ENCUENTRO MEDIOAMBIENTAL ALMERIENSE: EN BUSCA DE SOLUCIONES

PATRIMONIO HISTÓRICO ARTÍSTICO BARRA DE EXPLORACIÓN

DOCUMENTOS DE TRABAJO Y COMUNICACIONES

LA PROBLEMÁTICA Y SITUACIÓN DE NUESTRO PATRIMONIO CULTURAL EN LOS PARQUES NATURALES: PROPUESTAS Y ALTERNATIVAS

Domingo Ortiz Soler

Etnoarqueólogo. ÁREA (Actividades de Restauración, Etnografía y Arqueología)

 

A MODO DE INTRODUCCIÓN

Uno de los grandes problemas de nuestro tiempo es la falta de conocimiento de nuestro Patrimonio Etno-Histórico que nos rodea y de la normativa que lo rige y las obligaciones que conlleva su conocimiento, respeto y uso. Objeto de estudio y reflexión inamovible, el Patrimonio Etno Histórico y Ecológico -Medio este que envuelve a aquél-, móvil o inmóvil, animado e inanimado, Patrimonio inmobiliario, mobiliario o inmaterial: Tradiciones populares etc..., no es una invención cultural, es algo que ha ido con el hombre desde siempre.

Éste es un discurso propio de nuestra época que nos ha tocado vivir: realidades sociales y ecológicas. Y esto conlleva también generación de empleo y creación de riqueza: Turismo Cultural y economía saneada a la altura de las circunstancias. El Patrimonio nos preocupa hoy especialmente -y, por este último aspecto-, como ayer nos preocupó el cambio democrático; es decir, el lado de lo social.

Pero no debemos olvidar que esas perspectivas siguen describiendo un movimiento pendular con el universo simbólico de nuestra propia existencia (Supervivencia), que nos está llevando a una desconstrucción de lo ya hecho por el hombre a través de su existencial evolución.

No hace falta insistir pues, en la necesaria protección del Patrimonio en el medio rural, tan problemático o más que el urbano -por su desconocimiento y abandono secular- en estos tiempos que corren. A este respecto necesitamos un proceso de reestructuración de nuestra situación cultural, o dicho de otra manera, sociocultural y turística en base a la rehabitalización del Patrimonio Rural, reciclando, revalidando y ofertando dicho Patrimonio como elemento cultural de bienestar.

Y que mejor experiencia piloto que iniciar programas de investigación y conservación del Patrimonio Etno-Histórico en el medio ecológico de los Parques Naturales y zonas de especial protección paisajística, (espacios ya protegidos en si), con criterios adecuados que sirvan de precedente para el resto del Patrimonio privado y público, conscientes de la enorme transcendencia en cuanto al futuro de los Parques Naturales y su puesta en valor, de los propios pueblos y de todo aquello que incida en una mejor calidad de vida de nuestras poblaciones, en un desarrollo sostenible de los mismos y en una auténtica conservación y defensa de estos espacios naturales.

Y no sólo del medio natural ecológico de los grandes valores paisajísticos, si no con posibles alternativas de recuperación de espacios antrópicos suficientemente susceptibles de restauración para el aprovechamiento público dentro de zonas verdes y equipamientos culturales y de recursos científicos, ya que existe una especial sensibilidad en la opinión pública general de lo que debe ser una Parque Natural.

Estas propuestas están recomendadas también para realizar y difundir estudios en materia de ordenación territorial de los Parques Naturales, y de mejora en el conocimiento e información de la realidad territorial de los Parques y la programación, coordinación y difusión de la cartografía arquitectónica del espacio humano en el territorio protegido.

En este apartado concreto para una infraestructura y ordenación de este territorio es necesario conocer primero la existencia de elementos arquitectónicos en el espacio rural como representación del paisaje, para su análisis. Un proyecto que a la vez esté encaminado al análisis de la formación histórica del sistema de asentimientos y a la consideración de cualquier aspecto relativo a las características, funcionalidad o problemática del mismo, no sólo arquitectura de hábitat y complementaria o secundaria de producción o transformación, si no también sobre la agricultura tradicional -que actualmente intenta ser recuperada como agricultura ecológica- y sus componentes de hidráulica en relación con los regadíos tradicionales orientando al conocimiento específico de los procesos que configuran este sistema, tales como los elementos tradicionales que componen el sistema hidráulico, como la red de regadíos, embalses, acuíferos e infraestructuras hidráulicas, así como también complementariamente los aspectos relativos a su gestión y recuperación didáctica como elementos patrimoniales y de uso. También la implicación de yacimientos arqueológicos, carreteras antiguas, caminos rurales, vías pecuarias, puentes, puertos pesqueros, minería etc..., abordando también el análisis de las características formales o funcionales de estos elementos y espacios rurales.

Este proyecto global deberá contribuir a un mayor conocimiento de dimensiones del Parque residencial o tradicional, sus condiciones de habitabilidad...

Los parajes de estos espacios naturales también presentan un interés etnológico excepcional, especialmente en lo que arquitectura se refiere. En este singular entorno encontramos también antecedentes de asentamientos humanos en yacimiento arqueológicos que se inician desde época prehistórica.

Con el fin de conservarlo, estudiar y divulgar el amplio interés histórico, paisajístico y etnológico, se hace necesario crear una infraestructura expositiva permanente, que muestre una visión de la evolución del poblamiento de esta comunidad: Historia de su poblamiento y etnología, montando una maqueta interactiva de su entorno, en donde se puedan situar geográficamente los puntos de interés, tanto arqueológicos, históricos como etnográficos.

