillamiento de flamencos, la publicación "Voluntariado ambiental. Participación social y conservación del entorno"...
Los proyectos locales de voluntariado ambiental son diseñados y desarrollados por grupos de voluntarios adscritos a asociaciones o ayuntamientos y mancomunidades, los cuales desarrollan sus tareas en su entorno próximo. Para ello se publicaron dos órdenes para otorgar subvenciones a asociaciones sin ánimo de lucro y ayuntamientos con fecha de 5 de marzo de 1997. Una vez finalizado este plazo se presentaron un total de 431 proyectos procedentes de toda la comunidad autónoma, de los que se seleccionaron 160, 59 presentados por asociaciones y 101 por entes locales. Para la aprobación de los proyectos y la concesión de las subvenciones se tienen en cuenta criterios como el interés ambiental de las actividades propuestas, la viabilidad técnica y económica para la realización del proyecto, la implantación social de la entidad en el ámbito de realización del proyecto, la experiencia previa en la realización de iniciativas de voluntariado y de acciones de conservación de la naturaleza y educación ambiental y los medios e infraestructuras aportadas por la entidad.
Estos proyectos están referidos a las cinco tipologías de acción que se establecen desde el Programa de Voluntariado Ambiental, de estas la mayoría de los proyectos se ubican en las categorías de acciones en el medio urbano y en entornos forestales, seguidas por las actividades en espacios naturales, conservación del biodiversidad y protección del litoral.
A. Medio ambiente urbano.
En esta categoría de acción voluntaria se desarrollan tareas de mejora de la calidad ambiental de la ciudad, restauración de elementos urbanos y acciones en espacios verdes urbanos y periurbanos, con 50 proyectos siendo el 31 % del total.
B. Defensa del medio forestal.
Las actividades de defensa del patrimonio forestal andaluz pueden versar sobre actuaciones de vigilancia en épocas de riesgo, de sensibilización e información a población rural y visitante, de mantenimiento y conservación y de reforestación participativa, también con 50 proyectos siendo el 31 % del total.
C. Espacios naturales.
Acciones de preservación de las características ecológicas singulares de un espacio natural, colaboración en el mantenimiento del mismo y sus recursos (senderos, señalización, equipamientos...) y acogida e información a visitantes, en la que se seleccionaron 32 proyectos el 20 % del total.
D. Conservación del litoral.
Entre las actividades que se desarrollan en estos entornos pueden citarse la realización de tareas de mantenimiento y conservación de ecosistemas litorales, especialmente trabajos en playas, recogida de residuos, limpiezas de fondos marinos e información y educación ambiental, de los que se seleccionaron 9 proyectos lo que constituye el 6 % del total.
E. Conservación de la biodiversidad.
Proyectos centrados en la conservación de especies de fauna y flora, mediante la realización de tareas de vigilancia de especies protegidas y amenazadas (aves, mamíferos marinos, reptiles...) , colaboración en actividades de investigación, censos... y conservación de sus hábitats, con 19 proyectos significando el 12 % del total.
PROGRAMA DE VOLUNTARIADO AMBIENTAL |
1997 |
nº proy. asoc. |
nº proy. asoc. |
nº proy. aytos. | nº proy. aytos. | ||||
presentados |
seleccionados |
Presupuesto |
presentados | seleccionados | Presupuesto |
||
Almería | 9 |
5 |
1.050.000 Pts |
15 |
8 |
1.850.000 Pts |
|
Cádiz | 31 |
9 |
2.300.000 Pts |
17 |
6 |
1.450.000 Pts |
|
Córdoba | 9 |
4 |
817.000 Pts |
40 |
11 |
2.650.000 Pts |
|
Granada | 19 |
9 |
1.975.000 Pts |
26 |
16 |
3.760.000 Pts |
|
Huelva | 15 |
6 |
1.604.000 Pts |
38 |
12 |
3.000.000 Pts |
|
Jaén | 14 |
5 |
1.300.000 Pts |
31 |
11 |
2.425.000 Pts |
|
Málaga | 32 |
11 |
2.185.000 Pts |
37 |
12 |
2.840.000 Pts |
|
Sevilla | 45 |
10 |
2.381.900 Pts |
53 |
24 |
3.950.000 Pts |
|
Total | 174 |
59 |
13.612.900 Pts |
257 |
101 |
21.925.000 Pts |
|
Total de proyectos presentados: 431 | |||||||
Total de
proyectos seleccionados: 160
|
Almería y sus voluntarios ambientales.
Durante 1995 y 1996 (no nos referimos a los datos de 1997, puesto que aún no han concluido el desarrollo de los mismos), el Programa de Actividades de Voluntariado Ambiental, promovido por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, ha estado orientado a la participación de la sociedad en la prevención y corrección de los problemas ambientales de su entorno. Los destinatarios han sido por un lado, las entidades sociales andaluzas entre cuyos fines estén la conservación del medio ambiente, la educación ambiental o la promoción del medio rural y, por otro, los entes locales. Para la realización de estas actividades se han establecido sendas convocatorias de subvenciones, con una cuantía máxima de 500.000.- ptas., a proyectos concretos regulados por la Orden de 22 de junio de 1995 (BOJA de 6 de julio de 1996) y la Orden de 21 de marzo de 1996 (BOJA de 16 de abril de 1996).
