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Sí decidido a las renovables, pero con prioridad absoluta al autoconsumo y a las instalaciones de proximidad

“Los proyectos de macroparques depredan el territorio, suman pérdidas en el transporte de energía y perpetúan el poder de los grandes operadores”

El Grupo Ecologista Mediterráneo, aprovechando el Día Internacional de la Eficiencia Energética, muestra su preocupación por la deriva que se está produciendo en torno al sector de las energías renovables en la provincia, donde proliferan los macroparques solares y eólicos y no se presta atención suficiente a los modelos más deseables, los de autoconsumo y las instalaciones de proximidad y menor tamaño que producen energía limpia allí donde ha de ser consumida.

Nuestro grupo se ha posicionado claramente durante muchos años en favor de las energías ‘limpias’ para evitar los efectos que las centrales productoras clásicas tienen sobre la contaminación, la emisión de gases de efecto invernadero y el cambio climático, considerado ya como la mayor amenaza global que se cierne sobre el planeta y la humanidad. Pero ese sí decidido a las renovables precisa, ahora más que nunca, un plan definido de ordenación y unos criterios tan sostenibles como esos sistemas solares o eólicos que hemos defendido.

En los últimos meses hemos visto proliferar la llegada de proyectos que vienen de la mano de las grandes empresas del sector energético, de las nuevas que han nacido para tomar posiciones en el segmento de las renovables, muchas de ellas de la mano de poderosos fondos de inversión, que buscan mantener el poder de un elemento esencial en el desarrollo de las colectividades y las empresas como es la energía.

Son proyectos basados en grandes instalaciones, en algunos casos de cientos de hectáreas de superficie, que siguen generando electricidad lejos de las áreas de gran consumo y, por tanto, se muestran ineficientes en el aprovechamiento de esa energía porque se calcula que en el transporte a través de las grandes redes se pierde en torno al 20 por ciento de esa energía, pérdida que suele repercutirse en la factura de la luz de los consumidores finales.


De nuevo se está permitiendo que Almería y España en general abrace un modelo de producción energética de alta concentración de macroparques, mientras que en el resto de Europa se apuesta por un modelo más distribuido, donde prima la cercanía para atender las necesidades de colectividades, municipios o empresas, pero con unas dimensiones mucho más ajustadas a esa demanda local.

Desde el GEM se pide a las administraciones públicas que establezcan modelos para las instalaciones de energías renovables que cumplan con esa filosofía y den respuesta al necesario proceso de descarbonización o de cierre de las nucleares, pero que no supongan una pesada losa para el territorio provincial, eviten la concentración del mercado energético en unas pocas manos que tratan de mantener sus actividades monopolísticas y dominar los mercados de la electricidad.

Esta tendencia, si no se toman medidas, puede acarrear consecuencias para el territorio y un trastorno en la gestión de esa energía, puesto que la suma de tantos proyectos ya está produciendo problemas en las redes y puntos de evacuación que, no lo olvidemos, mantenemos los usuarios a través del recibo de la luz. Pero además se da otro efecto perverso y es que los macroproyectos cercenan numerosas iniciativas locales, de empresas que no pueden competir con los grandes grupos. Al final, ese bloqueo supone que buena parte del patrimonio en energías renovables de nuestro territorio beneficiará a entidades foráneas, sin dejar ni empleo ni riqueza en nuestros municipios.

De ahí nuestra petición de propiciar el autoconsumo, tanto el doméstico como el empresarial, con la creación de pequeñas instalaciones en hogares y comunidades, otras de mediano tamaño en zonas industriales, puertos o colectividades de producción que generen la electricidad suficiente como para cubrir la demanda. Con ello se cubren de una forma más razonable las necesidades de abastecimiento, pero además se permite la inversión de los almerienses en sus propias instalaciones solares o eólicas, beneficiando fundamentalmente a las empresas de la provincia o su entorno.

Como señalan los propios empresarios de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica, con este esquema de parques pequeños y medianos no aumentaría el coste de distribución de la nueva energía, ni se produciría, por innecesario, su transporte, que ha de realizarse en alta tensión; con lo que también sería prescindible elevar a través de transformadores la tensión la energía que se produce. De esta manera, las pérdidas de energía que se producen desde la generación al consumo se minimizan, y los costes del sistema eléctrico y la factura de la luz se reducen.

Por todo ello desde el GEM pedimos al Gobierno central, a la Junta de Andalucía y a los ayuntamientos de la provincia que revisen sus hojas de ruta y favorezcan una democratización energética que permita que sean los propios almerienses, con sus iniciativas, los que pongan en marcha proyectos mejor dimensionados para cubrir sus necesidades y logrando de esa forma reducir tanto el impacto de la energía en el medio ambiente como los costes de una electricidad cuyos precios se nos han ido de las manos en los últimos meses. Es decir producir lo más cerca posible de donde se consume.


Almería, 5 de Marzo de 2021

GRUPO ECOLOGISTA MEDITERRÁNEO

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