La creación de un centro de interpretación serviría para controlar la protección y acondicionamiento para la visita, con los objetivos de que sirva de exponente para la mentalización del ciudadano: conocer los problemas de destrucción y degradación de nuestro Patrimonio.

De ahí que indudablemente la creación de un centro de este tipo será de sumo interés, no sólo, para la divulgación del patrimonio si no también para la protección, conservación y mantenimiento de los diferentes elementos que componen estos interesantes espacios etnohistóricos.

 

LOS PARQUES NATURALES Y SU PATRIMONIO ETNOGRÁFICO EDIFICADO

Lo real e imaginario de todo un ambiente natural no está sólo en el medio ecológico, sino también en la impronta humana dejada en su territorio a través de la implantación arquitectónica y constructiva durante generaciones.

Esta arquitectura inmersa en el medio ecológico, conservada tal cual, sin transformaciones intrusivas y recreaciones, es también parte integrante de la oferta de todo Parque Natural y un recreo para el ojo humano, sosiego y relajación ante el modernismo arquitectóncio que estamos acostumbrados a vivir diariamente.

Un Parque Natural admirablemente conservado en donde cada piedra de edificio hilvane perfectamente con el medio natural -la casa perfilada irregularmente tal y como se construyó-, conserva la vida y la huella humana. Detrás de estos muros de piedras y tapial hay vida, la huella indudable de un «modus vivendi» tradicional y popular y han de recuperarse con carácter museable para el futuro, para las generaciones venideras, como parte integrante de su memoria histórica, es decir, de sus señas de identidad.

Las interferencias que puedan producir las estructuras antiguas en el medio ecológico, son nulas ya que es parte integrante de éste, y sí interfieren las rehabilitaciones de carácter constructivo moderno con nuevos materiales y por ello debe valorarse el aspecto tradicional e histórico de la arquitectura del Parque Natural, incluso como el más modesto diseño, conservando y protegiendo sus ambientes, con una clara comprensión de su evolución histórica y tradicional que debe plantearse urgentemente como algo que hay que recuperar de lo poco que ha quedado en pie después de la desenfrenada política de especulación, acoso y derribo de edificios y otras construcciones de interés singular -y otros más elementales-, pero con un fuerte carácter etnográfico, bien cómo edificios aislados o como conjuntos de hábitats que conforman cortijadas y barrios inéditos e irrepetibles.

Para un futuro próximo de reactivación de los Parques Naturales debe comprenderse prioritariamente el triunfo de la preservación de este medio humano, y el propio ciudadano debe adquirir el instinto de valoración. Una valoración del Parque a través de su aspecto tradicional e histórico, como un auténtico museo viviente. Para ello que mejor modo de comenzar con esta mentalización educativa que con programas y proyectos globales de inventario general de la arquitectura de los Parques para su control y seguimiento; con el primer paso de creación de un registro de elementos arquitectónicos existentes en el Parque, que nos sirvan en parte para el estudio de la evolución arquitectónica y poblacional del territorio, y cómo se ha resuelto históricamente las construcciones, los problemas de equilibrio y de estética, de edificación y que sirva de ejemplo a una sociedad actual que ha perdido el sentido de lo tradicional, transmitido de maestro a maestro, de maestro a discípulo.

A través de toda esta documentación se podría seguir paso a paso los caracteres esenciales e históricos de la evolución de esta arquitectura. Y es que la tierra de un Parque Natural, hay que reconocerla hasta el fondo sin quedarse en las superficialidades y uno de los caminos de conocimiento es a través del registro inventarial de esta arquitectura y de un estudio evolutivo.

Al menos es lo que debemos tratar de hacer, a través de esta labor, recopilando unos datos y documentación gráfica que sirvan para estructurar un centro de Documentación y Exposición permanente, como esencia de un Centro de Interpretación Etnográfica o Museo, con colecciones de objetos, fotografías, esquemas, dibujos y levantamiento planimétrico de estos elementos arquitectónicos, maquetas, dossier de dibujos, fotografías de ambientes y pinturas de estas manifestaciones, recogidas por fotógrafos y pintores, etc., etc.

La filosofía que nos lleva a concebir la arquitectura tradicional del Parque no es solamente como utilidad mecánica sino también como huella de realidad, identidad y evolución social que la etnografía trata de desentrañar. Una manera de ver la historia del Parque Natural es a partir de su arquitectura e implantación humana en núcleos urbanos dispares, a través de cualquier construcción razonable y estructural, que ha ido evolucionando con el tiempo los estilos. Y, como hemos dicho, esta filosofía debe dejar como paso un Centro que constituya la infraestructura indispensable para hilvanar científicamente los planeamientos de desarrollo del Parque como continuidad de hábitat y de uso humano y sociocultural.

Ciertamente estamos pasando por una época desenfrenada de especulación constructiva y de rehabilitación descontrolada que imprime mucho mezclando lo moderno efímero con lo antiguo duradero, con reproducciones o «pastiches» a veces incoherentes y con rigor técnico y «artístico» fruto de la improvisación pasajera e inmediata y descontrolada por la administración que no pide colaboración a asesores competentes.

Es la razón lo que debe implantarse trazando el nuevo uso del Parque a través de la investigación sin prisas, con el sentido de la perennidad con base científica, consciente que lo actual necesariamente -por el mero hecho de serlo-, no rompa con la tradición y desvirtúe el escaso ambiente rural que nos queda.

Es la determinación de estar totalmente al día, lo que hace necesaria la creación de un programa de recuperación del medio rural en el Parque Natural de Cabo de Gata por ejemplo inicialmente y trasladar el mismo esquema a otros espacios protegidos...

