VUELVE LA FIESTA DEL MEDIO AMBIENTE ALMERIENSE CON LA ENTREGA DE LOS PREMIOS DUNA
El Grupo Ecologista Mediterráneo mira al entorno rural y reconoce el compromiso de personas y colectivos
El pasado día 2 de diciembre el medio ambiente almeriense tuvo una cita inexcusable; se llevó a cabo la ceremonia de entrega de los Premios Duna, un reconocimiento a personas, empresas, organizaciones o instituciones que han destacado por su compromiso con el entorno, por su labor en favor de la conservación de los recursos naturales, el patrimonio histórico artístico o por dar pasos en positivo hacia una economía más sostenible.
En esta edición, la número 36 desde que en el año 1986 el Grupo Ecologista Mediterráneo otorgara por primera vez sus premios (recayeron en el Hermano Rufino de La Salle y en el periodista Miguel Ángel Blanco por su serie de artículos ‘Una Tierra Almeriense para vivir). En este último año el grupo almeriense ha vuelto su mirada a los entornos rurales, donde se conserva buena parte de la biodiversidad y donde reina el fantasma de la despoblación.
La gala fue presentada por Marta Soler y Jesús Herrera, que dieron paso al Presidente del GEM, Pepe Rivera quiso agradecer la labor de todas las personas que "han jugado un papel determinante en la defensa del medio ambiente almeriense" por protegerlo de las "presiones, especulaciones y actuaciones que ponen en riesgo nuestro entorno natural y patrimonio". También se ha ha querido recordar a los miembros del GEM que ya no están, meción especial recibióel fallecido Hermelindo Castro 'Melo' un antiguo fundador del GEM, biólogo reputado e impulsor del Parque Natural Cabo de Gata Níjar.
Los Premios Duna viajan al Valle del Andarax, a Lucainena de Las Torres y a las comarcas del Alto Almanzora y de Los Vélez, donde han florecido iniciativas que desafían la inercia y recuperan los valores y la ilusión por vivir en armonía con el medio ambiente, por desarrollar estilos de vida que refuerzan la relación con el entorno y donde se pone de manifiesto el compromiso con el pasado, pero también con el futuro de las personas y sus territorios.
Al norte ha viajado el premio que el GEM ha concedido a la Asociación AlVelAl, conformada por cientos de pequeños/as agricultores y agricultoras del Alto Almanzora, Los Vélez, el Altiplano Granadino y otras áreas próximas en Granada o Murcia. Son agricultores/as y ganaderos/as de toda la vida, que han hecho patente su apuesta por la agricultura regenerativa que además de producir alimentos sanos y ricos, procuran la protección de los suelos, el buen uso de los recursos y el respeto por la tierra y por la biodiversidad que atesora. Se podría decir que ellos fueron las primeras personas en apostar por la producción ecológica, antes de que ese término fuera acuñado. Son los pioneros y las pioneras de la vida sana, que defienden el respeto por la tierra y de dar valor al entorno rural.
Al Andarax llegó el premio a Zaida Ruiz, cabeza visible del Proyecto Bosque impulsado desde el Ayuntamiento de Almócita, que está promoviendo acciones de repoblación en las que se están implicando empresas y poblaciones locales bajo el lema “recuperar bosques para recuperar pueblos”.
El gran objetivo es convertirse en un proyecto piloto contra la desertificación y la despoblación de las áreas rurales de la provincia, y al mismo tiempo aportar esa acción decidida para incrementar los sumideros de CO2 y, con ello, mitigar el cambio climático, la gran amenaza para el planeta. Uno de sus lemas más es “recuperar bosques para recuperar pueblos”.
Más al sur llegó el galardón para la Plataforma de Protección del Valle de Lucainena de Las Torres y su Vía Verde, en este caso por el compromiso que ha asumido un gran número de vecinos y vecinas, personas que quieren que el pueblo y su entorno siga siendo ese pequeño o gran paraíso en el que escogieron vivir. La amenaza en su caso es la proliferación de macroproyectos fotovoltaicos en su rico valle, en las laderas llenas de vida y de biodiversidad. El enemigo es sin duda grande, pero la Plataforma ha logrado aunar sus protestas a las de otros colectivos y la batalla está abierta, no contra las energías renovables, sino contra los proyectos que buscan el monopolio y, con frecuencia, desprecian el territorio en el que quieren instalarse.
Como cada año también se otorgaron las Menciones Carbón, que este año han compartido dos proyectos, pero en especial a aquellas personas que los hacen posibles. Se trata de los planes para levantar el hotel de El Algarrobico y el de la urbanización (Resort le llaman ahora) de Playa Macenas, próximo a Mojácar. En el primero el GEM señala en especial al Ayuntamiento de Carboneras (en la figura de su alcalde) que, durante años, ha ignorado las sentencias que reconocían que esa zona forma parte de un espacio protegido, ha incumplido los mandatos de los tribunales y ha retrasado con ello dar una solución definitiva al conflicto que debe culminar en el derribo de lo que es un ejemplo negativo de la especulación en el litoral. En el segundo se lamenta que un proyecto como el de Playa Macenas, iniciado bajo la constante del incumplimiento de las normas de protección de costas y espacios naturales, haya sido retomado por el grupo Cosentino, con el aplauso de administraciones y grupos empresariales, bajo el paraguas de haber reducido el tamaño de tal intervención, que no oculta en cualquier caso la agresión que supone para una costa que es el orgullo de los almerienses y el mayor atractivo de la provincia.
Desde la perspectiva del Grupo Ecologista Mediterráneo se trata de actuaciones contrarias a las normas legales que convierte a sus promotores y consentidores en una suerte de personas delincuentes; de la misma forma que la Policía y la Justicia persiguen a quienes compran mercancía robada, deberían actuar contra quienes roban esa otra mercancía que es el patrimonio natural de la ciudadanía y dejan en entredicho el modelo almeriense, basado en la naturalidad de sus costas y sus espacios naturales. Es una valiosa mercancía, como quedó patente en el recién celebrado Congreso Internacional de Turismo Sostenible (Sun&Blue) donde la práctica totalidad de las personas asistentes, nacionales e internacionales, destacaron esa naturalidad de los entornos turísticos como el gran valor de Almería y, de entre todos/as, destacaron el Cabo de Gata y sus entornos como el mayor tesoro para impulsar un turismo de calidad.
Tanto la apertura del acto, como al final del mismo estuvo protagonizado por la música, que corrieron a cargo por Antonio Fernández López (abriendo la gala) y Elena B (como broche final).
El acto se desarrolló en el Yacimiento Arqueológico Barrio Andalusí de Almería este, previo a la gala Duna, se desarrolló una visita guiada por el yacimiento arqueológico barrio medieval del S.XI – XIII, así como la colección de piezas arqueológicas sobre la vida cotidiana del yacimiento arqueológico y el llamado “tesorillo”. Además se contó con una segunda actividad final consistente en un recorrido para conocer los árboles singulares el Parque Nicolás Salmerón de la Capital, esta actividad estuvo a cargo de Antonio Rubio Casanova (responsable del biodiversidad domesticada del GEM).
Puedes ver los Dunas en imágenes haciendo clic aquí
Almería, 02 de Diciembre del 2023
GRUPO ECOLOGISTA MEDITERRÁNEO