Durante este período se han subvencionado un total de 35 proyectos en provincia de Almería, desarrollados por 22 entidades (7 asociaciones y 15 ayuntamientos). Esto ha supuesto una inversión de 9.489.000 ptas. (subvención media por proyecto de 271.114 ptas.) que han sido destinadas a sufragar los gastos realizados por cada entidad, previa justificación de los mismos, en concepto de desplazamiento y manutención, seguro de los voluntarios, edición y compra de material y jornada de clausura. Además de estas aportaciones económicas, la Consejería de Medio Ambiente ha colaborado también en aspectos de asesoramiento técnico a través de la realización de Seminarios de Formación dirigidos a los coordinadores de cada uno de los proyectos o en el seguimiento y el apoyo de los mismos mediante su propio personal; además ha facilitado la distribución de diferentes materiales, como la dotación de un pequeño equipamiento para cada voluntario (camisetas, sudaderas, gorras, banderolas, carnets de identificación, pins, pegatinas, folletos, cuadernos, etc) o la aportación de plantones, semillas, herramientas, transporte, sistemas de riego, etc.
En estas actividades han participado un total de 675 voluntarios a los que hay que sumar aproximadamente 134 colaboradores; en este sentido cabe destacar que, aunque el número de voluntarios por proyecto viene limitado según la Orden a 20 personas, estos actúan a su vez como agentes dinamizadores (por ejemplo en centros de enseñanza), por lo que la población que actúa de hecho en cada proyecto es muy superior a la inicialmente prevista y muy difícil de cuantificar. El "perfil" de estos voluntarios ambientales se corresponde, a grandes rasgos, con las siguientes características: su edad media es de 26,7 años, con un 37,6 % de mujeres y un 62,4 % de hombres; principalmente son trabajadores (51,5%) o estudiantes (44%), seguidos a distancia por personas en paro, amas de casa y jubilados (4,5%). En cuanto a los objetivos, las acciones las más apetecidas por estos voluntarios son las ligadas al medio forestal (65,7%), seguidas de las urbanas (14,3%), protección del litoral (11,4%) y conservación de la biodiversidad (8,6%).
A continuación se enumeran las entidades subvencionadas indicando, entre paréntesis, el número de proyectos realizados: Asociación Astronómica y Cultural de Almería Orión (2), Asociación Cultural El Boj (1), Asociación Ecologista Cóndor (1), Federación Almeriense de Asociaciones de Vecinos "Espejo del Mar" (2), Grupo Cultural Ecologista Gaviota (1), Grupo Ecologista Mediterráneo (3), Sociedad Almeriense de Historia Natural (1), Ayuntamientos de Abrucena (1), Adra (2), Albanchez (2), Albox (2), Benahadux (1), Cuevas del Almanzora (2), Dalías (3), Fondón (1), Laujar de Andarax (1), Ohanes (1), Pulpí (2), Sorbas (1), Tabernas (2), Vélez Rubio (2) y Vera (1)
En líneas generales se puede realizar una valoración positiva de estas experiencias pioneras en Andalucía. La repercusión social y las expectativas que abre esta línea de subvenciones son realmente considerables. Hemos aprendido como la solidaridad y el altruismo que caracterizan al voluntariado llegan más directamente, que otros colectivos, a la concienciación en temas de conservación tan íntimamente ligados a la protección de nuestra Andalucía herida. Sin embargo, se han de reconocer y solventar problemas como, la escasez presupuestaria para este tipo de actividades, la excesiva burocratización y lentitud administrativa que a todos desespera, la falta de recursos humanos para agilizar y potenciar esta labor y el excesivo centralismo a la hora de solventar estos problemas, situaciones que esperamos que se solventen en la convocatoria prevista para este año.
Tras el seguimiento personal durante dos años de esta experiencia nos gustaría realizar algunas consideraciones que, aunque pueden ser tachadas de subjetivas y sin "base estadística", responden a apreciaciones directas. Los voluntarios ambientales, en su mayoría, no pertenecen inicialmente a asociaciones. Poseen en común una especial sensibilidad por los temas sociales en general y medioambientales en particular. Tienen un conocimiento medio o elevado de los problemas ecológicos puntuales de su entorno inmediato y de los principales que afectan al planeta azul. Disfrutan colaborando en equipo y su mayor recompensa es el enriquecimiento que les proporcionan sus nuevas relaciones y el aumento de su propio grado de autoestima. Lo más loable es que pese a las trabas administrativas suelen recaer. Tan solo esperan que la sociedad y los poderes fácticos, al menos aprecien su generosidad para poder continuar trabajando libremente en aquello que les motiva y que a todos nos beneficia.