 

LOS PARQUES NATURALES Y SU ARQUITECTURA TRADICIONAL

Como hemos observado en estos espacios protegidos se hacen necesarios unos programas de recuperación etnohistórica: arquitectura tradicional, etc..., que evite la especulación, ya que existe un deficiente grado de urbanización, falta de equipamientos, de zonas recreativas ,de infraestructuras patrimoniales en general insuficientes o mal preservadas, y de una degradación del ambiente rural y urbano, así como en las afecciones y servidumbres a nivel de conservación histórico-etnológico, y de espacios naturales en función de un paisaje, flora y fauna, que tendrían que condicionarse en el sentido de fomentar un tratamiento especial de todo el Parque y de la tipología tradicional edificatoria.

Existe en ese medio rural, natural, protegido, también socioeconómico y territorial, improntas arquitectónicas tradicionales con una rica estructuración hidráulica de gran valor tecnológico, hidrográfico y paisajístico, destacándose también el considerable patrimonio etnográfico de cortijos, otros sistemas hidráulicos de regadío como canales, azudes, embalses, tarjeas, acueductos, aljibes, pozos, norias, boqueras, balsas, molinos hidráulicos, sistemas articulados de balates y aterrazamientos, vías pecuarias como cañadas reales y otros pasos de ganado, cordeles, abrevaderos, sesteros, corralizas y un largo etc... junto a otros complejos de arqueología industrial relacionados con la minería y otras producciones -a parte de yacimientos arqueológicos y monumentos artísticos- que a nuestro entender necesitan de una catalogación más exhaustiva y actualizada.

Ya que a pasos agigantados estos elementos propios de nuestra cultura tradicional van desapareciendo, por abandono, derribos incontrolados con las nuevas intervenciones urbanísticas.

Este patrimonio inmobiliario tradicional, etnográfico, bien de construcciones aisladas o de conjuntos como cortijadas, conforman un sector de gran peculiaridad y altamente apetecible para un deseable y positivo turismo rural, cada día más DEGRADADO y a la vez despreciado.

Y dado el volumen de núcleos de población rural en el interior de un Parque así como el de las construcciones aisladas tipo cortijo o complementarias relacionadas con la producción y transformación se debe imponer un rígido control para no permitir una mayor ocupación del espacio natural con nuevas construcciones, recuperando sólo las existentes mediante la conservación integral en las sean factibles y la reproducción precisa de los elementos más representativos de la tipología constructiva tradicional, en las que por su actual abandono y estado de ruina no permite una estricta conservación.

En cuanto a la puesta a punto de los recursos culturales, dado que el paisaje y nicho ecológico es un recurso de inapreciable valor, es necesario mantenerlos en toda su integridad y con todo el Patrimonio de la huella humana con las más mínimas intervenciones modernas. Dentro de dichos recursos etnográficos existentes -también se hace extensible a la arqueología- se impone la conservación de una serie de construcciones complementarias relacionadas con la hidráulica tradicional y regadío (molinos, balsas, molinetas...), o con los cortijos (hornos, corrales, cochineras etc...) y otras sin función aparente, pero que por su singularidad arquitectónica y constructiva, son elementos integrados en el paisaje; así como otros relacionados con la agricultura, ganadería, pesca, minería, talleres y oficios artesanos etc..., urgiendo la elaboración de un catálogo y estudio exhaustivo de los mismos, con fichas individuales y detalladas, planimetría: alzados, planta de distribución, orientación precisa sobre usos, estado de conservación etc..., como ya comentamos en el apartado anterior.

Todo Parque Natural -tanto en su globalidad como muy particularmente en el Patrimonio- posee una extraordinaria riqueza de elementos ecoculturales y etnográficos que nos hablan de sus raíces más profundas como tierra que ha sido ancestralmente, de agricultores, pastores, mineros, pescadores -y que no debemos perder-, al ser un elemento más de nuestra memoria histórica como dinamizadora de la cultura. Si bien son bastantes escasos los elementos catalogables y de excepcionales valores arquitectónicos, históricos o artísticos -como se viene denominando a todo elemento arquitectónico- si son innumerables los elementos que aislados o formando conjunto son merecedores de una protección especial (más aún que cualquier PORN), por su carácter singular, etnográfico y representativo de la vieja arquitectura tradicional popular y que son parte esencial de su trama urbana y/o paisajística.

 

LA DIALÉCTICA DEL PORN Y NNSS EN ESPACIOS PÚBLICOS Y SUS RECURSOS CULTURALES. PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO EDIFICADO

El PORN ha valorado muy estrictamente esta realidad integradora en los ámbitos de los Parques y por ello (por ejemplo en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar) entre sus objetivos generales se prosigue el fomento de recuperación del Patrimonio ecocultural y etnográfico, priorizándolo en relación con los fines de gestión y uso público del espacio y reconociéndolo como un importante recurso sociocultural.

Para ello se propone proteger este Patrimonio de cualquier actuación que pueda suponer un deterioro de sus valores, salvaguardando su integridad arquitectónica, y ecocultural (alegaciones sobre la revisión de las Normas Subsidiarias de Níjar. Asociaciones de vecinos de San José, Abril 1995. Equipo Técnico).

En los Parques Naturales aún existen (incluso con PORN y normativas [NNSS]) graves deficiencias que es necesario controlar y superar, mediante equipos técnicos coherentes. En principio, como primer paso imprescindible, es necesario registrar todo elemento patrimonial, como urgente labor de complementación de los inventarios oficiales, a fin de evitar la desaparición de un gran número de elementos arquitectónicos del Patrimonio, que pueden pasar desapercibidos, y que por circunstancias no han podido ser objeto de declaración especial alguna por parte de los Organismos competentes en materia del Patrimonio histórico-artístico y/o etnográfico, y que sin embargo son merecedores de una protección especial.

En esta complementación pensamos que se impone el que sean contemplados todos y cada uno de los elementos singulares de la arquitectura interior, que necesariamente deben ser conservados -como huellas documentales- en toda actuación de rehabilitación o recuperación: chimeneas, alacenas, vasares, canteras empotradas, etc., como elementos circunstanciales y diferenciadores de esta arquitectura popular que esparte del ambiente doméstico de una cultura rural y agropastoril.

Creemos también necesaria la total actualización y enriquecimiento de los registros ya existentes para comprobar su estado actual y completar datos significativos tanto de interiores como de exteriores: planos de edificación, características constructivas, distribución espacial interna y externa: construcciones complementarias (hornos, aljibes, pozos, eras, etc.) reportajes gráficos y posibles adaptaciones a nuevos usos, situación legal o ilegal y/o fuera de ordenación, su destino previsible de demolición o consolidación, materiales a emplear, etc.

En los casos de ruina -escombros no recuperables-, no deben ser estas excusas para nuevas construcciones, aunque se pretenda un diseño tradicional ya que generalmente debido a la picaresca, aunque con aparente tipología tradicional, y debido al empleo de nuevos materiales y tratamientos de fachada y enlucidos finos, verticalidad, líneas, etc., siempre produce un fuerte impacto visual.

Tal y como están redactadas las Normativas es evidente que todo lo catalogado está afectado por la medida de protección, y que todo lo mucho que se figura en el inventario puede tratarse de forma totalmente convencional, admitiéndose nuevas construcciones, basadas sólo y exclusivamente en el hecho de que, en otros tiempos, un espacio fuera ocupado por una edificación. Pensamos que esta argumentación no puede ser admisible, ya que esas construcciones respondieron en su día a las necesidades primarias de explotaciones aisladas y diseminadas, pero hoy día tales circunstancias y motivaciones económico-sociales están totalmente obsoletas, provocándose la aparición de otros hábitats antes inexistentes, y a donde van dirigidas todas las nuevas intervenciones constructivas.

Por ello hay que insistir cada vez más que en el SNV de los Parques Naturales no debe permitirse ninguna actuación cuya finalidad y razón de ser primera y última, no sea, sólo y exclusivamente, el potenciar y recuperar nuestros elementos arquitectónicos exteriores e interiores y valores ecoculturales tradicionales.

Consecuentemente, pues, es imprescindible para la conservación de nuestro rico y variado Patrimonio rural:

A) El estudio e inventario exhaustivo y completo de todos los elementos existentes, en colaboración con la AMA, etc.

B) La suspensión de licencias para cualquier tipo de actuaciones sobre elementos etnográficos tradicionales hasta que no se disponga de este inventario, y aun así con supervisión técnica etnográfica.

C) El asesoramiento de técnicos especializados en materia de Patrimonio Etnográfico, de forma que se contrarresten criterios en la elaboración del inventario, y fichas correspondientes.

Igualmente se considera imprescindible el posterior control y seguimiento por parte de otros técnicos a la hora de realizar las actuaciones o puesta en práctica de las determinaciones exigidas.

D) Que se elimine toda posibilidad de obras de reestructuración y ampliación, como deformantes y/o eliminadoras de la esencia sustancial constructiva que se pretende conservar, escudándose o interpretando las normativas. También es prioritario revisar el catálogo de documentos arqueológicos, para reflejar su actual estado e incluso ampliarlos con nuevos yacimientos.

E) En cuanto a la normativa de estructuras y tipos de protección, deberá existir un apartado sobre protección de conjuntos, ya que es esencial la conservación y tratamiento armónico y minucioso de numerosos conjuntos arquitectónicos etnológicos existentes en el medio rural, y que no deberán ser contemplados aisladamente como es el caso en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

 

Hemos de tener en cuenta que un Parque Natural en sí, significa una protección especial al ámbito que afecta, y que conlleva unos condicionantes a cualquier tipo de actuación muy diferente al resto del territorio no afectado por un Parque.

Llama también poderosamente la atención cómo zonas no pertenecientes a Parques Naturales pero sí catalogadas PEPMF, por sus valores ecológicos y paisajísticos, que, si bien son también merecedores de protección especial, están también seriamente amenazadas por la especulación y el diseño constructivo sin la evolución de su Patrimonio arquitectónico popular y por consiguiente sin protección legal aparente.

El PORN, título II, sección 1ª, apartado 6, dice «En el Establecimiento de la clasificación y calificación urbanística del suelo el planeamiento urbanístico y territorial tendrá en consideración la presencia de áreas de interés físico-biótico, paisajístico y ecocultural, debiéndole otorgar la categoría de áreas de especial protección, de conformidad con el artículo 17 del R.D. II. 1992», pero aunque el PORN en su capítulo II artículo 1 en referencia directa a cortijos y otras edificaciones existentes, afirma: «También podrán rehabilitarse con fines residenciales sin que pueda incrementarse la ocupación de la parcela ni el valor edificado que, en todo caso, resultará similar al existente», por ello hay que añadir que el PORN habla en todo momento de rehabilitación y de fomentar la recuperación del Patrimonio ecocultural y etnográfico, priorizándolo en relación con los fines de gestión y uso público del Parque, pero se corre el peligro de interpretación de Normativas con intervenciones y ampliaciones deformantes sobre la verdadera entidad de la arquitectura popular tradicional, que si bien puede darse (y no por ello ser admisible) en el SNN de régimen ordinario no puede darse en ámbitos protegidos.

Todo Parque debe integrar en zonas de especial protección paisajística, entendiendo como unidad única y armónica el paisaje y la tipología tradicional de sus pequeñas construcciones dispersas, inmersas en ese medio ecológico.

Tanto por la amplia normativa existente como por los más elementales criterios de homogeneidad y continuidad territorial, como por la conveniencia de evitar conflictos y denuncias y la entrada en vigor de la legislación, sobre Patrimonio Etnográfico, creemos imprescindible la más absoluta y decidida adecuación entre los intereses proteccionistas de la Comunidad y el planeamiento municipal, respecto a la filosofía del Parque Natural.

 

NNSS, AYUNTAMIENTOS Y PARQUES NATURALES

La capacidad de cooperación de todo ayuntamiento con los organismos competentes (Comunidades Autónomas o Ministerios) en la custodia y conservación del PATRIMONIO CULTURAL comprendido en su término municipal, es adoptar las medidas oportunas para evitar su deterioro, pérdida o destrucción (Ley de Patrimonio Histórico Español), a través de los Planes Generales o de las NNSS o Complementarias, que tienen unos mecanismos óptimos para la protección del Patrimonio, evitando, mediante la no concesión de licencia, cualquier actividad que afecte a dicho patrimonio municipal.

En estas Normas Complementarias y Subsidiarias de ordenación urbana se debe reglamentar de una manera adecuada la intervención en el Patrimonio etnográfico inmobiliario, arqueológico etc.

Se hace necesario que mejore dicha normativa, por los datos aportados por nuestras investigaciones profesionales, y que se incorpore al plan general de ciudad o municipios, nuevas directrices de los profesionales en el patrimonio y su asesoramiento.

 

OBJETO, DEFINICIÓN Y LOCALIZACIÓN DE ÁREAS DE INTERÉS

Estas condiciones tienen por objeto la protección y conservación de la riqueza patrimonial del municipio para su debida explotación y puesta en valor, trabajos imprescindibles para un mejor conocimiento histórico del rico pasado del municipio.

Dada la imposibilidad de una determinación exhaustiva de los restos materiales de dicho patrimonio -el actual presentado en la NNSS es incompleto- hasta su definitivo descubrimiento, lo previsto en estas Normas Urbanísticas para la situación y calificación de las áreas de interés señaladas no deben considerarse inmutables sino, por el contrario abierto a posibles ampliaciones y conexiones conforme avance la investigación y vayan detectándose nuevas HUELLAS.

Las huellas materiales existentes en el municipio de NÍJAR, por ejemplo, se regularán a través de estas normas urbanísticas, de la Ley 13/1985 del 25 Junio del PHE (BOE 155 de 29-6-85) y el Real Decreto 111/1986 de 10 Enero de desarrollo parcial de la Ley antes mencionada (BOE 24 de 28-1-86) y de la orden 20-3-95 de 24 de Junio de 1986 de la Consejería de Cultura.

De acuerdo con lo previsto en el art. 20 de la Ley de Patrimonio Histórico Español, cuando se haya procedido a la declaración de zonas de Bienes de Interés Cultural, será obligatorio que el municipio en el que se encuentra redacten un Plan especial de Protección del área afectada por la declaración, u otro instrumento de planeamiento de los previstos en la legislación urbanística que cumpla la exigencia establecida por la Ley.

Siendo el Plan General una figura de planeamiento adecuada para regular, a través de su normativa, las actividades a desarrollar en las zonas del interés cultural, se entenderá que, a la entrada en vigor de este documento, queda satisfecha la exigencia establecida por la Ley de Patrimonio Histórico Español, toda vez que el presente Capítulo contiene las disposiciones necesarias para asegurar la eficaz protección y tutela de los mencionados bienes.

 

VALOR ARQUEOLÓGICO/ETNOGRÁFICO

Independientemente del valor económico de un hallazgo, así como de su valor urbanístico, social o estético, todo resto o pieza, posee normalmente un valor intrínseco como tal hallazgo arqueológico. Por otra parte, los restos arqueológicos no sólo corresponden a épocas lejanas sino que, pueden considerarse como tales todos aquellos que, aún siendo de época contemporánea, aporten información valiosa de carácter ETNOGRÁFICO/ETNOLÓGICO.

 

SERVICIO DE PATRIMONIO

Un término municipal o Parque Natural, con importante Patrimonio arqueológico y etnográfico, debe contar con un Servicio de Patrimonio dependiente de una Concejalía o Comisión, en caso de PARQUE NATURAL, donde tengan cabida todas las actividades tendentes al adecuado estudio, protección y conservación de su riqueza histórico-cultural (ejemplos fehacientes, entre otros, son los municipios de Loja (Granada) con su servicio de Patrimonio y de Alcalá de Henares).

 

ÁREAS DE INTERÉS ECOCULTURAL

Todo municipio en mayor o menor medida, importancia o cuantía tiene su Patrimonio Local, y a los efectos de su protección, se deberán crear áreas de interés, de acuerdo con los siguientes criterios (sobre todo los Municipios integrantes en Parques Naturales):

ÁREA A: Es la que incluirá zonas en las que está probada la existencia de elementos a conservar, como bienes culturales: restos arqueológicos, etnográficos, artísticos... de valor relevante, tanto si se trata de un área de posesión de una declaración a su favor como BIC de acuerdo con la Ley de Patrimonio histórico Español (LPHE), como si consta grafiada bajo esta denominación en el plano de calificación de áreas de interés.

ÁREA B: Es lo que, aún cubriendo amplias zonas en la que está probada la existencia de huellas materiales, se requiere la verificación previa de su valor en relación con el destino urbanístico del terreno.

ÁREA C: Es la que incluye zonas en las que la aparición de restos materiales tiene menor importancia relativa, o su localización es simplemente conjeturable.

 

LOCALIZACIÓN DE ÁREAS

La geo-referenciación de cada área viene reflejada en el plano de áreas de interés patrimonial. Para su mejor comprensión de las mismas, se deben definir previamente tres amplias franjas que dividan el municipio según sus límites y su estructura básica de comunicaciones, de Norte a Sur. Serían las siguientes:

1.- Franja límite N. del término, delimitada por la zona montañosa.

2.- Franja Sur que se define como área de Parque Natural.

3.- Franja Central delimitada como C, de interés relativo.

 

NORMAS DE ACTUACIÓN Y PROTECCIÓN

 

Normas para Áreas A

1.- Que cualquier solicitud de obra que afecte a su suelo será obligatoria la emisión de informe técnico precedido de la oportuna excavación (cuando de arqueología se trate), o estudio inventario (cuando etnográfico se trate), que controlará toda la zona afectada.

Cuando se trate de arqueología, la excavación e informe serán dirigidos y suscritos por técnico arqueólogo colegiado en el Ilustre Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras de Granada, sección dde Arqueología de Almería que deberá contar con un permiso oficial y nominal emitido por la Consejería de Cultura de la JJAA (Ley 13/1985, de 25 Junio, del PHE, BOE 155, de 29-6-85, el Real Decreto 111/1986, de 10 de Enero, título V artículos 42 puntos 1 y 2).

Estas obligaciones son anteriores al posible otorgamiento de Licencia de obra aunque el ayuntamiento proceda a expedir previamente certificado de conformidad de la obra proyectada con el planeamiento vigente.

2.- El permiso de excavación seguirá trámite de urgencia. La peritación arqueológica se realizará en el plazo máximo de un mes, para solares superior a 500 m2, el tiempo de duración puede alargarse, seguido del preceptivo informe, que se redactará de forma inmediata a la conclusión de los trabajos, siendo obligatorio su registro en la Consejería de Cultura que a su vez emitirá resolución valorando la importancia de los restos hallados y proponiendo soluciones adecuadas para la correcta conservación.

3.- La financiación de los trabajos correrá por cuenta del promotor o contratista de las obras solicitadas. Si éstas corren con los gastos que suponen los trabajos arqueológicos, pueden solicitar que sean realizadas por la Consejería de Cultura y por el Servicio correspondiente de un Ayuntamiento, para ello la administración dispondrá de unas listas que serán atendidas por riguroso orden de inscripción comprometiéndose la misma a destinar una dotación humana, y presupuestaría anual. Si el contratista o promotor está dispuesto a sufragar voluntariamente los trabajos arqueológicos, la Consejería de Cultura propondrá la dirección del técnico arqueológico de su servicio o bien la contratación directa de un arqueólogo del Ilustre Colegio de Doctores y Licenciados, por riguroso orden de TURNO de OFICIO (arqueólogo de turno), que deberá iniciar los trabajos en el plazo máximo de 15 días desde la solicitud, por parte de la propiedad, de aceptación de los trabajos.

4.- El informe tras la petición arqueológica deberá determinar entre los siguientes extremos:

A) Dar por finalizados los trabajos, indicando la inexistencia o carencia de interés de los restos materiales.

B) Solicitar la continuación de los trabajos de excavación por un plazo máximo de 6 meses, justificados por la importancia de los restos hallados y previniendo la posterior realización de la obra solicitada en todos sus extremos.

 

5.- Solicitar la continuación en la excavación por un plazo máximo de 6 meses,indicando la existencia de restos que deben conservarse «in situ». Transcurridos dichos plazos, podrá solicitarse el otorgamiento de licencia de obras, o si se hubiera solicitado iniciarse los plazos para su tramitación reglamentaria.

Ante la necesidad de conservar restos «in situ» puede darse los siguientes casos:

A) Que los restos, no siendo de especial relevancia puedan conservarse en el lugar, para un tratamiento deberá modificarse el proyecto, si ello fuera necesario (incluido en el apartado de etnografía de cualquier proyecto urbanístico o arquitectónico), previo informe de la Comisión Local de Patrimonio Histórico y si este fuera negativo, de la Consejería de Cultura de la CAA.

Si la conservación de restos «in situ» supone pérdida de aprovechamiento urbanístico por no poder reacomodar éste en el mismo solar, se compensará al propietario transfiriendo el aprovechamiento perdido a otro terreno de uso equivalente que será ofrecido y señalado por el Ayuntamiento, o permitiendo el mencionado aprovechamiento con el equivalente que provenga del Patrimonio del suelo o expropiando el aprovechamiento perdido o cualquier otro procedimiento municipal de compensación de aquél que pueda practicarse con arreglo a derecho. Otro caso serían los metros cúbicos perdidos, en caso de ser un bloque de edificios u otra área construida, permisión de doblar en altura dichos metros cúbicos, aunque las directrices de las NNSS no lo permitan, como excepción que no confirma la regla, o construir en otro espacio, dejando el solar libre como área de ajardinamiento y los restos conservados, visitables; o retranquear el edificio...

B) Que la relevancia de los restos hallados obliguen a una conservación libre «in situ», sin posibilidad de llevarse a cabo la obra prevista. En este caso, se procederá de igual manera que la descrita en el punto anterior para la compensación del aprovechamiento perdido, o se tramitará la expropiación conforme a los términos de la Ley de Expropiación Forzosa, valorando los terrenos con arreglo a su máximo aprovechamiento urbanístico posible, o según el aprovechamiento medio o tipo del sector, polígono o unidad de actuación, cuando éste estuviese fijado. Se aplicará el apremio de afección cuando proceda, y si el promotor o contratista hubiese costeado la excavación, se compensarán los gastos con terreno.

 

Normas para Áreas B

Ante cualquier solicitud de obra que afecte al subsuelo, será obligatoria la emisión de informe técnico previa realización de exploración o inspección visual (y catas de prospección en caso de arqueología), realizado por técnico profesional (V. apartado Normas para Áreas A).

Todo el proceso legislativo será preceptivo también para el patrimonio etnográfico.

 

A MODO DE RECONSIDERACIONES

El Patrimonio Natural es el entorno físico en el que el hombre deja la más leve de sus huellas: su impronta en la transformación de ese paisaje a lo largo del tiempo: hábitat, agricultura hidráulica, etc...

Este Patrimonio Natural ha de entenderse como el entorno físico en el cual el hombre genera cultura, es decir, la huella que sobre la naturaleza deja el hombre al transformarla, porque nadie puede pretender la inviolabilidad «persé» de la Naturaleza, sino que se trata de proteger la Naturaleza contra los excesos.

Desde este punto de partida, el Patrimonio Natural sería el entorno físico controlado en función de los intereses del hombre. Desgraciadamente, de esta constatación se derivan dos formas de afrontar el problema: aquella que concentra los esfuerzos en dar tratamiento a los efectos y la que pretende atacar a las causas. La primera opción rehuye la política y lucha en la órbita institucional con relativo éxito. La segunda, no puede escapar de la política, o mejor dicho, actúa desde ella aunque obteniendo pocos resultados.

De todas formas este Patrimonio ha merecido un interés cada vez mayor. La Convención de 1972 considera Patrimonio Natural de valor Universal a los lugares naturales, geológicos, biológicos excepcionales, pero no se hace cargo en ningún punto específico de los lugares de impronta humana inmersa en ese mundo natural, enclavados en zonas naturales estrictamente delimitadas por su huella etnohistórica y que también tiene un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, estético y de la conservación, integral de la belleza natural del territorio, como para ser tratados sólo aparte en otro medio institucional de la Cultura.

Como se aprecia, no se filtra una concepción predominante de la cultura y de la vida.

Resulta que casi todos los lugares naturales -a excepción de otros espacios deshabitados- de valor, que se trate de proteger, vive ese hombre concreto lleno de necesidades, de ideales, sometido a las angustias y a las presiones externas (exógenas) antes que a las del sitio donde vive (endógenas) y responsable de todo antropismo a lo largo del tiempo histórico generacional.

Toda intervención en esos espacios proviene de las demandas externas que les hace influir a estos habitantes en cambiar su modo de vida natural acorde con la naturaleza y no de las necesidades propias. ¿Será posible una protección eficaz sin contar con las necesidades creadas por este intervencionismo exógeno de las gentes que hasta ahora lo habita?, lo que sí está evidente es que gracias al equilibrio entre las innumerables generaciones que han vivido en estos espacios naturales en perfecto unísono con el medio, hemos heredado este espacio tradicional.

¿La protección institucionalizada es suficiente razón para cortar esa anscestral relación o, por el contrario, habría que determinar todas las acciones protectivas posibles a partir de la garantía de que aquellas relaciones se mantendrán?

Estamos, pues, frente a una realidad: también en el ámbito del Patrimonio Natural las leyes de la economía (derechos privados) entran con frecuencia en conflicto con los derechos provenientes de la cultura (derechos de sociedad).

 

EL PATRIMONIO CULTURAL Y NATURAL ES UNO Y ES DE TODOS

El Inventario de Bienes del Patrimonio trata de identificar entre las riquezas culturales y naturales de cada Comunidad los elementos cuya conservación interesa al conjunto de la Comunidad por ser bienes de valor imperecedero.

Las necesidades de las que se deriva el Inventario del Patrimonio, es la toma de conciencia por el peligro de pérdida irreparable al que están sometidas las huellas etnohistórica y naturales el prejuicio que ello supone, para la economía y el medio sociocultural de la comunidad.

Hay que reconocer que para esta protección solo una incorporación formal al Inventario no es suficiente y tampoco basta con hacer una selección a criterio del tiempo y presupuesto impuesto para la ejecución material de dichos inventarios, como es frecuente, dejando parte del Patrimonio sin catalogar.

Hacen falta medios y recursos y éstos a más de limitados no son interminables. No se puede poner un tope discrecional. La evidencia indica que por las particulares características de cada elemento es indispensable el registro de todo aquello que aún queda y que va a desaparecer de inmediato. No se puede poner un «numerus clausus» al inventario, aprovechando para expresar nuestra conformidad a aquello de «en un plazo prudencial incorporar en el inventario de todos los bienes (culturales, naturales) que ellos creyesen convenientes (la Administración, se supone), por lo pronto la guía de procedimiento no ha mejorado de tal manera que las futuras inscripciones en el Inventario del Patrimonio deben ir acompañadas de unas responsabilidades, de mayor registro y voluntad y compromiso político, de los suficientes recursos económicos destinados a garantizar el exhaustivo registro acompañado de una legislación protectiva más eficiente y prioritaria para garantizar su protección.

Por nuestra experiencia conocemos, de que tal es la cantidad de Bienes de Interés Patrimonial que aún con todas las precauciones y compromisos -por la magnitud y diversidad de los problemas-, todos los recursos serán siempre muy limitados.

Fácil es comprender, pues, que el Patrimonio Cultural y Natural por propia definición es uno pero además debe ser integrador: ha sido huella indeleble antrópica, factor de geografía humana, diferencias culturales a través del tiempo histórico... Es expresión de valiosas y exclusivas historias particulares, que adquieren su real trascendencia como manifestación diferenciada no de la historia del hombre, sino de la historia común de cada ser humano, que asumió como parte de su historia, ese medio natural, siguiendo el testimonio de sus antepasados a través del tiempo.

 

LA NECESIDAD DE UN INVENTARIO PATRIMONIAL

Así se hace necesario la realización de un nuevo registro más completo y detallado en base a lo ya recogido -antes de que sean destruidos por el tiempo, el abandono, o especulación-, que nos pueda llevar a la consecución de todos los detalles precisos sobre el origen, función y nueva readaptación de esta arquitectura y Patrimonio en los nuevos usos del Parque, para su protección y mejoramiento además de una complementada información útil para otras actividades, conforme avance el programa de investigación.

Esta arquitectura está vinculada con la vida tradicional y cotidiana de un pueblo eminentemente rural, para un mayor conocimiento de la zona del Parque Natural, pues ésta formó parte de la vida de un pueblo muy peculiar. Esta arquitectura sigue siendo una parte importante del Patrimonio cultural del Parque Natural, así pues, para facilitar su conservación y difusión se debe pretender su inventario y registro global para que éstos conjunten y den a conocer la gran densidad, diversidad y enorme riqueza de este patrimonio tradicional e histórico en un territorio concreto, etnográficamente hablando. En éste se encuentran depositados testimonios de la cultura de nuestro pueblo, merecedores de un reconocimiento más amplio y, en particular, de un estudio más intenso y provechoso del que de ellos se tiene. La enorme variedad tipológica de este patrimonio etnográfico y cultural -que son en parte, los edificios de la arquitectura tradicional y otras construcciones rurales populares, vías ganaderas y sus aprisos, puntos de abastecimiento de agua y sesteros, etc.-, ha facilitado el expolio sufrido, a través de los años de abandono, y por la especulación, por lo cual, la creación de museos al aire libre, en vivo, o Centros de Interpretación Etnográfica, de estas distintas manifestaciones constructivas -así como también del resto de expresiones populares- es una labor necesaria para asegurar la conservación de este patrimonio de la huella humana en ese medio natural y ecológico como es un Parque Natural.

Es prioritario la recuperación de la memoria histórica y el significado de la vida y vivencias de estas comarcas a lo largo del tiempo y cuyo conocimiento está limitado a unos cuantos datos dispersos.

Se hace necesario, pues, mostrar lo que significó este modo de vida en su momento, a través de un trabajo de recogida de material, como homenaje a sus vivencias y desarrollo, de forma que el pueblo y el público visitante, pueda hacerse una idea de la magnitud del esfuerzo que supuso a unas gentes su supervivencia en un medio rural hostil.

El territorio se debate entre los grandes problemas que le afectan, un urbanismo hasta ahora descontrolado, que, en contra de lo que pudo pretender en un determinado momento, ha supuesto en buena parte el deterioro del medio ambiente, ciudadano, rural y sus excesos constructivos que no son siempre lo que necesita una población que vive de su trabajo tradicional.

Todos los pueblos de la zona, entre grandes y pequeños, presentan problemas muy diferenciados y algunos con muy pocos habitantes, se sienten un poco olvidados, por el abandono, la ruina y el medio. La excusa para que ello no continúe es especular con proyectos de urbanización de rápida ejecución sin control, como señal de prestigio, contra el maleficio de no ver morir el pueblo, cuando realmente existen otras alternativas de rehabilitación y revitalización del entorno.

Para cumplir unos objetivos intervencionistas de salvaguarda y conservación del Patrimonio inmobiliario y urbanístico, a través de las NNSS se debe hacer una urgente labor con la revisión de estas Normas Subsidiarias de Planeamiento, que supere a las anquilosadas y desordenadas anteriores, para resolver esta problemática y confrontarnos así con los países de la Comunidad Europea.

Porque la construcción tradicional de cada comarca es su propia historia reflejada en esa continuidad urbanística y constructiva, que con un idioma propio e inédito nos cuenta la evolución de los usos y costumbres del pueblo a través de los siglos...

Los ciudadanos deben saber plasmar a través de las fachadas e interior de sus casas, todo el costumbrismo de los habitantes. Los nuevos proyectos deben plasmar una gran parte de esta tradición, en un trabajo conjunto entre arquitectos urbanistas y los propios interesados particulares y ayuntamientos. Sería un trabajo admirable el reproducir la supervivencia del estilo popular y esperemos que por muchos años, el que aún pervive se salve de las piquetas y construcciones modernas.

En caso contrario, todo lo demás significa el fin de la tradición arquitectónica local tanto en su vertiente popular como el de influencia burguesa y acomodada. El ataque a la tradición está bien manifiesta y se concreta en la desaparición de esta arquitectura popular almeriense a través de proyectos e intervenciones libres y creativas: Rasgos característicos de esta irregularidad en la distribución y en el tamaño de los huecos, fachadas lisas y encaladas, varios y remates de la fachada recortados, sin molduras, etc...